El Telescopio Espacial Hubble ha sido decisivo en la observación de algo extraordinario: el posible y muy inusual nacimiento de la ráfaga rápida de radio (FRB, por sus siglas en inglés) más distante, destellos de radiofrecuencia extremadamente potentes y sin resolver, nunca antes observados.
La FRB fue descubierta por primera vez hace 18 meses por el radiotelescopio australiano Square Kilometre Array Pathfinder.
Procedente de un lugar muy lejano
Los científicos quedaron entusiasmados, por no decir perplejos, ante el estallido de energía superpotente -más de cuatro veces más energético que otros FRB que se han detectado- y las observaciones posteriores revelaron que procedía de un lugar extremadamente lejano, que se remonta a cuando el universo tenía sólo cinco mil millones de años.
Cuando se detectó por primera vez, esta ráfaga de radio parecía originarse cerca de, como se describe en un comunicado de prensa, “una mancha amorfa no identificable“. Al principio, los investigadores especularon con la posibilidad de que se tratara de un grupo de hasta tres galaxias.
Sin embargo, cuando el Hubble se hizo cargo del caso, el probable origen de la FRB quedó más claro: un grupo de al menos siete galaxias que existieron cuando el Universo mismo tenía sólo cinco mil millones de años – una conclusión muy inusual que podría obligarnos a reconsiderar lo que sabemos sobre el inusual fenómeno.
Interacciones explosivas
El hallazgo cogió por sorpresa a los científicos que estudiaban las observaciones del Hubble.
Alexa Gordon, estudiante de posgrado de Northwestern y autora principal de un estudio reciente sobre la investigación, dijo en un comunicado:
“Fue necesaria la agudeza y sensibilidad del Hubble para señalar exactamente de dónde procedía la FRB. Sin las imágenes del Hubble, seguiría siendo un misterio si esto se originó en una galaxia monolítica o en algún tipo de sistema interactivo”.
Gordon y sus colegas también señalaron que existe la probabilidad de que las galaxias en cuestión puedan estar en proceso de fusión, lo que podría contribuir a la fuerza de la FRB.
Gordon dijo en un comunicado:
“Esta interacción podría desencadenar estallidos de formación estelar. Eso podría indicar que el progenitor de FRB 20220610A está asociado con una población bastante reciente de estrellas, lo que coincide con lo que hemos aprendido de otros FRB”.
Yuxin Dong, coautor del estudio y becario de investigación de posgrado de la NSF, dijo en un comunicado:
“A pesar de los cientos de FRB descubiertos hasta la fecha, sólo una fracción de ellos han sido identificados con sus galaxias anfitrionas. Dentro de esa pequeña fracción, sólo unos pocos proceden de un entorno galáctico denso, pero ninguno se ha visto nunca en un grupo tan compacto. Por tanto, su lugar de nacimiento es realmente raro”.
Como cabe imaginar, las FRB son un persistente enigma espacial, y los científicos que han trabajado en este descubrimiento confían en que contribuya a comprender cómo funcionan estas extrañas transmisiones.
Gordon afirma:
“Son este tipo de entornos -estos extraños- los que nos impulsan hacia una mejor comprensión del misterio de los FRB”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en el servidor de pre-impresión arXiv.org.
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
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