Un equipo de investigadores ha hecho un descubrimiento insólito: una serie de ráfagas de radio parecidas a latidos de corazón que emanan de una erupción solar a miles de kilómetros por encima de la superficie del Sol, y aún están tratando de averiguar qué las causó.

Como se detalla en un nuevo artículo publicado en la revista Nature Communications, el equipo internacional de científicos señaló la ubicación de los intensos latidos de las ráfagas de ondas de radio a una llamarada solar de clase C, una fuerte erupción de radiación electromagnética.

La investigación podría ayudar a los científicos a dar sentido a la agitación que se produce en la superficie del Sol.

Sijie Yu, astrónomo del New Jersey Institute of Technology (NJIT) y autor del estudio, afirma en un comunicado:

“El descubrimiento es inesperado. Este patrón de latido es importante para comprender cómo se libera y se disipa la energía en la atmósfera del Sol durante estas explosiones increíblemente potentes en el Sol”.

Sin embargo, aún quedan muchos interrogantes.

Yu añadió:

“Sin embargo, el origen de estos patrones repetitivos, también llamados pulsaciones cuasiperiódicas, ha sido durante mucho tiempo un misterio y una fuente de debate entre los físicos solares”.

Cortesía: NASA

Latido secundario

Las observaciones se remontan a datos de 2017 recogidos por el radiotelescopio del NJIT, el Expanded Owens Valley Solar Array (EOVSA) en California. En él, el equipo encontró patrones de estallidos solares que se repetían cada diez a 20 segundos, que el equipo comparó con un “latido del corazón“.

Aunque estos pulsos, conocidos como pulsaciones cuasiperiódicas (QPP), no son en sí mismos infrecuentes, el equipo descubrió una fuente secundaria inesperada en un lugar donde las láminas de corrientes eléctricas se rompen y vuelven a conectarse entre sí en la superficie del Sol, un proceso que se cree que alimenta las llamaradas.

Yu afirma en un comunicado:

“Es la primera vez que se detecta una señal de radio casi periódica localizada en la región de reconexión. Esta detección puede ayudarnos a determinar cuál de las dos fuentes causó la otra”.

El análisis de los investigadores reveló islas de corriente magnética en forma de burbuja, que pueden influir en la cantidad de energía que se libera durante una erupción, una investigación que podría permitir comprender mejor algunas de las explosiones más potentes de nuestro sistema solar.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Nature Communications.

Crédito imagen de portada: depositphotos.com

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