Diversos ríos de Alaska se están volviendo de color naranja brillante, y los científicos están trabajando para averiguar exactamente por qué ocurre esto.
En los últimos años, los científicos han observado arroyos y ríos que se han vuelto de un vibrante color naranja en toda la región ártica de Alaska. Según el National Park Service, la reciente decoloración del río Salmón, un río salvaje y pintoresco del Parque Nacional del Valle de Kobuk, es especialmente preocupante. Los datos mostraron que el agua del río era prístina antes de 2019, pero en el verano de ese año las aguas claras del Salmon se volvieron de repente de color naranja verdoso.
Esto también está ocurriendo en ríos y arroyos de toda la cordillera Brooks en Alaska, según ha informado Scientific American, y probablemente ocurrirá en otras partes del Ártico.
El nuevo informe de la revista sobre el fenómeno señala que los científicos que han estudiado los ríos oxidados creen que el cambio climático es el culpable en última instancia. Los estudios han demostrado que el Ártico se está calentando a un ritmo más rápido que el resto del mundo.
¿Qué lo está causando?
Se cree que ese aumento de las temperaturas ha provocado el deshielo del permafrost -suelo que suele permanecer perennemente congelado- en el parque nacional y más allá. Aún se desconoce cómo el deshielo del permafrost ha hecho que los ríos se vuelvan anaranjados.
Algunos investigadores creen que el ácido de los minerales está lixiviando el hierro del lecho rocoso, y cuando esos sedimentos entran en contacto con el agua corriente y el aire, se oxidan y adquieren un color naranja oxidado.
Otra teoría es que el deshielo del suelo bajo el permafrost permite a las bacterias reducir el hierro oxidado. El hierro reducido, a diferencia del oxidado, es soluble en agua. Cuando las aguas subterráneas lo transportan a un arroyo oxigenado, vuelve a oxidarse, tiñendo el arroyo de naranja, según el informe de Scientific American.
Averiguar la causa del fenómeno es importante para conocer sus posibles repercusiones ecológicas, incluido el riesgo que puede suponer para la fauna de los ríos y las comunidades que dependen de ellos para obtener pescado y agua potable.
Muchos afluentes se volvieron de color naranja
Según Scientific American, muchos de los afluentes del río Wulik se han vuelto de color naranja, lo que podría tener un impacto significativo en Kivalina, un pueblo de 444 habitantes que necesitan el río para obtener agua y pescado.
Roman Dial, profesor de biología y matemáticas de la Alaska Pacific University, dijo a la revista:
“Es fascinante desde el punto de vista científico, pero desde el punto de vista emocional es triste. Lo alarmante es lo lejos que está nuestro alcance humano, a lo grande”.
Según ha informado Newsweek, el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés) está llevando a cabo un estudio para documentar los casos de arroyos y ríos anaranjados en Alaska y el momento de su aparición.
El estudio pretende poner a prueba múltiples hipótesis relacionadas con su causa y su conexión con el calentamiento y el deshielo de los paisajes, dice el sitio web del USGS, y considerará las implicaciones para la calidad del agua y los ecosistemas.
Fuente: Scientific American
¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. Síguenos en nuestra Página de Facebook, para recibir a diario nuestras noticias. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram. Y si está en tu posibilidad puedes apoyar nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
0 comentarios