Investigadores han verificado la autenticidad de un antiguo texto Maya del siglo XIII, logrando así resolver el enigma de si el misterioso fragmento era realmente auténtico.
El Grolier Codex (Códice de Grolier), se cree que fue descubierto por saqueadores en la década de 1960. Durante mucho tiempo fue visto con sospecha por los arqueólogos e historiadores, pero un nuevo análisis ha sugerido que no solo es genuino sino que es el manuscrito conocido más antiguo en las Américas.
Mientras que los otros códices Maya «sobrevivientes» fueron encontrados durante el siglo XIX, el Grolier se destacó como una potencial falsificación durante mucho tiempo, solamente saliendo a la luz a finales del siglo XX. Las páginas fueron encontradas supuestamente por saqueadores en una cueva en Chiapas, México, antes de sean colocados en una colección privada.
«Su historia está envuelta en un gran drama», dice el antropólogo Stephen Houston de la Universidad de Brown. «Fue encontrado en una cueva en México, y un millonario coleccionista mexicano, Josué Sáenz, lo envió al extranjero antes de su vuelta eventual a las autoridades mexicanas». [Fuente]
El Códice toma su nombre del «Grolier Club» en la ciudad de Nueva York, donde se exhibió en la década de 1970, pero desde su descubrimiento, los investigadores debatieron si las páginas eran una falsificación ingeniosamente diseñada para emular el estilo de escritura, ilustraciones y antiguos materiales de los Maya.
El hecho de que haya sido encontrado por saqueadores y no por arqueólogos le quitó mucha credibilidad. Además las circunstancias que rodean el hecho en que el coleccionista Saenz tomó posesión del códice alentó nuevamente a los incrédulos.
El coleccionista afirma que fue contactado por dos ladrones, quienes le contaron sobre el descubrimiento de la cueva. Luego fue transportado en un avión, donde la brújula estaba oculta por un trapo, para más tarde descender sobre una remota pista de aterrizaje. ¿Alguna similitud con Indiana Jones? Sí, claro. Justamente estos factores hacían dudar a los académicos, y era totalmente entendible.
Otros artículos encontrados en la cueva junto con el Códice de Grolier incluyen una pequeña máscara de madera y un cuchillo de sacrificio. Pero mientras que estos artículos fueron reconocidos hace mucho tiempo como auténticos, el Grolier en sí mismo seguía siendo tema de debate en los círculos académicos.
«Se convirtió en una especie de dogma que esto era falso», dice Houston. «Hemos decidido volver a examinarlo muy cuidadosamente, para comprobar las críticas una a la vez. Ahora estamos publicando un facsímil definitivo del libro. No puede existir la menor duda que el Grolier es genuino.»
Houston y su equipo revisaron todas las investigaciones conocidas realizadas al Códice, «independientemente de la política, académica y de otro tipo, que han envuelto al Grolier», explican en su documento.
Los investigadores analizaron los orígenes del manuscrito, examinaron el uso de ilustraciones e iconografía y comparando su artesanía con los estilos conocidos de los pintores mayas.
Las pruebas de carbono 14 también revelaron que el Grolier realmente precede a los códices mayas más establecidos: los códices de Dresde, Madrid y París, el nombre de las ciudades donde se encuentran.
La datación por carbono reveló que el manuscrito fue originado en el siglo XIII, y el análisis del texto sugiere que una falsificación en la década de 1960 hubiera sido casi imposible, pues se hubieran requerido conocimiento de los aspectos de la cultura Maya que fueron descubiertos por los historiadores y científicos hasta más adelante en el siglo XX.
Es emocionante pensar que nosotros podríamos simplemente haber rastreado el linaje de las páginas más antiguas conocidas en las Américas. Por su parte, los autores de este estudio ya no tienen dudas.
Los resultados de este estudio han sido publicados en Maya Archaeology 3: Featuring the Grolier Codex
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