Tras las revelaciones recientes de David Charles Grusch, ex oficial de inteligencia, con respecto a existencia de naves de tecnología no humana en poder de Estados Unidos y la ingeniería inversa realizada a los restos obtenidos, ahora el autor Marik von Rennenkampff en el portal The Hill, brinda detalles que indican que las afirmaciones pueden catalogarse como “creíbles y urgentes”.
Según una información explosiva, y una aclaración posterior, el poderoso organismo de investigación interna que supervisa las agencias de inteligencia de la nación consideró “urgente y creíble” la afirmación de un denunciante de que se ocultó indebidamente al Congreso información relacionada con OVNIs.
Más allá de esta sorprendente revelación, el denunciante -un antiguo funcionario de alto nivel de los servicios de inteligencia- estaba representado hasta hace poco por un abogado que había ejercido anteriormente como primer inspector general de la comunidad de inteligencia, un cargo confirmado por el Senado. Al parecer, el socio gerente del bufete de abogados que representaba al denunciante fue uno de los firmantes de la denuncia presentada al actual inspector general de la comunidad de inteligencia.
En un comunicado de prensa del 9 de junio, el bufete que antes representaba al denunciante aclaró que “no se pronunció ni se pronuncia” sobre el fondo de la información explosiva facilitada al inspector general de la comunidad de inteligencia, que el denunciante “ha caracterizado ahora públicamente”.
Y lo que es más importante, funcionarios y ex funcionarios avalaron al denunciante, David Grusch, al tiempo que corroboraban las líneas generales de sus acusaciones. Además, Grusch habló ante el Congreso durante horas, generando cientos de páginas de transcripciones. Grusch también concedió una entrevista exclusiva a Ross Coulthart de NewsNation.
Por su parte, Grusch y otras personas bien informadas que han hablado con los investigadores parecen tener pocos incentivos para mentir. “Hacer declaraciones falsas a sabiendas y voluntariamente” ante el inspector general de la comunidad de inteligencia conlleva el riesgo de sanciones económicas y penas de prisión.
Los hechos enumerados anteriormente deberían, a primera vista, cautivar a todas las redacciones y salas de estar de Estados Unidos. Pero hay razones para ser escépticos.
Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias
En primer lugar, Grusch no ha aportado pruebas de sus acusaciones. Del mismo modo, la idea de que revelaciones tan monumentales puedan permanecer en secreto durante un período de tiempo apreciable resulta difícil de creer.
En una declaración a NewsNation, el Departamento de Defensa negó que la nueva oficina OVNI del Pentágono haya descubierto el tipo de actividad alegada por Grusch.
Según Grusch, las pruebas que apoyan sus acusaciones son altamente clasificadas, una afirmación razonable. Sin embargo, la lógica sugiere que, dada la profunda naturaleza de las alegaciones, las pruebas clasificadas [que] Grusch proporcionó al Congreso y a dos inspectores generales [alegando que la información sobre OVNIs fue retenida indebidamente] tendrían que haber sido sólidas, detalladas y corroboradas por otras personas bien informadas para que el organismo de control de la comunidad de inteligencia considerara sus alegaciones “creíbles y urgentes.”
Sin duda, Grusch podría haber llevado a cabo una filtración de información altamente clasificada al estilo de Daniel Ellsberg. Pero por lo que se sabe públicamente, Grusch está haciendo uso del proceso de denuncia de irregularidades, bien establecido y protegido legalmente. Al cumplir su compromiso de no divulgar indebidamente información clasificada, Grusch parece estar procediendo “según las normas”. Como antiguo titular de una habilitación de seguridad de alto secreto, sin duda puedo respetar esta decisión.
Dado que el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes ha prometido celebrar una audiencia, corresponde ahora al personal del Congreso y a los inspectores generales competentes resolver sus investigaciones basándose en las pruebas presentadas por Grusch y, como se ha señalado, corroboradas al parecer por personas implicadas en el presunto programa.
Algunas de esas personas parecen haber hablado en detalle con el autor y comentarista político Michael Shellenberger. Como escribe Shellenberger, numerosos funcionarios y ex funcionarios confirmaron las líneas generales de las explosivas acusaciones de Grusch. Los funcionarios también proporcionaron el contexto y las descripciones de los vehículos supuestamente recuperados por el esfuerzo subrepticio de recuperación de OVNIs y de ingeniería inversa.
Cómo un enorme secreto pudo permanecer oculto por tantas décadas
Si las acusaciones de Grusch se confirman, ¿cómo es posible que un acontecimiento tan monumental y revolucionario haya permanecido en secreto durante tanto tiempo? Se trata de una pregunta desconcertante que, basada en mi experiencia en el gobierno, me dejó profundamente escéptico sobre los rumores de larga data de la existencia de tales actividades. Aunque sólo una investigación exhaustiva y objetiva podrá responder a esta pregunta, es plausible que a los muchos individuos necesariamente al margen de tales supuestos esfuerzos se les hiciera creer que estaban recuperando vehículos terrestres, en contraposición a otros más exóticos.
A principios de esta semana, el Departamento de Defensa emitió un comunicado en respuesta a las sorprendentes acusaciones de Grusch. Según el departamento, la nueva oficina OVNI del Pentágono “no ha descubierto ninguna información verificable que corrobore las afirmaciones de que hayan existido en el pasado o existan en la actualidad programas relativos a la posesión o ingeniería inversa de materiales extraterrestres.”
Sin embargo, puede que se trate de un hábil juego de palabras. Grusch afirma que el personal de anteriores programas de análisis de OVNIs no tuvo acceso a información sobre el tipo de actividades que él y otros afirman que existen. Por lo tanto, es concebible que, al igual que sus organizaciones predecesoras, la Oficina de Resolución de Anomalías en Todo el Dominio (AARO) (el actual esfuerzo de análisis OVNI del Departamento de Defensa) simplemente no esté al tanto del supuesto programa.
Cabe destacar que las sorprendentes declaraciones de Grusch sobre la recuperación de naves “exóticas” de origen “no humano” fueron aprobadas por la oficina de revisión previa a la publicación del Pentágono, que examina libros, guiones de películas y declaraciones de antiguos funcionarios para garantizar que no se revele inadvertidamente información sensible. Algunos críticos se preguntan cómo, si esa información es tan confidencial, el Pentágono autorizó a Grusch a hacer esas explosivas declaraciones.
Sin embargo, la lógica sugiere que si un esfuerzo de recuperación y explotación de OVNIs operara ilegalmente, como se alega, sería desconocido para los censores del Pentágono. Al fin y al cabo, si la oficina de revisión previa a la publicación estuviera “al tanto” de tales actividades, probablemente se habrían descubierto hace mucho tiempo.
Miembros clave del Congreso centrados en la seguridad nacional parecen haber encontrado creíbles las explosivas acusaciones de actividades ilegales de recuperación de OVNIs estrellados. Un importante proyecto de ley de defensa, firmado por el presidente Biden en diciembre, establece sólidas protecciones para los denunciantes de programas OVNI dedicados a “recuperación de material, análisis de material, ingeniería inversa [e] investigación y desarrollo.”
La ley federal lleva ahora la huella inconfundible de individuos comprometidos a exponer lo que están convencidos de que es una verdad profunda y largamente ocultada.
Ojo al piojo:
Cuando el río suena es porque piedras trae, dice la frase… Han surgido algunos rumores que indican que algo más y bastante contundente será revelado en las próximas semanas. ¿Un vídeo de una nave? ¿Un audio revelador? Lo que quiera que sea tienen que venir con evidencias adjuntas, sino quedará como una noticia más…
[H/T: thehill]
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