Un equipo de arqueólogos han desvelado las primeras esculturas conocidas de figuras humanas realizadas por los pueblos de Tartessos, una civilización perdida que floreció en el sur de España hace unos 3.000 años y que se ha relacionado con el mito de la Atlántida. Según los investigadores, se trata probablemente de representaciones de dioses y guerreros.

El descubrimiento de cinco relieves de rostros humanos en el antiguo yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo ha revelado detalles inesperados sobre esta sociedad de la Edad del Bronce que desapareció misteriosamente hace unos 2.500 años. Aunque estos pueblos produjeron abundantes y magníficos artefactos, estos relieves son las primeras representaciones humanas excavadas en el yacimiento, lo que añade una nueva y sorprendente capa a nuestra comprensión de esta vibrante cultura.

Erika López, portavoz del Spanish National Research Council (CSIC), dijo en un comunicado:

“Lo insólito del nuevo hallazgo es que las representaciones corresponden a rostros humanos. Este extraordinario hallazgo supone un profundo cambio de paradigma en la interpretación del pueblo de Tartessos, tradicionalmente considerado una cultura anicónica por representar a la divinidad a través de motivos animales o vegetales, o mediante betilos (piedras sagradas)”.

Dioses antiguos con rostros humanos

Los rostros humanos datan del siglo V a.C., a la cola de esta civilización secular que ha encantado a estudiosos antiguos y modernos. Dos de los relieves mejor conservados parecen representar a mujeres que podrían haber sido diosas del panteón tartésico, según el equipo dirigido por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez, del Institute of Archaeology del CSIC.

Una tercera figura adornada con un casco podría ser un guerrero tartésico, según los investigadores. El par de relieves restantes están peor conservados, pero también podrían ser deidades que vigilaban al guerrero como parte de una escena esculpida más amplia.

Los relieves humanos se encontraron en un antiguo templo de adobe lleno de huesos de animales que fueron sacrificados, devorados y depositados en una fosa durante un sacrificio masivo. Por alguna razón desconocida, el lugar fue sellado intencionadamente y quemado hasta los cimientos como parte de un ritual que parece haber sido común entre los tartessos, ya que los cercanos yacimientos tartessos de Cancho Roano y La Mata también fueron incendiados de forma similar.

Los artefactos enterrados entre los restos de estos edificios ofrecen una visión de esta antigua cultura, conocida por su singular lenguaje escrito y sus magníficas obras de arte en metal. Los tartessos descendían probablemente de grupos paleohispanos y fenicios del Mediterráneo occidental y se hicieron famosos por sus intrincados artefactos elaborados con oro, plata, bronce, cobre, estaño y otros metales extraídos de la región.

Desaparición de los Tartessos

Aunque los tartessos prosperaron en el sur de Iberia durante varios siglos, esta rica cultura parece haber desaparecido de la faz de la Tierra poco después de que Casas del Turuñuelo fuera incendiada. Algunos expertos han especulado con la posibilidad de que el colapso del comercio minero y metalúrgico asestara un golpe mortal a la economía de los tartessos.

Dos de las figuras talladas probablemente representan diosas con aretes de oro. Crédito de la imagen: Samuel Sánchez (El País)

Otros estudiosos han sugerido que los terremotos y tsunamis infligieron inundaciones y daños generalizados a los asentamientos tartésicos de los que la civilización nunca se recuperó. Esta hipótesis explica por qué algunos investigadores han sugerido que la Tartessos podría ser el origen de la leyenda de la Atlántida, aunque otros miembros de la comunidad académica han calificado estas afirmaciones de “fantasiosas”.

Dado que las Casas del Turuñuelo se descubrieron hace muy poco, en 2015, los arqueólogos aún solo están arañando la superficie de este fascinante yacimiento. El equipo del CSIC espera que la futura excavación del antiguo templo revele nuevos conocimientos sobre los tartessos, su cultura y su extraña desaparición.

López señala en el comunicado:

“Estos hallazgos inciden aún más tanto en la importancia del yacimiento como en la de la cultura tartésica en el valle del Guadiana durante sus últimos momentos”.

Aunque los Tartessos no dejaron mucho registro arqueológico, los arqueólogos saben que eran expertos en la orfebrería; por ejemplo, se han desenterrado piezas de oro similares a los pendientes de los relieves en dos yacimientos tartésicos cercanos, Cancho Roano y La Mata. Estos lugares fueron incendiados hasta los cimientos de manera similar al sitio del pozo recién descubierto, pero por qué y cómo ocurrieron estas conflagraciones sigue siendo un misterio

Referencias: Vice / CSIC

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