Alrededor del mundo se han hallado restos de ciudades subterráneas enormes y que denotan que en el remoto pasado fueron construidas por una posible causa en común. Desde Cueva de los Tayos, Chavín de Huantar, Derinkuyu y otras más nos dejan una gran pregunta: ¿por qué fueron construidas?

Estamos viviendo el final de un ciclo de 12.000 años. El periodo de transición entre ciclos siempre está asociado a graves cataclismos. Al final del último período tuvo lugar un acontecimiento a escala mundial, una catástrofe geológica que provocó la inundación de una gran isla del Atlántico Norte: la Atlántida.

Ahora vemos que la ciclicidad se repite, y en este momento que estamos viviendo, ya estamos observando hoy como el planeta tiembla por acontecimientos climáticos que nuestra civilización aún no ha visto. Pero necesitamos conocer la verdad y la historia y, basándonos en ella, tomar decisiones que afectarán al destino futuro de la humanidad viviente.

Ciudades subterráneas: ¿mucho en común entre ellas?

Rebobinemos el tiempo hacia el pasado y desvelemos toda la cadena de acontecimientos que tuvieron lugar en el planeta tras el Diluvio. En la mitología egipcia se conservan leyendas sobre la Edad de Oro (Zep Tepi), la época del renacimiento espiritual de la humanidad. “Zep” – tiempo, “tepi” – el primer comienzo de la existencia cósmica. Zep Tepi significa la primera vez o el primer momento del comienzo del nacimiento de una nueva civilización. En aquella época, las personas que aspiraban al desarrollo espiritual permanecieron en la Tierra, y los atlantes, junto con su desarrollo tecnocrático, fueron expulsados a las mazmorras. Hasta ahora, existen numerosos testimonios de ciudades subterráneas y complejos de templos.

Derinkuyu es una ciudad subterránea en la Turquía moderna. 12 plantas se adentran en la tierra y todas las salas y túneles tienen una excelente ventilación. Los científicos creen que sólo una pequeña parte del territorio está abierta. Hay hipótesis sobre 20 pisos aún no descubiertos.

Las antiguas cuevas de Longyou, en China, tienen una superficie de más de 30.000 metros cuadrados. Se desconoce qué tecnologías se utilizaron para desarrollar estas cuevas y realizar mediciones arquitectónicas.

También en el territorio de China hay enormes cuevas misteriosas Huashan con muchas columnas de piedra y una estructura única de materiales procesados. No se sabe adónde fue a parar la piedra excavada, porque sería suficiente para pavimentar el camino a lo largo de 240 km. Todo esto sugiere que en aquella época se utilizaban tecnologías desconocidas para la humanidad moderna.

Son muy interesantes los laberintos subterráneos de los túneles de Chinkanas, cerca de la antigua ciudad de Cuzco, en Perú. Se trata de calles subterráneas con muchos ramales y trampas. Ninguno de los aventureros se atrevía a entrar allí sin un rollo de cuerda atado a la salida.

Sin embargo, esto no sirvió de nada y en los años 50 desaparecieron más de 200 personas. Buscaban allí las joyas de los antiguos reyes, de las que oyeron hablar por las historias de Philippe Lamontier, un espeleólogo francés que, por una afortunada casualidad, salió de estos laberintos de cuevas con signos de infección de peste bubónica, sosteniendo una mazorca de oro en sus manos. Murió poco después, y la mazorca sigue en el Museo de Lima.

Nadie sabe dónde terminan estas mazmorras. Dicen que conducen al corazón mismo de los Andes, pero muchos investigadores coinciden en que los túneles subterráneos pasan bajo los océanos y conectan los continentes.

Leyendas alrededor del mundo

En el folclore de los pueblos sudamericanos existe una leyenda sobre gente serpiente que vive en mazmorras. Se empezó a hablar de ellos cuando empezaron a desaparecer los espeleólogos. Sabemos que esta gente serpiente son Reptilianos o Apexianos, una supuesta raza alienígena que esclavizó a los humanos en el pasado. Tal vez entraron en las mazmorras con los atlantes, pero en cualquier caso, los túneles subterráneos eran el lugar de sacrificios sangrientos.

En Perú, no lejos del desierto de Nazca, conocido por sus dibujos, que sólo pueden verse a vista de pájaro, hay cuevas en las que se encontraron pedestales de piedra similares a altares. Los pedestales tenían canaletas para el flujo de sangre. Algunos de los túneles estaban llenos de restos humanos, y eran tan largos que llegaban hasta debajo del océano.

Existen mitos sobre dioses subterráneos en China, pero entre las tribus sudamericanas existe una leyenda aún más interesante. La leyenda habla del todopoderoso Padre de la Humanidad, que, habiendo completado el acto de la creación en la Tierra, se fue a su inframundo. Esta leyenda es un eco del conocimiento sobre el gobernante supremo de la Atlántida – El, que realmente tenía tremendas oportunidades, aunque dotó a todos los pueblos de la Tierra con sus hijos e hijas. La palabra “élite” sólo viene de la palabra El, cuando los hijos de El eran considerados dioses, y gobernaron casi todo el planeta. Y luego la Atlántida – era realmente una civilización desarrollada, al nivel de la cual la humanidad moderna aún no ha llegado. Existen increíbles obras maestras de arte subterráneo presumiblemente realizadas por sus descendientes en las mazmorras de la India.

Hace 6.000 años hubo un punto de inflexión en la historia de la humanidad, y fue justo 6.000 años después de la muerte de la Atlántida. En esta época de la Edad de Oro, el período de despertar espiritual de la humanidad fue sustituido por el formato de consumo de la sociedad en la que todavía vivimos. Creemos que los antiguos sumerios crearon las primeras ciudades y estados, y esto fue un salto en el desarrollo de nuestra civilización, pero en realidad fue la pérdida de la humanidad y de todos los fundamentos espirituales. Una persona en esta época deja de vivir según valores espirituales y adopta las pautas de un formato consumista.

Como resultado de este cambio de prioridades, las personas fueron desplazadas. Entonces salieron los descendientes de los atlantes, que vivían bajo tierra, y los que seguían adhiriéndose a la nueva forma de sociedad se vieron obligados a trasladarse a otros territorios o a pasar a la clandestinidad, a menudo ocupando las mismas cuevas en las que antes habían vivido los descendientes de los atlantes. Uno de los ejemplos más claros de tal movimiento de personas son los templos subterráneos de Malta.

Se cree que el templo subterráneo más antiguo del mundo, el Hipogeo Ħal Saflieni de Malta, empezó a construirse antes del año 4000 a. C. Lo más interesante es que tiene cuevas en forma de huevo que se adentran en la tierra. Los historiadores creen que esa forma ovalada se creó porque en aquella época reinaba en Malta el culto a la Madre Tierra. Suponen que esta forma personificaba el útero femenino y significaba fertilidad y maternidad. Sin embargo, hay que entender que tales ideas sobre una deidad femenina sólo se deben al dominio del formato de pensamiento consumista materialista en la mente de la gente moderna. De hecho, la veneración de lo divino femenino está asociada al desarrollo espiritual de la sociedad del pasado lejano, y el poder de la creación se oculta precisamente en lo femenino, que tiene un significado sagrado.

Una figurilla de piedra de una mujer obesa dormida encontrada en el Hipogeo personifica espiritualmente el principio femenino que subyace a la creación del mundo y contribuye a la transformación espiritual del hombre. Tal vez en algún momento vivieron personas que realmente se dedicaban a su desarrollo espiritual y no tenían nada que ver con los atlantes.

La Cámara Hipogea tiene muchas entradas, pasillos, trampas, túneles, escaleras, escalones y otros objetos. El antiguo templo subterráneo resuena a una frecuencia de 110 GHz, que corresponde a las frecuencias de muchas estructuras megalíticas antiguas y tiene un enorme impacto en la psique de las personas.

SÍGUENOS EN TELEGRAM

Cabe señalar que en las profundidades del Hipogeo se encontraron túneles interminables, en los que también desaparecieron personas. Se conoce el caso de 30 escolares, junto con sus profesores, que hicieron una excursión por las cuevas y desaparecieron sin dejar rastro. Dicen que una semana antes vieron unas criaturas peludas incomprensibles que parecían personas, pero no se sabe si esto es cierto o falso.

Así pues, las ciudades subterráneas son una enorme red de laberintos situados a diversas profundidades del planeta Tierra, y están construidos con tecnologías de las que hoy no disponemos. Explorar estos túneles es muy peligroso, por lo que las entradas a los mismos están selladas por las autoridades. Tal vez alguien aún viva allí, pero lo más interesante es que en un tiempo la gente fue expulsada de allí porque vivían en el consumismo, utilizaban la magia, los sacrificios rituales para obtener un poder infinito en la Tierra.

Existe la teoría que los descendientes de los antiguos habitantes subterráneos aún viven entre nosotros y supuestamente controlarían muchos aspectos del mundo actual, un mundo en decadencia. Quizá esto sea una copia exacta de la sociedad descompuesta de los tiempos de la Atlántida.

Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!