La Inglaterra del s. XVI vio a más de uno de los ocultistas más famosos de la historia. Uno de ellos fue Edward Kelley quien, entre otras cosas, afirmó ser poseedor de la piedra filosofal y poder trasmutar algunos metales para crear oro. También dijo ser vidente, y haberse comunicado con unas misteriosas entidades que él mismo identificó como angelicales, pero… ¿Quién era Edward Kelley?
El ocultista de la Corte
La vida del ocultista es un prácticamente un misterio. Hay rumores de que trabajó con un falsificador de documentos y de que había estudiado gramática, pero poco se sabe de lo que sucedió hasta que conoció a John Dee, astrónomo de la corte de la reina Isabel I y consejero de la regente, asimismo, como Kelley, también era un versado alquimista y astrólogo.
Edward Kelley. Cortesía: magic-realist.com
Durante buena parte de su vida y en su búsqueda por obtener conocimientos ocultos, Dee había tratado de trabajar con varios videntes, unos estafadores en su opinión, pero quedó complacido cuando conoció a Kelley, de quién dijo que le impresionó con sus habilidades. Juntos, se embarcaron en continuos intentos de contacto con entidades sobrenaturales, y según ambos expresaron, finalmente así lo consiguieron.
Hablar con ángeles
Kelley, haciendo de médium, utilizaba la técnica de la cristaloscopia, el mirar en un objeto reflectante esperando alguna revelación. Normalmente, acostumbran a utilizarse bolas de cristal o espejos.
El vidente dijo haber contactado con unas entidades que tanto él como Dee consideraron angelicales. Kelley miraba en el cristal y Dee anotaba afanosamente todo en sus diarios. Estos “ángeles” les transmitieron un lenguaje que los ocultistas llamaron “Enoquiano“, en honor al patriarca bíblico, pues según les revelaron, Enoc habría sido el último ser humano conocedor del sagrado idioma. Según dijeron, esta era la lengua que tanto seres angelicales como humanos habrían utilizado antes de la Torre de Babel y la confusión de las lenguas. Asimismo, también habría sido utilizado por Adán para poner nombre a los animales en el jardín del Edén.
Los ocultistas, dejaron escrito en sus diarios que primero recibieron un alfabeto compuesto por 21 letras y días después, una serie de mensajes que constituirían un libro, el “Liber Loagaeth“. Continuaron recibiendo comunicaciones y acabaron concluyendo que, quien lo dominara, podría comunicarse con los ángeles a voluntad.
Todo esto, a su vez, generó un complejo sistema de rituales con el que, siempre según los canalizadores, se podría invocar a estas entidades.
Voces disonantes
Como no podía ser de otro modo, existen serias dudas sobre la verosimilitud de lo referido. Primeramente, están aquellos que sí que creen que se logró contactar con unas entidades pero que piensan que podrían ser engañosas haciéndose pasar por ángeles sin serlo.
Imagen: Pexels / Pixabay
Por otro lado, algunos lingüistas han estudiado parte del lenguaje enoquiano y su gramática y no piensan que se trate de una lengua orgánica y natural, sino al contrario: sería algo artificial. En este caso, tal vez se lo habría inventado Kelley como ya habría hecho otras falsificaciones en su vida. Queda a juicio del lector el formar su propia opinión, como siempre.
Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma, explora la vida tanto de Kelly como de otros personajes igualmente enigmáticos en el siguiente video de una serie en la que se detallan las personas más misteriosas de la historia:
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