Cuando vemos las grandiosas y gloriosas Pirámides de Giza, y cómo se encuentran hoy en día, es muy difícil imaginar cómo fueron construidas en el remoto pasado.
Estos laberintos de piedra, construidos para honrar a los muertos y llevarlos al más allá, se erigieron hace unos 4.500 años (según versiones oficiales) sin tecnología moderna y con una precisión asombrosa.
Pero los egipcios necesitaban mucho más que unas rampas primitivas para transportar los pesadísimos bloques de piedra hasta su posición.
Investigación da nuevas luces sobre la construcción de las Pirámides
Un nuevo estudio sugiere que las condiciones ambientales favorables permitieron la construcción de las pirámides de Giza, con un antiguo brazo o vertiente del río Nilo que servía de conducto navegable para el transporte de mercancías.
Hader Sheisha, de la Aix-Marseille University (Francia), y sus colegas, escribieron en un artículo:
“Para edificar las pirámides, las tumbas y los templos de la meseta, ahora parece que los antiguos ingenieros egipcios aprovecharon el Nilo y sus crecidas anuales, utilizando un ingenioso sistema de canales y cuencas que formaban un complejo portuario al pie de la meseta de Guiza.
Sin embargo, hay una escasez de pruebas ambientales sobre cuándo, dónde y cómo evolucionaron estos antiguos paisajes”.
(Public domain / NadineDoerle)
Los arqueólogos han pensado durante algún tiempo que los constructores de pirámides egipcias podrían haber dragado vías de agua del río Nilo para formar canales y puertos, aprovechando las inundaciones anuales que actuarían como un ascensor hidráulico para transportar los materiales de construcción.
El complejo portuario que, según la hipótesis de los arqueólogos, daba servicio a las pirámides de Khufu, Khafre y Menkaure (Keops, Kefrén y Micerinos) se encuentra actualmente a más de 7 kilómetros al oeste del actual río Nilo. Las calas también debían ser lo suficientemente profundas para mantener a flote las barcazas cargadas de piedras.
Las perforaciones realizadas durante las obras de ingeniería urbana en los alrededores de la actual Giza han aportado pruebas estratigráficas de capas de roca que coinciden con un antiguo brazo del Nilo que se extendía hacia la base de las pirámides.
Persisten las interrogantes
Sin embargo, persisten los interrogantes sobre cómo los egipcios diseñaron el acceso al agua de las pirámides de Guiza. En la época en que se construyeron, el norte de Egipto sufría algunos cambios climáticos extremos, con inundaciones repentinas que asolaban repetidamente la Ciudad Perdida de las Pirámides, Heit el-Ghurab, que albergaba a trabajadores estacionales.
En este estudio, los investigadores recurrieron a los granos de polen fosilizados para trazar una imagen más detallada del sistema fluvial tal y como discurría hace milenios. Los granos de polen pueden conservarse en sedimentos antiguos y, en otros estudios, se han utilizado para reconstruir climas pasados y paisajes con vegetación que hoy parecen muy diferentes.
Extrayendo granos de polen de cinco núcleos perforados en la actual llanura aluvial de Giza, al este del complejo piramidal, el equipo identificó una abundancia de plantas con flores parecidas a la hierba que bordean las orillas del río Nilo y de plantas palustres que crecen en entornos lacustres.
Esto, dicen, revela la presencia de una masa de agua permanente que atravesaba la llanura aluvial de Giza y se hinchaba hace miles de años.
A partir de ahí, trazaron la subida y bajada de los niveles de agua en el brazo Khufu del río Nilo a lo largo de 8.000 años de historia dinástica egipcia, relacionando sus resultados con otros registros históricos.
Sheisha y sus colegas, escribieron:
“Nuestra reconstrucción de 8.000 años de los niveles del brazo de Khufu mejora la comprensión de los paisajes fluviales en la época de la construcción del complejo de pirámides de Giza.
La rama de Khufu se mantuvo en un nivel alto de agua… durante los reinados de Khufu, Khafre y Menkaure, facilitando el transporte de materiales de construcción al complejo de pirámides de Giza”.
Khufu desciende
Ubicación de los núcleos (puntos rojos) en la llanura aluvial de Giza. Crédito: Sheisha et al., PNAS , 2022
Pero después del reinado del rey Tutankamón, que ascendió alrededor de 1349 a 1338 a. C., el brazo Khufu del Nilo descendió gradualmente hasta alcanzar sus niveles más bajos documentados en los últimos 8.000 años hacia el final del periodo dinástico.
Ese descenso se correlaciona con los marcadores químicos de los dientes y los huesos de las momias egipcias, que también sugieren un entorno árido, junto con otros registros históricos.
Sin embargo, como en todos los estudios arqueológicos, los rangos de fechas cronológicas -de los reinados de los faraones y de los cambios ambientales- pueden variar mucho, por lo que debemos tomar estos resultados con cautela.
Pero al vincular los datos ambientales e históricos, el estudio proporciona una evidencia mucho más directa que cuando los arqueólogos buscaron fractales perdidos – patrones exquisitos y autorrepetitivos que se encuentran a menudo en la naturaleza – para deducir que los antiguos egipcios podrían haber tallado canales fluviales al construir las pirámides de Dahshur, más al sur de Giza.
Arne Ramisch, geólogo de la Universidad de Innsbruck, escribió:
“Es difícil de creer la gigantesca huella que dejaron los egipcios”.
Los investigadores de este último estudio sugieren que podrían utilizarse enfoques similares para reconstruir los antiguos paisajes acuáticos que bañaban otros complejos piramidales egipcios, incluida la necrópolis de Dahshur, cuando se construyeron estos monumentales edificios.
Los hallazgos de la investigación se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
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