Una investigación publicada hace algunas semanas en la revista Archaeological Prospection llamó la atención de muchos medios de comunicación y de la comunidad arqueológica debido a su extraordinaria afirmación de que una montaña de Indonesia era la pirámide más antigua del mundo construida por los antiguos humanos. Como es lógico, los arqueólogos han hecho notar su escepticismo ante el sorprendente informe.

Según la investigación, la pirámide de Gunung Padang -que se traduce como “Montaña de la Iluminación”- no se formó de forma natural, sino que fue “meticulosamente esculpida” hasta alcanzar su forma actual hace entre 25.000 y 14.000 años. Si esto fuera cierto, sería considerablemente más antigua que las pirámides más antiguas del mundo, y el equipo escribió que “sugiere que las prácticas avanzadas de construcción ya estaban presentes cuando la agricultura, tal vez, aún no se había inventado”.

Entre otras afirmaciones figuraban la existencia de “cavidades o cámaras ocultas” en el yacimiento, y que el propio yacimiento parecía haber sido enterrado varias veces “posiblemente para ocultar su verdadera identidad con fines de preservación”.

Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias

Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, y otros arqueólogos no están nada convencidos de que el equipo las haya aportado, sobre todo teniendo en cuenta cómo reescribirían la historia del desarrollo humano. Lutfi Yondri, arqueólogo del BRIN de Bandung (Indonesia), declaró a Nature que su trabajo demostraba que los habitantes de la zona vivieron en cuevas hace entre 12.000 y 6.000 años, y no dejaron pruebas de tener las “notables capacidades de albañilería” que supuestamente emplearon los habitantes de la zona miles de años antes que ellos para construir la “pirámide”.

Flint Dibble, arqueólogo de la Cardiff University (Reino Unido), declaró a Nature que el artículo utilizaba “datos legítimos”, pero llegaba a conclusiones injustificadas. Por ejemplo, el equipo utilizó la datación por carbono, afirmando que “la datación de los suelos orgánicos de las estructuras descubrió múltiples etapas de construcción que se remontan a miles de años antes de Cristo, con una fase inicial que data del Paleolítico”.

La estructura en forma de pirámide permaneció oculta durante mucho tiempo porque fue tapada por el follaje y, por lo tanto, parece una colina (círculo rojo), con un megalito expuesto en la parte superior (círculo amarillo). Crédito de imagen: Danny Hilman Natawidjaja

Según el equipo, las muestras de suelo de las partes del montículo que consideran la parte más antigua de la “construcción” datan de hace 27.000 años. Aunque esto puede ser cierto, otros arqueólogos señalan a Nature que estas muestras de suelo no mostraban signos -como fragmentos de hueso o carbón- que indiquen actividad humana. En esencia, sin otras señales más convincentes de actividad humana a su alrededor, todo lo que evidencia es un suelo realmente antiguo.

La revista que publicó la investigación está analizando los hallazgos del equipo, como el hecho de que una piedra con forma de daga presentada por el equipo como posiblemente fabricada por el hombre no muestre signos reales de trabajo que respalden tal conclusión. Una explicación más probable, hasta que se presenten pruebas más sólidas, es que el montículo sea una formación natural.

Dibble dijo a Nature:

“El material que rueda colina abajo va a orientarse, por término medio”.

¿Es posible que el montículo que forma la pirámide Gunung Padang tenga orígenes naturales? Es obvio que muchos estudiosos pondrán en duda nuevamente esta versión, ya que como comúnmente se informa la naturaleza no trabaja de esta forma.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature.

[H/T: IFL]

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