En algunas ocasiones, cuando se delegan grandes responsabilidades que recaen sobre nuestros hombros, es inevitable sentirse agobiado, o nervioso. Este fue el caso de Margaret Hamilton, la pionera ingeniera de software, sin embargo, gracias a su sobresaliente trabajo, hizo posible la misión Apolo.
¿Quién fue esta importante mujer?
Margaret Hamilton, nació el 17 de agosto de 1936, en la región de Paoli, Indiana. Su vida laboral inició cuando se mudó a Michigan, allí se graduó con una licenciatura en Matemáticas y Filosofía. Sin embargo, su carrera apenas empezaba.
En 1958 se casó, un año después tuvo una hija. Aunque su vida estaba llena de responsabilidades, todavía tenía un sueño que perseguir, y de seguro no lo dejaría escapar.
¿Por qué decide Hamilton estudiar Matemáticas?
Inicialmente Hamilton en una de sus entrevistas, dijo que la directora de la universidad la incentivó a estudiar esta carrera. Y que por esa razón le estaba muy agradecida. Por otro lado, en ese momento de su vida, no había posibilidades de estudiar Informática y programación.
El trabajo de Hamilton con Edward Lorenz
Las carreras que a Hamilton le interesaban más, no se podían estudiar en alguna universidad, porque todavía no eran disciplinas disponibles. Pero trabajar en compañía de Edward Lorenz la ayudó a aprender. De esta manera fue como Margaret empezó su travesía en el mundo de la Ingeniería de Software.
Transcurriendo el año 1961 esta ingeniosa mujer fue asignada a un proyecto de fuerza aérea llamado, SAGE. Su objetivo era identificar posibles aviones enemigos. Aunque tal vez para una chica tan inteligente, suene fácil, para Margaret fue difícil, debido a la complicación de los programas que eran usados.
Margaret Hamilton con ingenieros de apoyo a la misión para Apollo 8. Cortesía: Draper Laboratory
¿Por qué fue complicado el proyecto SAGE?
Una de las razones por las que este proyecto se volvió un poco difícil para Hamilton fue porque le asignaron un programa complicado. No conforme con eso, todas las indicaciones se encontraban escritas en latín y griego. Pero, esta no fue una misión imposible para ella.
Todos se llevaron una gran sorpresa cuando Margaret Hamilton, no solo hizo que el programa funcionara, sino que también agregó sus respuestas en estos idiomas. Dejando claro que era una excelente trabajadora y que no había labor que no pudiera cumplir.
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¿Cuál sería la próxima misión de Margaret?
Al haber culminado su proyecto SAGE, Margaret fue postulada como directora de la división de Software. Siendo la primera programadora tomada en cuenta para ejecutar el proyecto Apolo. Al principio, cumplió con sus deberes básicos, pero más tarde casi toda la responsabilidad recaería sobre sus hombros.
Hamilton era una experta rastreando los errores que pudieran encontrarse en el sistema, y no se quedaba de brazos cruzados cuando una computadora decía “Error”. Ella debía ir más allá, aun cuando en su escuadrón de trabajo, todos estaban acostumbrados a no buscar las razones del error en el programa.
Margaret Hamilton en el MIT. Cortesía: MIT
¿Por qué deseaba Margaret entender con exactitud cualquier detalle?
Si Hamilton lograba descubrir con sus investigaciones rigurosas la raíz del error, podrían prevenirlo en un futuro. Por lo tanto, empezó un estudio a profundidad de cada uno de estos desperfectos del sistema y los agrupó por categorías.
El crítico momento que Margaret tuvo que superar
Durante la misión Apolo surgió un error, y este momento para Margaret se volvió crítico. Sin embargo, gracias a su buen instinto y su inteligencia pudo rescatar esta misión y culminar sin ningún contratiempo.
Resulta que la computadora de guía Apolo, se encontraba sobrecargada, y las luces de advertencia empezaron a parpadear. Se enfrentaba a la opción de tener que cancelar el alunizaje, lo que terminaría en una misión fallida.
Margaret Hamilton con el código del software de navegación del Apolo impreso en doce libros.. Cortesía: MIT Museum
Darse por vencida no era una opción
Margaret Hamilton siempre se encontraba preparada, y en esta oportunidad, soluciona el problema vaciando la memoria del CPU. Seguidamente la reinició y resguardó los recursos de mayor prioridad, como lo necesario para el aterrizaje lunar.
Al realizar esta labor de gran responsabilidad, con tanta destreza, Hamilton obtuvo la oportunidad de seguir trabajando para la NASA en diferentes misiones espaciales. Actualmente, es considerada como un ícono de la ingeniería informática, incluso, en el año 2016 el presidente Obama le otorgó una medalla presidencial.
Margaret Hamilton fotografiada por NASA en 1998. Cortesía: NASA
A pesar de todas las dificultades en su camino, Hamilton nunca se dio por vencida, ni lo consideró una opción. Sin lugar a dudas, es la pionera que hizo posible el alunizaje, y un gran ejemplo para todos.
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