A comienzos del siglo XX, Thomas Edison sorprendió al mundo con una increíble batería, que dejaba obsoletas al resto. Por sorprendente que parezca, esa misma batería podría revolucionar la producción energética actual.
Acostumbrados a las enormes baterías de plomo y ácido de 1900, Thomas Edison equipó su auto con un nuevo tipo de batería inventada por él.
Esta batería era de mucha menor envergadura y era de níquel y hierro. A pesar de que el invento pasaría desapercibido para la época, podría cambiar el rumbo de la producción de energía en nuestros días.
Una batería única
Edison se basó en el trabajo del inventor sueco Ernst Waldemar Jungner, quien patentó la batería de níquel y hierro en 1899.
El estadounidense sabía todas las ventajas que traía esta batería: su resistencia y la velocidad de carga. La cual era el doble que las de plomo y ácido.
El problema es que ésta era mucho más grande y, obviamente, mucho más costosa. Pero eso no era lo peor; cuando se cargaba, liberaba hidrógeno, el cual podía ser peligroso para el ser humano.
Edison se encargó de eliminar cada uno de estos problemas, haciéndola mucho más compacta y barata.
Pero al momento de conseguirlo, los autos eléctricos estaban dejando de producirse. El mercado de los vehículos de combustibles fósiles estaba naciendo y todos sabemos cómo fue la historia.
El trato que el inventor había hecho con Ford Motors no se concluyó y la batería apenas era usada por grupos reducidos de personas o en ferrocarriles.
Ahora, un siglo después, los expertos han redescubierto esta batería y aseguran que podría revolucionar la producción energética.
Una nueva era
En el año 2010, un grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos, descubrió la batería de níquel y hierro.
Estudiaron el proceso en el que la electricidad carga la batería y como se produce la reacción química que, libera el hidrógeno y oxígeno.
En una época donde se ha demostrado que el hidrógeno no es nocivo para la salud, el equipo reconoció que esta reacción es parecida a la usada para liberar hidrógeno de agua. Mejor conocida como electrólisis.
Esta reacción es una forma de producir hidrógeno mediante la división del agua. Así puede usarse como un combustible totalmente limpio, siempre y cuando la energía usada para impulsar la reacción pertenezca a una fuente renovable.
El análisis de la batería sorprendió a los expertos ya que, si bien sabían que sus electrodos dividían el agua, éstos cargaron más energía antes de producir el hidrógeno.
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Esto quiere decir que se vuelve mucho más eficiente cuando se usa como electrolizador.
También se sorprendieron al ver, lo bien que los electrodos soportaron una reacción tan degradante como la electrólisis.
Así, los expertos lo bautizaron como «battolyser» y esperan que pueda ayudar a resolver los problemas actuales de la energía renovable: su almacenamiento y la producción de combustible limpio.
Un futuro prometedor
El principal problema con la energía renovable es que no es constante; por ejemplo, la energía solar depende mucho de una estación; el verano. En inverno o días donde no hay sol, su suministro de energía es pobre.
Por otro lado, las baterías comunes suelen almacenar energía a corto plazo, pero cuando se cargan completamente, necesitan liberar dicha energía. De no hacerlo, se sobrecargan y se degradan.
Pero el battolyser de níquel y hierro permanece estable aún estando totalmente cargado; momento en el que produce hidrógeno.
John Barton, investigador asociado de la Escuela de Ingeniería Mecánica, Eléctrica y de Fabricación de la Universidad de Loughborough, aseguró que dicha batería es capaz de tolerar carga insuficiente y sobrecarga de una mejor forma.
Al producir hidrógeno, agrega un almacenamiento de energía para muchos días.
Otro punto a favor de esta nueva batería es su mantenimiento, el cual es sumamente bajo. También tienen una duración increíble, algunas alcanzando hasta los 40 años.
Los materiales para su fabricación, también son mucho más comunes que el del resto de baterías. Por lo que no cabe duda que ayudará a que la energía renovable se vuelva mucho más rentable.
Otro punto a favor de battolyser, es que genera otras sustancias, como amoníaco y metanol. Eso quiere decir que con esta batería, una planta de amoniaco podría trabajar mucho más estable. Además de reducir costos operativos y de mantenimiento.
Volviéndola competitiva
Actualmente, la batería de níquel y hierro más grande es de 15 kW / 15 kW h, con la capacidad y almacenamiento necesario para alimentar 1.5 hogares.
Aunque se está fabricando una versión de 30 kW / 30kW h en la Central Eléctrica Magnum, en Eemshaven, Países Bajos. Se espera que esta pueda alimentar toda la central.
Si la batería funciona correctamente, se ampliará su producción y se distribuirá a los productores de energía limpia.
Aun así, los especialistas saben que no todo será tan fácil y aún hay obstáculos que sortear. Uno es mejorar la resistencia interna de la battolyser para volverla mucho más eficiente.
Parece increíble que una batería creada hace 120 años pueda cambiar el flujo de la historia energética en la actualidad. Posiblemente, su invento no será utilizado para lo que lo diseñó, pero sin duda, Thomas Edison es el principal responsable de esta revolución.
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Hola . . . saludos es importante y que sea corregida las fallas con que fue elaborada y gracias a sus estudio se esta logrando . . . Gracias