A pesar del creciente interés en los efectos de las prácticas de entrenamiento mental, tales como la meditación, hay mucha ambigüedad en cuanto a si, y en qué medida los distintos tipos de práctica mental tienen efectos diferenciales en el cambio psicológico.
Es bien sabido por la mayoría de personas, que la meditación tiene efectos prácticos reales para el cuerpo y la mente. Y aunque algunos la ponen en práctica, es posible que apliquen solo un tipo de ella. Sin embargo hay más de un tipo de meditación que se puede realizar.
En un estudio realizado para la revista Mindfulness, se observó a 229 participantes durante 8 meses mientras aprendían y practicaban la meditación por primera vez.
En términos generales, los participantes se sintieron con más energía y más concentrados después de la meditación pero apreciaron diferentes efectos específicos según el tipo de la misma:
- Meditación enfocada en la respiración: Cuando te enfocas en tu respiración. Puede considerarse como una “base” sobre la que se construye hacia otros tipos de meditación. Mejora tu enfoque y tu habilidad para distrarte menos con tus pensamientos. [Fuente]
- Examen corporal: Mueve tu concentración de la cabeza a los pies, enfocándote cada vez en una parte del cuerpo diferente. Mejora la percepción del cuerpo y cómo te sientes sobre él. Puede dismintuir los sentimientos negativos en general. [Fuente]
- Meditación de amor-amabilidad: se comienza enfocándose en los sentimientos que se tienen por un ser querido, entonces se expande ese sentimiento a otros en tu vida, incluido aquellos por los que tienes sentimientos negativos. Aumenta los pensamientos positivos y la amabilidad hacia los demás. [Fuente]
- De observación de los pensamientos: Se concentra en los pensamientos conforme aparecen en la mente, etiquetándolos o consintiéndolos, para simplemente ponerlos a un lado y seguir adelante. Ayuda a ser más consciente de los pensamientos negativos y a evitar distraerse por ellos. [Fuente]
Ninguno de estos descubrimientos son particularmente sorprendentes, pero si tienes algo específico en mente en lo que te gustaría trabajar a través de la meditación, como aumentar el número de pensamientos positivos, tus sentimientos respecto a los demás o adquirir mayor conexión con tu propio cuerpo, escoger el tipo correcto de meditación puede ayudarte a conseguir ese objetivo.
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