Está claro que cuando se trata del surgimiento de la vida, esta nos tiene reservadas una que otra sorpresa, y sin decir que ha sido capaz de dejar “boquiabiertos” a más de un científico. Extrañas formas de vida han sido encontradas en el interior de volcanes activos, en lagunas con agua muy ácida, en glaciares y en rincones del planeta Tierra donde la mayoría de organismos biológicos (incluidos nosotros) no podríamos sobrevivir ni siquiera un minuto. Esto ha llevado a que algunos se pregunten: ¿podría de alguna manera la vida desarrollarse y prosperar en el interior de las estrellas?
¿No estamos buscando lo suficiente?
Absolutamente todos los programas de búsqueda de vida extraterrestre se centran en el estudio de los exoplanetas, que son similares en muchos aspectos o lo fueron en un pasado lejano.
Sin embargo, los físicos Luis Anchordoqui y Eugene Chudnovsky, de la City University of New York, consideran que este enfoque es irracional y nos priva de una imagen coherente del orden mundial.
La vida, en su opinión, puede tener formas completamente extrañas e incluso vivir, por ejemplo, en las entrañas de las estrellas.
Los autores del estudio no afirman que en el interior de las estrellas se escondan civilizaciones extraterrestres muy desarrolladas, pero no excluyen la posibilidad de que “algo” pueda vivir allí, dejando descendencia antes de ser destruida por el calor y la presión.
Sin duda, el estudio es en gran medida especulativo, pero amplía la búsqueda de vida extraterrestre.
Si realmente queremos encontrar vida fuera de la Tierra, debemos considerar varias opciones y admitir lo imposible, lo que no cabe en nuestra cabeza.
Vida extraterrestre extraña
Según la hipótesis de Anchordoka y Chudnovsky, la vida en el interior de las estrellas puede basarse no en el ADN, como la vida en la Tierra, sino, por ejemplo, en partículas monopolares -partículas elementales con un polo magnético, que son capaces de formar rápidamente estructuras enormes y reproducirse.
Esto podría proporcionar algo parecido a las mutaciones genéticas sin la participación del ADN, que asignará nuevos rasgos a la descendencia, quizás incluso antes de la aparición de la inteligencia.
Los investigadores escriben en su artículo:
“Comparada con la vida de una estrella, su duración es una chispa instantánea de luz en la oscuridad. Lo importante es que esa chispa consiga producir más chispas antes de desvanecerse, proporcionando así una larga vida a la especie.
La complejidad que evoluciona a través de las mutaciones y la selección natural aumenta con el número de generaciones transcurridas. En consecuencia, si los tiempos de vida de las especies nucleares autorreplicantes son tan cortos como los de muchos objetos nucleares compuestos inestables, pueden evolucionar rápidamente hacia una enorme complejidad.”
¿Podrían desarrollar inteligencia?
Hipotéticamente hablando, tal vez sea posible que una forma de vida de este tipo pueda desarrollar inteligencia, y tal vez incluso una gran inteligencia, dice Chudnovsky.
Los autores del estudio creen que hay que buscar hipotéticos huéspedes del interior de las estrellas dentro de aquellas luminarias que se enfrían y atenúan anormalmente rápido.
El extraño comportamiento de la estrella puede explicarse por la insaciable actividad de una vida extraña, que se “alimenta” de la energía termonuclear que la rodea.
¿Cuál sería el aspecto de estas formas de vida?
El aspecto que tendría una especie de este tipo es un festín para la imaginación. Pero no hace falta saber su aspecto para buscar indicios de su presencia.
Dado que estos organismos utilizarían parte de la energía de su estrella anfitriona para sobrevivir y propagarse, las estrellas que parecen enfriarse más rápido de lo que los modelos estelares pueden explicar podrían ser anfitrionas de lo que los investigadores llaman “vida nuclear“.
Se han observado varias estrellas de este tipo, y su enfriamiento ligeramente acelerado sigue siendo un misterio. Las estrellas que se oscurecen de forma errática sin explicación podrían ser también un buen lugar para buscar, como EPIC 249706694.
Los investigadores tienen cuidado de señalar que vincular estas estrellas a la vida nuclear sería un arco muy largo de dibujar. Pero hay anomalías interesantes por ahí. Y también interesantes posibilidades.
Los científicos agregaron:
“El universo puede estar saturado de vida que es tan diferente de la vida en la Tierra que ni siquiera podemos identificar su existencia”.
Bueno, no debemos descartar la idea de que la vida pueda surgir en el interior de las estrellas. La composición de estas enormes esferas es muy rica y variada por lo que es posible que alguna forma de vida muy extraña se atreva a surgir y desarrollarse. Y ¿por qué no? Volverse muy inteligente.
La investigación titulada “Can Self-Replicating Species Flourish in the Interior of a Star?” puede ser leída en este ENLACE.
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