Un grupo de astrónomos ha descubierto recientemente un agujero negro supermasivo y «casi desnudo», desplazándose por el espacio a una velocidad de 2.000 millas (3.200 kilómetros) por segundo.
«No hemos visto nada como esto antes», dijo el investigador principal James Condon, del Observatorio Nacional de Radioastronomía, que piensa que el agujero negro inusual, denominado B3 1715+425, nos puede ayudar a comprender mejor cómo las galaxias se forman y evolucionan.
«Estábamos buscando pares de agujeros negros supermasivos, con un desplazamiento desde el centro de una galaxia, como prueba inequívoca de una fusión de galaxias anterior», dijo Condon.
«En cambio, encontramos este agujero negro huyendo de la galaxia más grande y dejando un rastro de escombros detrás de él.»
Para poner su desnudez en perspectiva, nuestra propia Vía Láctea posee unos 100.000 años luz de diámetro, pero el recientemente descubierto, dejados alrededor del extraño agujero negro tiene sólo 3.000 años luz de diámetro.
Entonces, ¿qué le pasó a la galaxia que lo rodea?
Los investigadores piensan que el problema comenzó cuando se topó con otra galaxia. Eso no es inusual, y la mayoría de las grandes galaxias en el Universo surgieron por la fusión con otras galaxias más pequeñas.
En realidad, este objeto cósmico, no es nada más que los restos de una galaxia, devorada por otra, de mayor tamaño. Ambas galaxias son parte de un cúmulo que se ubica a más de 2.000 millones de años luz de la Tierra.
El encuentro entre ellas ocurrió hace millones de años y despojó a la galaxia pequeña de casi todas sus estrellas y gas. Lo que queda por el momento es el agujero negro y un minúsculo remanente galáctico de tan solo unos 3.000 años luz de diámetro.
Los agujeros negros supermasivos son millones o miles de millones de veces más grandes que el Sol y suelen residir en el centro de las galaxias. Según creen los científicos, las galaxias mayores crecen devorando a las más pequeñas, lo que provoca que los agujeros negros de ambas comiencen a orbitar entre sí hasta fusionarse.
Los astrónomos creen que, con el tiempo, en unos mil millones de años, B3 1715+425 se volverá invisible, ya que no tendrá estrellas de las cuales alimentarse – pero es probable que continúe a toda velocidad a través del Universo, sin dejar rastro.
Eso sugiere que también puede haber más de estos agujeros negros desnudos por ahí que los investigadores simplemente no han podido ver antes.
La investigación se publicó en la revista Astrophysical Journal, y está disponible en su totalidad en línea ahora en arXiv.org .
Más información acerca de este increíble descubrimiento a continuación:
0 comentarios