A lo largo de la historia han existido algunos personajes que, quizás no por las razones más convencionales, han despertado nuestro interés. Místicos, ocultistas y videntes podrían ser buenos ejemplos en este sentido y de entre ellos, una de las figuras que más ríos de tinta ha hecho correr es sin duda Grigori Rasputín.

Origen

El místico, natural de Siberia, en su localidad era considerado un tanto extraño, ya en su infancia se decía que poseía ciertas capacidades poco habituales aunque poca información ha transcendido sobre la primera parte de su vida.

En 1887 contrajo matrimonio y pronto se convirtió en padre pero, un buen día, decidió abandonar a su familia para recluirse en un monasterio por un súbito interés religioso según algunos autores, aunque otros, sugieren que habría sido para escapar de las consecuencias por el robo de un caballo.

Tras abandonar la vida monástica, se dedicó durante varios años a realizar viajes de peregrinación por toda Rusia y poco a poco un grupo de seguidores fue creándose a su alrededor. Se reunían para rezar, hecho que no gustó a muchos y que pudo originar la suposición de que el místico también se habría unido a una secta cuyas creencias no eran del agrado de la Iglesia Ortodoxa que la condenó públicamente. Este grupo era conocido especialmente por practicar relaciones íntimas en grupo. Si bien, algunos autores refieren que esto podría ser únicamente un rumor.

Tiempo después, el místico volvió a recluirse hasta que, debido a su fama de sanador, pudo acceder a la familia Romanov.

Rasputín y los Románov

Fue una recomendación y a la reputación que ya ostentaba como hombre santo, lo que le dio finalmente acceso a la corte para tratar al primogénito del Zar: Alekséi, quien padecía de hemofilia. Rasputín acabaría por convertirse en su médico personal quedando los zares convencidos de sus habilidades especiales para la sanación, y con el tiempo, su influencia tanto en los miembros de la corte como en la propia familia Romanov se tornaría de gran importancia.

Con frecuencia se menciona su gran carisma, característica que por seguro le sirvió para, no sólo hacerse un hueco en la corte, sino para ganarse el favor de la Zarina Alejandra, de la que acabó siendo una especie de consejero y confidente.

Rasputín contaba con contactos de gran importancia entre la aristocracia de San Petersburgo y tanto su influencia como su estatus en la corte crecieron hasta tal punto, que se cree que sus vaticinios llegaron a tenerse en cuenta en materias políticas. Todo esto, también le generaría peligrosos enemigos.

Controversias

Como no podía ser de otro modo, el místico fue el protagonista de algunas controversias. Principalmente, sus visiones, comentarios y hábitos hicieron que se le acusara de hereje en el ámbito religioso. Muchos miembros de la Iglesia Ortodoxa no veían con buenos ojos a Rasputín.

Asimismo, a lo largo de su vida, adquirió fama de tener una vida íntima especialmente activada y se indica en muchos casos que no acostumbraba a dar negativas a sus seguidoras. Ya en la corte, los rumores sobre sus encuentros con miembros de la aristocracia no hicieron más que crecer e incluso se llegó a sospechar que tuvo encuentros de este tipo también con la Zarina quien estaba totalmente encandilada por el místico.

También se le llegó a acusar de violación en más de una ocasión, no sólo a sus seguidoras sino a las propias hijas del zar…

Vida y muerte

No sólo la vida de Rasputín estuvo plagada de polémicas y misterios, sino también su muerte. El místico encontró su final en una confabulación de sus enemigos, compuesto por algunos aristócratas, para asesinarle.

Una noche se le invitó a pasar la velada en el palacio del Príncipe Yusupov. En el sótano le ofrecieron comida previamente envenenada si bien, el veneno no parecía afectarle en absoluto. Los presentes no salían de su asombro al verlo así que le ofrecieron vino, también envenenado. Este nuevo intento tampoco pareció afectar a Rasputín en absoluto así que el propio príncipe no se lo pensó mucho y le disparó con un revolver en el pecho haciendo que el místico cayera al suelo.

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Dándole por muerto, los conjuradores llevaron el abrigo y otras pertenencias que llevaba encima Rasputín a su apartamento para que pareciera que había vuelto a su casa aquella noche pero cuando volvieron al sótano del palacio, sorprendentemente, Rasputín no solo se puso en pie, sino que se abalanzó sobre el príncipe. En la trifulca que se sucedió, Yusupov, tratando de huir del místico casi inmortal, subió las escaleras y salió de palacio. Rasputín le persiguió y ahí uno de sus compañeros le volvió a disparar. Cayó fulminado. Finalmente, lanzaron su cuerpo al río.

El místico ha dado mucho que hablar, tanto en su época cómo hasta ahora, pero no es el único personaje misterioso e interesante. Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma presenta a algunas de las personas más misteriosas de la historia en el siguiente video:

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