Al sur de Siberia, en Rusia, se descubrieron unas ruinas que parecen “imposibles”. Gornaya Shoria fue construida con enormes bloques de piedra con superficies planas, ángulos rectos y esquinas afiladas, como si hubiesen usado maquinaria para esculpirlas.
Las rocas de granito que componen las ruinas Gornaya Shoria están apiladas de forma ciclópea, con muros que superan los 40 metros de altura y se extienden hasta 200 metros por la zona montañosa.
Su ubicación en el lugar más recóndito de Rusia las han convertido en todo un enigma para la arqueología y la ciencia ¿Quién las hizo y para qué?
Gornaya Shoria: un megalito imposible
Estas estructuras serían mucho mayores que otros monolitos. (Wikimedia Commons)
La arquitectura usada para su construcción se asemeja a la de otros megalitos importantes, como Puma Punku, Teotihuacán o Tiahuanaco.
Muchos expertos creen que su edificación no pudo haber sido realizada por una civilización humana antigua, bajo “ningún concepto”.
Algunos teóricos sugieren que son evidencia de la existencia de gigantes que habitaron el mundo en el pasado remoto. Y la respuesta podría encontrarse bajo el desierto siberiano.
El Monte Shoria, por su traducción al español, se compone de enormes bloques de granito con superficies planas y lisas, ángulos rectos y esquinas afiladas. Aparentemente, fueron apilados siguiendo una lógica increíble.
No es la primera vez que se encuentran megalitos sorprendentes en Rusia; el “Stonehenge ruso”, el Arkaim o la formación de Manpupuner son solo dos ejemplos de ellos. Sin embargo, ninguno se compara al Gornaya Shoria.
El hallazgo fue posible gracias al arqueólogo John Jensen y el ufólogo ruso, Valery Uvarov. El arqueólogo aseguró que no había medidas exactas de la estructura, pero a partir de la escala representada por las figuras humanas, los megalitos son mucho mayores a los conocidos en el mundo.
Aseguró que algunos podrían pesar entre 4.000 toneladas, aunque al no haber estudios sobre la zona, las afirmaciones son solo parte de sus observaciones.
Por otro lado, para Uvarov, el monolito de Baalbek, considerado uno de las estructuras de piedra individual más grande usada en el pasado, se queda pequeña en comparación con el Gornaya Shoria.
Controversia y desacreditación
Las rocas de granito tienen superficies lisas y ángulos filosos. Crédito: Василий Яр / Wikimedia Commons
El hallazgo generó mucha controversia entre los medios locales. Algunos asegurando que se trata de la evidencia de una civilización avanzada antigua, capaz de realizar hazañas arquitectónicas únicas, difíciles de replicar aun en la actualidad.
Los escépticos creen que hay que mantener la calma y tener cuidado con este supuesto hallazgo, mientras que teóricos afirman que la forma de las piedras son más que convincentes.
Es evidente que no parecen formaciones naturales, pero la comunidad científica insta a ser más precavidos y a investigar más.
Esta no es la primera vez que se encuentran unas ruinas que sugieren que existió una civilización desconocida en el pasado. En 1987, bajo las aguas de Japón, se encontró el monumento de Yonaguni, el cual fue considerado como la prueba más convincente una civilización perdida.
Pero al igual que como ha ocurrido con Gornaya Shoria, parece que la comunidad científica no desea que estos hallazgos salgan a la luz, ni que descubramos sus orígenes.
Por el momento, los magníficos megalitos se encuentran en un área que no es propensa a terremotos o inundaciones, por lo que se descarta que se trate de una formación natural. Si ese es el caso ¿Quiénes lo construyeron?
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