Un equipo de la Universidad de Buckingham encontró evidencia de uno de los primeros perros domesticados en Gran Bretaña, en un sitio cercano a Stonehenge, en Wiltshire.
En Blick Mead, también conocido como el Campo de Vespasiano, encontraron un diente de perro que data de 7.000 años, 2.000 años antes de que Stonehenge fuera construido.
El análisis por la Universidad de Durham mostró que el perro habría sido más o menos el tamaño, la forma y el color, posiblemente, de un Ovejero Alemán o Pastor Alemán. Las características químicas del esmalte del diente (debidas al agua que el perro bebía) ubican el origen del animal en la zona de la actual ciudad de York.
El cariño de los británicos por las mascotas domésticas viene desde la antigüedad. Así lo corrobora este hallazgo realizado cerca del monumento megalítico Stonehenge: un grupo de viajeros prehistóricos recorrieron 400 kilómetros junto con un perro, informa The Daily Telegraph.
El diente descubierto por un grupo de arqueólogos de la Universidad de Buckingham a una distancia de 2,4 kilómetros de distancia del mítico monumento pertenece a uno de los perros domesticados más antiguos de Gran Bretaña. En concreto, el can vivió hace 7.000 años, o lo que es lo mismo, 2.000 años antes de que fuera erigido el Stonehenge.
«Habrá que reescribir la historia porque no conocíamos que la gente del Mesolítico hubiera recorrido distancias tan largas», afirma una portavoz de la Universidad de Buckingham. El perro pudo haber sido considerado una mascota prestigiosa y tal vez fue trasladado desde el norte de Inglaterra a la zona donde posteriormente sería construido el Stonehenge, en el sur de la isla.
Una herramienta de pizarra procedente de Gales también fue descubierta en el lugar junto con artefactos procedentes del centro y oeste de Inglaterra.«Ello significa que la gente hacía viajes a gran distancia para intercambiar ideas y nuevas tecnologías», afirma la citada portavoz de la Universidad de Buckingham.
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