Uno de los misterios que más ha llamado la atención a los arqueólogos se encuentra en la pequeña isla española de Menorca. Los megalitos de Taula y su extraño parecido con los Stonehenge y al templo más antiguo del mundo, Gobekli Tepe.
Ubicada en el Mar Mediterráneo occidental, la isla de Menorca es la más oriental del grupo balear. Su superficie es rocosa y apenas alcanza 50 kilómetros de amplitud en su parte más ancha.
¿Por qué una pequeña isla española se ha convertido en un punto arqueológico importantísimo? Por que esparcidos por toda su superficie, se encuentran unos extraños megalitos de piedra, bautizados como los Megalitos de Taula, que se han convertido en un enigma.
Son 35 en total, aunque solo 13 continúan en pie. Sus semejanzas con otros monumentos históricos, como el templo turco Gobekli Tepe y con los Stonehenge ingleses, han provocado más de una teoría.
Los extraños megalitos de Taula
Hasta el momento, lo único que se sabe es que los construyeron humanos prehistóricos. Su origen y propósito son totalmente desconocidos, por lo que las teorías abundan.
En su mayoría, todas van dirigidas a fines astronómicos o religiosos, aunque algunos creen que pudo tratarse de un templo de curación o que se alineaban con los movimientos de la Luna.
La dificultad para saber sus orígenes reside en la propia isla. Menorca tuvo una gran cantidad de culturas y pueblos en la prehistoria; judíos, vándalos, el Imperio Bizantino, la Corona de Aragón, islámicos, Gran Bretaña y España. Para colmo, sus creadores no dejaron un solo registro sobre los megalitos.
Cabe destacar que «taula» significa «mesa» en catalán, uno de los idiomas principales de Menorca. Estas construcciones están hechas con una gran piedra plana en forma de horizontal colocada perfectamente sobre otra vertical de más tamaño, formando una «T». Una especie de pared en forma de «U» las rodea.
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Los megalitos de mayor dimensión alcanzan hasta los 3.7 metros de altura y durante años, se creyó que los cubría un techo. Sin embargo, las investigaciones lo descartaron, pues se encontró restos de un «pozo de fuego» usado para sacrificio frente de las Taulas.
Una de las cosas que más sorprende, no solo a los expertos, si no al público en general, es que esta colosales obras se hicieron en una época donde no existía ningún tipo de maquinaria.
Esto también ha generado otro tipo de teorías más alternativas, pues es complicado imaginar como simples humanos, solo con su fuerza física, alzaron tales rocas y las colocaron de una manera que las dejó perfectamente equilibradas durante milenios.
Se cree que su construcción fue alrededor del año 1.000 o 3.000 a. C. y sus responsables, la Cultura Talayótica.
Teorías sobre su origen
Entre las diferentes teorías sobre su origen, muchos expertos creen que se trataron de templos para adorar al dios talayótico.
No existe evidencia de que se usaran como templos de adoración, pero un hallazgo llevó a los arqueólogos a crear la hipótesis del dios toro.
Durante la excavación en el yacimiento «Torralba d’en Salort», se encontró una estatuilla de un toro de bronce entre otros artefactos similares a artículos que se encuentran en una iglesia actual.
Cabe mencionar que el toro fue de suma importancia para los primeros habitantes de Menorca, ya que estos llegaron desde Creta, donde el toro era alabado.
A pesar de que también se han encontrado placas con representaciones de toros, esta hipótesis no es aceptada del todo.
Otra de las teorías está relacionada con lugares de curación. Esto se debe a que las Taulas se construyeron en dirección a la constelación de Centaurus.
Además se encontraron otros elementos durante sus excavaciones, como una estatuilla egipcia que tenía grabado jeroglíficos que decían « Soy Imhotep, el dios de la medicina».
También se encontró un casco de caballo, el cual representa al dios griego de la medicina, Asclepio.
Curiosamente, esta también podría ser la causa de que las Taulas fueran abandonas, pues la constelación de Centaurus solo fue visible hasta el año 1.000 a. C., lo cual las hacía inservibles.
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La última teoría que se encuentra en las posibles verdades para la arqueología, fue la expuesta por Waldemar Fenn en 1930.
El investigador y artista alemán arribó a Manorca e investigó su historia, lo que lo llevó a escribir dos libros sobre la isla y las Taulas donde explicó su relación con la luna.
Un calendario prehistórico
Muchos creen que esta teoría es la más realista, pues explicaría el por qué de la ubicación exacta de 12 de las 13 taulas que continúan en pie.
Fenn expresó que encontró un arte rupestre prehistórico donde están representadas las constelaciones de forma exacta. Esto lo llevó a creer que los talayóticos se interesaban profundamente en la astronomía.
También se percató que las Taulas no miraban a un punto fijo en el cielo. Inmediatamente pensó en que estos monumentos se construyeron para apuntar un objeto «que se mueve en el cielo», y no algo estático.
Así descubrió que al mirar la entrada de la Taula en diciembre, la luna llena está en la esquina izquierda de la parte superior. Al próximo año, está a 1.5 grados a la derecha en comparación a su posición del año anterior.
Esto quiere decir que 9 años después, la luna estaría en el lado opuesto de la parte superior de la Taula, recorriendo 13.5 grados, creando un semicírculo.
18 años después, habría «vuelto sobre sus pasos» y se ubicaría en su posición original.
Otra cosa que notó Fenn es que la «pared» que rodea la Taula está formada por 12 columnas y una media columna. Esta última no está deteriorada, se creó así a propósito.
Esto se relaciona con su teoría ya que, al año, hay de 12 a 13 lunas llenas. En promedio serían 12.5, exactamente la misma cantidad de columnas.
El único problema de Fenn era esa Taula número 13, la única que se salía de su teoría. Esta se encuentra al norte de la isla y no está en la misma posición que las otras. Esto provocó que su teoría no fuera aceptada.
Sin embargo, años después se descubrió que la posición original de esta Taula no es donde está actualmente, por lo que la teoría de Fenn de los «calendarios prehistóricos» podría ser la correcta.
Pero aún quedan cabos sueltos ¿Cómo o quién fue el responsable de mover un monumento tan grande?
No cabe duda que los Megalitos de Taula en Menorca son uno de los misterios más grandes de la arqueología. A pesar de que las investigaciones continúan, ninguna de las teorías ha podido ser confirmada o desmentida. Su origen y propósito siguen siendo un enigma y hasta que eso no se resuelva, la incógnita continuará.
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