En Saqqara existen 24 enormes sarcófagos de granito sólido y de decenas de toneladas de peso. Hasta nuestros días siguen despertando interrogantes incluso entre los más duchos investigadores. Una teoría propuesta pretende explicar para qué fueron utilizadas en el antiguo Egipto.

El Serapeum de Saqqara ha sido una fuente continua de especulación y misterio desde su redescubrimiento en 1850. Incluso ahora, ninguna teoría ha sido capaz de explicar exactamente cómo o por qué los 24 sarcófagos gigantes fueron trasladados al lugar e instalados con precisión en sus muescas. La teoría dominante sugiere que el lugar se utilizó para enterrar toros Apis, aunque hay muchos elementos que no concuerdan con esta creencia.

Por ejemplo, el tamaño de las cajas supera el de los toros; ¿se hizo para proporcionarles más comodidad? ¿Por qué no hacer lo mismo con los faraones, que fueron enterrados en ataúdes diminutos en los que apenas cabían sus cuerpos? ¿Por qué hicieron los sarcófagos de Serapeum con granito y no con piedra caliza, un material mucho más fácil de trabajar? Y si Serapeum era el lugar de enterramiento de los toros Apis, ¿dónde están las momias de toros?

Varias personas rechazan la teoría de que el Serapeum se utilizara para enterramientos ceremoniales (al menos no en la gran galería del yacimiento donde se encuentran los grandes ataúdes), pero si no fue eso, ¿para qué se utilizó? Esa es la pregunta que se plantean algunos egiptólogos… y no es de extrañar que a cambio oigan “el canto de los grillos”, es decir, que no hayan encontrado ninguna otra teoría alternativa plausible. Por defecto, volvemos a la teoría de Apis, con todos sus defectos. He reflexionado sobre ello y he elaborado una teoría que parece responder a algunas de las preguntas. He aquí mis ideas.

Un poco de Photoshop para comparar el tamaño de un toro (que mide unos 2.3 metros de largo) y un sarcófago de Serapeum basado en la medición de Linant-Bey. Esta es una típica momia de toro de la época dinástica. Crédito de imagen: soul-guidance.com

La fermentación en el Egipto predinástico

Es bien sabido que los egipcios predinásticos conocían el proceso de fermentación. Alrededor del año 3000 a.C. ya habían utilizado el proceso para elaborar cerveza y hornear pan. Y algunos estudiosos han dicho que el proceso se conocía incluso antes. Supongamos que alguien en el Egipto predinástico mezcló algo de almidón y carne, colocó esos ingredientes dentro de un ataúd gigante y cerró la tapa. Me viene a la mente un conjunto concreto de ingredientes: pan, cerveza, cebada y bueyes, ya que se mencionan muchas veces en los antiguos textos egipcios. Al iniciarse la fermentación, la levadura empieza a convertir el almidón presente en la cebada en gas CO2 y etanol. La cantidad de gas CO2 aumenta en la caja, creando presión. Más adelante explicaré por qué es importante esta presión, pero primero analicemos este montaje.

Las cajas de granito se fabrican con gran precisión y tienen una tolerancia de 1 micra. Por lo tanto, el cierre de la tapa esencialmente las hace herméticamente selladas. El granito no es un material poroso, por lo que poco gas se filtraría a través de las paredes. Además, la tapa pesa unas 30 toneladas, por lo que la presión del gas tendría que ser considerable para que se abriera. El proceso continúa mientras la composición química de las sustancias del interior del sarcófago y la temperatura sean adecuadas para que la levadura siga creciendo.

Uno de los sarcófagos del Serapeum, Saqqara, Egipto. Crédito de imagen: Wikimedia Commons

Un componente esencial para que la levadura crezca es el ácido oleico. Se trata de un ácido graso presente en la grasa animal y vegetal. El ácido oleico es esencial para que la levadura mantenga su ritmo de crecimiento. Este ácido también es esencial para que la levadura supere el efecto tóxico del etanol, que se estaría acumulando en el ataúd como subproducto de la fermentación. Ese ácido está presente en abundancia en la carne. No puedo evitar preguntarme si el objetivo principal de la carne o de las partes del cuerpo de toro colocadas en las enormes cajas de granito era proporcionar los componentes químicos adecuados para que la levadura mantuviera un crecimiento a largo plazo.

A medida que continúa la fermentación, el gas CO2 aumenta la presión en la caja de granito. El granito puede soportar al menos 200 MPa de presión. Para ponerlo en perspectiva, esta presión es 1000 veces superior a la de los neumáticos de los coches. La levadura de la caja estaría expuesta a esa presión y es capaz de soportarla. A medida que aumente la presión, se producirá una tensión mecánica en la enorme caja de granito. Es bien sabido que el granito está hecho de cristales de cuarzo y que bajo tensión mecánica esos cristales generan carga eléctrica. Por lo tanto, más presión significa que se genera más carga eléctrica.

En algún momento, la presión dentro de la caja superará el peso de la tapa y la abrirá, liberando el gas. Sin embargo, cuando se redescubrió el Serapeum en 1850, se hicieron algunos bocetos del interior en ese momento o poco después. La siguiente imagen es uno de esos bocetos. Un aspecto interesante que no puede pasar desapercibido en esta imagen es la pila de piedras apiladas sobre la tapa del sarcófago. Parece que alguien pudo haber utilizado bloques para contrarrestar la presión dentro de la caja con peso adicional montado sobre la tapa, ampliando esencialmente la presión de los cristales de cuarzo.

Uno de los sarcófagos de Serapeum en Saqqara, Egipto. Crédito de imagen: Ovedc / Wikimedia Commons

Otro punto a destacar aquí es que si alguien abriera la tapa de los sarcófagos del Serapeum milenios después, lo más probable es que esa persona sólo viera lo que la levadura no consumió antes de secarse. Eso serían huesos de toro, que es exactamente lo que Mariette encontró en el Serapeum cuando fue descubierto en 1850.

¿Sarcófagos gigantes o pilas gigantes?

Muchos de los que han visitado el Serapeum desde su inauguración se habrán dado cuenta de que no hay hollín en el techo ni en las paredes. Al comprobarlo, uno no puede dejar de preguntarse cómo se completó todo el trabajo bajo tierra en completa oscuridad. Pensándolo bien, no creo que el lugar hubiera estado oscuro en absoluto. Kato, Mitsui y Yanagidani analizaron en 2010 el efecto de la tensión de alta presión sobre el material granítico y la luminiscencia causada por dicha tensión.

En el estudio, se seleccionó una losa de granito y se sometió a alta presión hasta el punto de que la luz comenzó a brillar en la superficie de la piedra. La imagen de abajo muestra los resultados experimentales de ese estudio. Como se analiza en el artículo, el granito sometido a tensión acumula potencial de tensión en su superficie. Si el voltaje es lo suficientemente alto, ioniza el aire que rodea la superficie, creando un resplandor.

Como la presión se acumuló en las cajas de granito del Serapeum, no creo que la gran galería hubiera estado oscura. Sin embargo, es muy poco probable que los constructores se esforzaran en mover tanto peso sólo para iluminar el vestíbulo de la gran galería. Tiene que haber una razón más pragmática. Consideremos cómo podrían haberse utilizado las cargas eléctricas en el antiguo Egipto.

Resplandor de granito bajo alta presión. Crédito de imagen: Konstantin Borisov

Luces sísmicas

A lo largo de los siglos, ha habido numerosos informes de luces que aparecen en diferentes formas y durante diferentes períodos de tiempo por encima de la superficie del suelo poco antes, durante o después de los terremotos. Un caso reciente de aparición de una luz de terremoto se registró en L’Aquilla, Italia, en 2009, cuando el lugar fue sacudido por un temblor de 6,3 grados. Poco antes del seísmo, la gente dijo haber visto luces sobre la ciudad. El fenómeno se analizó en detalle y se entrevistó a unas 1.000 personas. La conclusión del estudio fue que las cargas eléctricas liberadas durante el terremoto causaron el efecto luminoso.

Aunque el fenómeno se conoce desde la antigüedad, la reciente videovigilancia (prácticamente instalada en cada esquina de las ciudades) ayuda a los investigadores a analizarlo. Y algunos equipos de investigación lo han hecho. Un equipo de la Universidad de San José dirigido por el profesor Freund recopiló datos de 65 lugares distintos de todo el mundo donde se observaron luces sísmicas. Se ha realizado un extenso trabajo de análisis de los datos y de la física que los sustenta. Los resultados muestran que el fenómeno de las luces sísmicas está causado por la tensión en el material granítico presente en el suelo. Se ha completado la verificación teórica y experimental para apoyar los resultados.

Sólo puedo preguntarme si el mismo mecanismo para la implementación de la luz podría haber sido utilizado en el Serapeum en tiempos pre-dinásticos. Si se piensa en ello, todos los componentes necesarios estaban presentes en el lugar. A medida que las cajas de granito experimentaban tensión mecánica aparecían cargas eléctricas. Las cargas típicamente se dispersan hacia la superficie del suelo. Cuando las cargas alcanzan la superficie, ionizan las bolsas de aire sobre el suelo y habrían iluminado el cielo sobre Saqqara.

Conclusión:

En resumen, creo que los sarcófagos gigantes del Serapeum se utilizaron para generar cargas eléctricas con la presión creada en su interior por el gas CO2. La presión ejercida sobre los cristales de cuarzo creaba cargas eléctricas en la superficie de los sarcófagos. Esas cargas se dispersaron entonces desde el subsuelo hacia la superficie de la tierra. Las cargas liberadas habrían ionizado el aire sobre Saqqara, provocando su resplandor.

Autor: Konstantin Borisov. Fuente: ancient-origins.net

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