En Internet pueden encontrarse muchas teorías extrañas, sobre todo en lo que se enmarca dentro del ámbito de la conspiración. Cómo no, no podían faltar acusaciones sobre “los amos que controlan el mundo” y algunos de sus planes pero… ¿les saldrían bien todos? En ocasiones no… o eso es lo que apuntó un conocido periodista e investigador canadiense.
Serge Monast
Es posible que el nombre de Serge Monast le suene al lector, quizás ya lo haya escuchado antes. Este sería el investigador canadiense que habría dado a conocer al mundo el infame “Proyecto Blue Beam” por el que las élites, mediante una tecnología notablemente avanzada, entre otras cosas, tratarían de unificar a todas las religiones del mundo.
Pero este no fue el único plan de “las élites” que Monast daría a conocer al público. También habló de otro plan cuyo primer intento de implementación no habría salido bien: los protocolos de Toronto.
Protocolos de Toronto y el 6.6.6.
Éste sería el título de la información que habría conseguido filtrar el periodista sobre lo que se concluyó en una reunión que un grupo elitista habría tenido en Toronto en 1967. Este grupo, según Monast, se hacía llamar a sí mismo “6.6.6.” puesto que habría estado compuesto por los representantes de:
- Los 6 bancos más grandes del mundo
- Las 6 empresas energéticas más importantes y
- Los 6 consorcios de alimentación más notables (incluyendo a la industria farmacéutica).
Un siniestro plan
¿Qué se habría determinado en esta reunión? Pues según el investigador, se habría creado una hoja de ruta a seguir para llegar a la implementación del famoso “Nuevo Orden Mundial” para los años 90. Cosa que evidentemente no pasó, así que se especula con algo pudo salir mal con el plan. ¿Pero cómo lo querían hacer?
Según se explica, se buscaba eliminar paulatinamente estructuras sociales tradicionales como la familia, la religión y la nación. Así se dejaría al individuo en una especie de aislamiento, sin ningún apoyo cercano. Lo que permitiría inculcarle nuevas ideas. El objetivo era el de romper la importancia de los lazos familiares, transferir el rol parental al Estado y controlar la educación. En definitiva, ganar control sobre la mente del individuo.
Esto se haría de una forma muy particular: a base de pan y circo.
Panem et Circenses
La locución “Pan y circo” fue utilizada por un poeta romano para describir algunas prácticas políticas de la época. Básicamente, el mantener a la población distraída para que no repare en temas de importancia, sobre todo políticos.
Según reportó Monast, este era precisamente el lema que las élites le pusieron al oscuro proyecto que tenían entre manos. Distraer a la población con cualquier cosa que proporcionara entretenimiento y/o placer. Cualquier cosa: espectáculos, deportes, viajes, música, moda, crisis económicas, guerras… lo que se le ocurra al lector.
Mientras tanto, ellos estarían buscando ganar control sobre las industrias más importantes.
¿Se están cumpliendo?
Juzgue el lector. Por seguro que muchos verán reflejado el pan y circo en la sociedad actual si bien, según parece, esta élite reconoció en sus reuniones que hubo factores que no habían tenido en cuenta y en 1985 se habrían vuelto a reunir para actualizar los protocolos. ¿Estaba Monast en lo cierto? ¿Se trataría de una fuente creíble? Lo cierto es que el investigador no dio a conocer cómo obtuvo esta información alegando que de hacerlo, estaría comprometiendo a sus informantes…
Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma nos cuenta más detalles sobre esta y otras teorías extrañas de internet en el siguiente video de una serie en el que explora las teorías más llamativas:
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