Según antiguas crónicas, cuando el planeta era muy joven, existía una mágica tierra donde todo era equilibrio, y sus habitantes eran considerados grandes sabios iluminados. Durante eones, aquella primigenia humanidad gozó de una prosperidad envidiable, y nada parecía perturbar sus avances sin par. Sin embargo, un terrible acontecimiento truncó el destino de aquella raza destinada, que marcó un antes y después.
Aunque su memoria nunca fue olvidada, el paso del tiempo convirtió aquella historia en un recuerdo lejano, y de tinte casi fantástico. Pero aun así su leyenda sobrevivió, y a partir del siglo XIX, la llamada tierra de los inmortales, conocida popularmente como Hiperbórea recuperó lentamente su sitio como objeto de interés. Los últimos años han visto un resurgimiento en cuanto al llamado continente perdido, que la luz espiritual considera primordial, por su papel como emisor de todo conocimiento actual. Pero la enigmática Hiperbórea, parece ocultar aún más secretos, que en este artículo proponemos revelar. Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.
En busca de Hiperbórea. Morada de los Sacerdotes de Apolo
“La ‘Tierra sagrada’ del océano Ártico es la isla legendaria de Ogigia, de Elixoia, de Thule o Tule identificada con Islandia, dotada durante toda la Antigüedad clásica todavía de un clima muy dulce”. Serge Hutin. Las Civilizaciones Desconocidas, 1980.
La existencia de una tierra mítica ancestral, especie de paraíso primordial, donde en tiempos remotos se habría alzado una cultura avanzada anterior a las computadas por registros históricos conocidos, forma parte esencial de tradiciones y leyendas catalogadas en la memoria tradicional, como una edad de oro desaparecida, rememorando en sus pasajes, la convivencia de los hombres junto a los dioses.
Bautizada como Hiperbórea, (región del sol eterno, extendida más allá del dios Bóreas, señor del frío y las tempestades), su latitud geográfica la ubica en el norte septentrional europeo, aunque algunos registros amplían su influencia hasta el Asia Central, e incluso América del Norte. En el buceo de las fuentes más antiguas, tenemos que cronistas griegos son los más dedicados en el rescate de su memoria, cuyo inicio más remoto tiene a Hecateo de Abdera (S.III a. C.) como uno de sus difusores principales recopilado en Sobre los Hiperbóreos. Allí se cuenta que el lugar santo de los hiperbóreos, se construyó según el modelo de las esferas, ubicándose en las regiones célticas.
Algunos estudiosos de la obra de Hecateo sugieren, el filósofo griego aludía a Gran Bretaña como aquella región mágica, donde una vez habitaran los fantásticos Tuatha Dé Danann, primera pista sugerente. También no se priva de sugerir, dentro de Hiperbórea habría estado localizado el primitivo Stonehenge.
Más tarde Diodoro de Sicilia o Sículo, (S.I. a. C.) añadiría algunos datos anexos, emergentes de la visión de Hecateo de Abdera, declarando que Leuké, localizada en el Océano Atlántico, es la legendaria tierra del dios Apolo nacido en Hiperbórea. Leuké así mismo, es descrita como la isla blanca o resplandeciente, simbolizada por la esvástica para los pueblos celtas. Un segundo autor de gran importancia, Aristeas de Proconeso, (s.VII a.c.), a quién se vincula como maestro del gran Herodoto, y en cuya obra Arimaspeas, entrega lo siguiente:
“Aristeas, hijo de Castrobio, componiendo un poema épico, dijo haber llegado, poseído por Febo, a Issedoni y más allá de Issedoni a Arimaspians, donde habitan los cíclopes y más allá de éstos, los grifos de oro, y además de estos los hiperbóreos, que se extienden hasta el mar”.
Un anexo sobre su persona sindica que Aristeas tenía el don de la ubicuidad (capacidad de estar en varios lugares a la vez), y que su viaje a la región del norte boreal, habría tenido lugar por medio de esta habilidad, misterio no menos intrigante.
Otro maestro hiperbóreo de gran importancia es Ferécides de Siro, (S.VI.a.c), que además de ser considerado uno de los siete sabios de Grecia, fue tío del gran Pitágoras, legando un trabajo hoy casi desaparecido, Heptamychia (Las cinco cavernas), donde alude «al conocimiento constante de la luz del norte». En algunos pasajes dedicados a Ferécides de Siro, se lo detalla como un hombre de hermosura sin igual comparándose con el dios Apolo, figura principal del panteón hiperbóreo, y cuya flecha simbólica cargaba Ferécides en sus travesías dentro de Grecia. Más tarde esta influencia daría nacimiento al famoso culto de Delos. En este punto surgen datos sugestivos, que merecen atención. Más allá de estas crónicas donde Hiperbórea aparece muy unida a Grecia, como vemos de gran influencia en la construcción de su posterior mitología, así como la de los maestros citados, ¿qué otras pistas podemos evocar, acerca de su pasada historia?
Un escritor británico contemporáneo Joscelyn Godwing, en El Mito Polar (2009) configura la siguiente información:
“Se cree en tiempos primigenios, la Tierra no estaba inclinada, sino que giraba perfectamente erguida, con su ecuador en el mismo plano que la elíptica; o lo que bien a ser los mismos, con el eje perpendicular al plano de su órbita alrededor del Sol, y cuya vuelta al Sol por la Tierra tomaba 360 días (En este panorama las estaciones no existirían, los días serían iguales, con clima uniforme a lo largo del año). En la edad de oro, el tiempo en toda su plenitud, estaba más cerca de la eternidad. Al salir del paraíso caímos en el tiempo, iniciando el descenso humano. Los textos iraníes hablan de Yima, el primer hombre y el primer rey, bajo cuyo gobierno se desconocían el calor, el frío, la vejez, muerte y enfermedad”.
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A nivel científico esta interpretación, podría encauzarse con el advenimiento del período glacial, que precede a Hiperbórea, (antes que el Ártico–Polo Norte, fuera cubierto por las nieves perpetuas), y que quizás originara el primer cataclismo conocido, ignorando si el mismo es coincidente con el llamado Diluvio Bíblico, lo cual habría enterrado a esta cultura haciéndola desaparecer. A la catástrofe hiperbórea debemos intercalar Thule, como otro de los tópicos coincidentes ¿Capital de este reino ártico, o la mismísima Hiperbórea bautizada bajo otro apelativo? Quién primero informa sobre este nuevo misterio, es nuevamente un navegante griego, Piteas de Marsella (S.VI. a. C.), del cual se dice «llegó a una tierra que toca el círculo Ártico».
Allí los insulares le declararon: «Si todavía navegas un día entero hacia el Norte, encontrarás el mar sólido», (o sea, el banco de hielo permanente). Piteas pudo comprobar que en aquella isla de Thule las noches duraban casi 24 horas en el período del solsticio de verano, y ocurría lo contrario en el solsticio de invierno”.
El análisis del nombre de Thule cuyo desciframiento aludiría a «lugar extremo, isla brumosa o última», tiene una acepción aún más profunda, como bien revela el estudioso francés Serge Hutin en Las Civilizaciones Desconocidas, 1980, etiquetado Thule:
“Como ‘isla sagrada’, ‘la isla de los cuatro maestros’, los cuales quizás estaban simbolizados por las cuatro ramas de la esvástica, y representaban los guardianes de los cuatro puntos del espacio, dejando en el centro del símbolo del Eje, el Polo de la existencia manifiesta”.
En paralelo a Thule, un nombre aún más significativo nacido de la Odisea de Homero (atendiendo su asociación con mentores hiperbóreos), quién menciona Ogigia, (tierra de la juventud, o paraíso), dónde se cuenta en esta isla gobernada por Calipso y que fuera visitada en su viaje por el mismísimo Ulises, existía una primavera perpetua. Pero atendamos otros puntos. Ogigia es también vinculada con la Isla Basilia o Baltia, mencionada por el célebre historiador griego Jenefonte. Allí en esa isla abundaba el ámbar, que era utilizado como un tipo de combustible, y donde atención, se habría estrellado «el carro de Faetón». Tema que podemos interpretar como un guiño al enigma del planeta desaparecido, varias veces tratado, y cuyos actuales restos tratarían al cinturón de asteroides, o sea Maldek.
Un dato aleatorio que también involucra a la escenificada Ogigia, menciona según escribe Serge Hutin:
“Que los llamados guardianes de la tradición, habrían transportado su gran templo solar a un país en que el día más largo (dieciséis horas), es decir hacia los 50°, es precisamente la latitud exacta del templo solar megalítico de Stonehenge, cuyas piedras, según una vieja leyenda celta, habrían sido sacadas de la ‘isla sagrada’, de las ‘Islas de los Cuatro Maestros‘, hacia 1700 a. C. en el emplazamiento exacto de un monumento solar más antiguo”.
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Este informe sugerente devuelve la mirada hacia la saga de los Tuatha Dé Danann, (Tribus de la diosa Dana), que según una de las epopeyas celtas irlandesas más antiguas Mag Tuired, «vivían en las islas de norte del mundo, aprendiendo la ciencia, la magia, el druidismo, la brujería y la sabiduría, y superaron a todos los sabios paganos en las distintas artes», y que habrían arribado a las costas irlandesas luego de un espantoso diluvio. Cumplida su misión este sorprendente pueblo se habría retirado a sus moradas subterráneas. punto al que luego regresaremos. Antes abordamos otro misterio.
Groenlandia y la pista hiperbórea
“Existió un plan en los niveles más altos del Almirantazgo británico de 1818 a 1859, para ocultar la existencia en el Ártico canadiense de una raza de gigantes con conocimiento de la radiación, y el poder de hacer levitar barcos enteros”. Jeffrey Blair Latta. Franklin Conspiracy, 2001.
Antes de entrar en tema se advierte al lector, el enfoque elegido por esta escritora para tratar Hiperbórea, se nutre de la cuestión esotérica. Y es que rozamos una historia trascendental en el devenir humano, por sus implicancias espirituales, que incluyen la existencia de una tradición viva, y aún activa. Dicho esto, podemos dar paso a ciertas pistas existentes.
En 1569, Gerardus Mercator, geógrafo, matemático, y gran cartógrafo flamenco, publica su controversial Proyección Mercator. Se trata de uno de los primeros Atlas terrestres, con la particularidad de que sus mapas, no reflejan las verdaderas dimensiones continentales, entre otras rarezas. Una de estas anomalías es que los meridianos trazados, parecen deformarse, una vez rozados los polos. Ahora bien, es bien conocido Mercator fue muy cercano a John Dee el famoso mago británico. En una correspondencia que ambos mantuvieron en 1577, Mercator, hace a John Dee una revelación sorprendente.
Escribe:
“Hemos tomado [la geografía ártica] del Itinerium de Jacobus Cnoyen de La Haya, quien hace algunas citas de la Gesta de Arthur de Gran Bretaña; sin embargo, la mayor y más importante parte la aprendió de cierto sacerdote en la corte del rey de Noruega en 1364. Descendía en la quinta generación de aquellos a quienes Arturo había enviado a habitar estas tierras, y relató que en el año 1360 un cierto minorita, un inglés de Oxford, un matemático, fue a esas islas; y dejándolos, avanzó aún más por las artes mágicas y trazó un mapa y los midió con un astrolabio en prácticamente la figura adjunta, como hemos aprendido de Jacobus. Los cuatro canales que se muestran allí, fluyen con tal corriente hacia el remolino interior, que, si los barcos una vez entran, no pueden ser rechazados por el viento”.
Como digo, la declaración es del todo sorprendente, porque se alude a un viaje del mítico Rey Arturo en busca de esta tierra perdida, que bajo la tradición primordial ahora transmuta Hiperbórea como Avalon. ¿Empieza a comprender el lector? Pero hay más. Una profundización del caso lo tenemos en Los Libros Condenados, 1971, donde Jacques Bergier y Louis Pauwles, al tratar sobre John Dee y su vínculo con Mercator, publican:
“Dee afirma, en particular, que la proyección de Mercator no es más que una primera aproximación. Según él, la Tierra no es exactamente redonda, o, al menos, está compuesta de varias esferas superpuestas, alineadas a lo largo de otra dimensión. Entre estas esferas, habría puntos o más bien superficies de comunicación, y, de este modo, Groenlandia se extendería en el infinito sobre otras tierras diferentes de la nuestra. Por esto, insistía Dee en varias instancias dirigidas a la reina Isabel, convenía que Inglaterra se apoderase de Groenlandia, para tener en sus manos la puerta de otros mundos”.
Siglos después de estos acontecimientos en 1821, un tal George Williams Mamby, inventor británico creador de la bengala, y el extintor de incendios, se aventuró a realizar un viaje a Groenlandia luego publicado como Journal of a Voyage to Groenland. La obra no sólo destaca como registro invaluable de su época, sino que contiene enigmáticos grabados, así como estas expresiones, según nos traduce Weewarrior en su excelente Hiperbórea ¿Qué pasó con los continentes polares?:
“Al pasar por el punto cercano a este montículo, el aspecto del hielo era curioso por la irregularidad de los pedazos que yacían en todas direcciones, en diferentes formas y de diversos tamaños, como las ruinas de alguna inmensa ciudad, que había sido derrocada por una convulsión de la naturaleza. Hacia el oeste del punto … por lo menos treinta pies de alto, parecido a un templo … con más de ciento cincuenta pies de largo, y cincuenta pies de la superficie del agua, con aberturas como ventanas. Otro a la distancia parecía una torre, asentada sobre una base inmensa, de al menos veinte metros, de un azul berilio de lo más bello, y casi perpendicular. El hielo marino formó extensas pirámides y una cúpula elevada, que se podía observar a cierta distancia. Entramos ahora en una bahía de hielo con una variedad incesante de formas; pero los que más me llamaron la atención se parecían a los sarcófagos, los crómlech, y esa hermosa reliquia de la antigüedad en la llanura de Salisbury, Stonehenge“.
El Reino Prohibido, y sus Accesos Secretos
“Según una leyenda caldea, los antiguos viajeros que —hasta el año 4500 a. C. aproximadamente llegaban hasta el Norte, podían contemplar todavía los gigantescos glaciares que lucían al Sol, y tras de los cuales se extendía aún la enigmática civilización hiperbórea, que se dice era solamente accesible por un túnel intermediario, excavado en el hielo, que desembocaba en el Oriente Próximo, cerca del Éufrates”. Serge Hutin.
Durante inicios del siglo XX Hiperbórea vivió un nuevo renacimiento, gracias al auge esotérico. Una de las ideas más audaces compartidas por estos movimientos ocultos, es que Hiperbórea no se extinguió como muchos piensan, sino que eligió pasar a la clandestinidad subterránea, funcionando desde entonces como un colegio invisible en las sombras. Esta central de energía Interna seguiría en actividad, aunque tal concepto resulte imposible aceptar.
Uno de los países, que intentara encontrar evidencias de esta esta asombrosa realidad fue Rusia. Se dice durante 1922 fue enviada una misteriosa expedición hacia la Península de Kola, distrito de Lovlazer, región cercana al Círculo Polar Ártico. Por aquel entonces los rusos tenían informes reservados sobre Kola, repleto de fenómenos inexplicados, y otras anomalías existentes.
La operación secreta fue encargada a Alexander Vasilyevich Barchenko, versado estudioso con conocimientos en biología, geografía, e historiador, siendo además reputado ocultista, e interesado por la incipiente Parapsicología. Como subdirector del grupo se eligió a Alexandrovich Kondian, un astrónomo y astrólogo celebrado, así como experto en lenguas orientales.
Según narra Alexander Kurvitz, uno de los mayores expertos rusos sobre lo ocurrido con esta operación, a Barchenko quién durante la Revolución Rusa, 1917, estuvo trabajando en el Instituto del Cerebro y Actividades Nerviosas Superiores, se le encomendó la misión de buscar tecnología de punta, que incluían la energía nuclear, así como armas psicotrónicas. Se dice Barchenko estaba convencido, una civilización muy avanzada que creía Hiperbórea, tuvo su origen en el norte polar, y que luego de sufrir una espantosa destrucción se asentaron en las inmediaciones de Kola. Aquellos hiperbóreos según el místico ruso, dominaban la levitación, el vuelo espacial, y energías de tipo radiante.
Otros rumores suponen, Barchenko, mantenía contacto con grupos masónicos, quien proporcionaron datos valiosos, ayudando en su búsqueda de evidencia. Durante su exploración en Kola, interrogó a los antiguos chamanes de la Península, a quiénes creyó descendientes hiperbóreos. En un diario que luego escribió, habló de un túnel descubierto tapado por una alcantarilla, mencionando sensaciones físicas desconcertantes, y cierto temor en sus cercanías. Barchenko también se convenció de que la Península de Kola, pudiera ser una antigua central energética hiperbórea, donde incluso detectara formaciones piramidales. A pesar de estos avances, la investigación sobre Hiperbórea fue misteriosamente interrumpida. Barchenko, de quién se cree fuera cercano a Nicolás Roerich, falleció en 1938, víctima de un complot que llevó a su fusilamiento bajo acusaciones de espionaje. Hasta Aquí.
Conclusión
Rozado el enigma de Hiperbórea, en este artículo, y algunos de sus ocultos secretos, aun ferozmente resguardados; podríamos decir que, para avanzar exige templanza en el buscador, porque como ya vimos, indagar en el pasado terrestre sin los debidos recaudos tiene su costo. Después de todo enfrentamos uno de los «misterios mayores». Continuará.
Bibliografía
Libros:
- Bergier, Jacques; Louis Pauwles. Los Libros Condenados. Barcelona: Plaza & Janes, 1971.
- Gall, Michell. El Secreto de las Mil y Una Noches. Barcelona: Plaza & Janes, 1976.
- Godwin, Joscelyn. El Mito Polar. El Arquetipo del Polo en la Ciencia, el Simbolismo y el Ocultismo. Girona: Atalanta, 2009.
- Hutin, Serge. Las Civilizaciones Desconocidas. Barcelona: Plaza & Janes, 1980.
Sitios web:
- Avisos de Otras Civilizaciones
Pirámides de la Península de Kola.
https://avisosdeotrascivilizaciones.blogspot.com/2012/04/piramide-de-la-peninsula-de-kola.html?m=1 - Ciclología
Guenón, René. Lugar de la tradición Atlante en el Manvantara.
https://ciclologia.com/guenontradicionatlante.htm - Demin Valery
Hyperborea – la antecesora de la cultura mundial.
http://lib.ru/DEMIN/giperborea.txt_with-big-pictures.html - Helenista Kiwi
Gainsburg, Peter. Abaris de Hyperborea y su flecha mágica.
https://kiwihellenist.blogspot.com/2020/03/abaris.html - Imago Mundi
Taylor, E.G. Una carta fechada en 1577 de Mercator a John Dee.
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/03085695608592127 - Mitología Gurú
Hiperbórea: Tierra Mítica Del Pueblo “Más Allá Del Viento Del Norte” Tradición Griega.
https://mitologia.guru/lugares-mitologicos/hiperborea/ - Odkrywamy Zakryte
Nowan, Adam G. Hiperbórea. El Misterioso Origen de los Eslavos.
https://www.odkrywamyzakryte.com/hiperborea/ - Orígenes y Conspiración
Rasera46. Hiperbórea.
https://origenesyconspiracion.blogspot.com/2012/06/hiperborea.html?m=1 - Russia Beyond
Bozhkova, Elena. El país de los hiperbóreos, más allá del Círculo Polar Ártico.
https://es.rbth.com/viajes/2014/11/22/el_pais_de_los_hiperboreos_mas_alla_del_circulo_polar_artico_45257 - Treborok
Misteriosas expediciones al norte: en busca de Hyperborea.
https://treborok.wordpress.com/about/hyperborea/tajemnicze-ekspedycje-na-polnoc-w-poszukiwaniu-hyperborei/ - Weewarrior
Hiperbórea: ¿qué pasó con los continentes polares?
https://weewarrior.wordpress.com/2019/01/30/hyperborea-what-happened-to-the-polar-continents/
Artículo escrito por Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com
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Es ist mit Sicherheit nicht verkehrt, in diesem Zusammenhang sich auch das Leben und die Forschung von Nicolas Roerich anzuschauen.
Auf dem Wotanbild sind beide Kreuze zu sehen, das Original, die Swastika und das gespiegelte Hakenkreuz.
Tengo una duda , heptamychia no deberia de traducirse como Siete Cavernas? por el Prefijo Hepta 7, lo cual me hace recordar la Historia Mexica de que ellos proceden de un lugar llamado Chicomostoc, lugar de las 7 cuevas.