Los gigantes, seres con forma humana de gran tamaño, forman parte de las leyendas de decenas de culturas por todo el mundo. ¿Cabe la posibilidad de que una raza de gigantes haya vivido en nuestro planeta en el pasado? La experiencia vivida por el suizo Gregor Spörri parece responder a esta pregunta.
Gregor Spörri y su viaje a Egipto
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Gregor Spörri era el propietario de un club suizo que, en el año 1988, viajó a Egipto para aprender más sobre la cultura del lugar. Armado con una serie de libros que un buen amigo suyo le recomendó, decidió emprender esta aventura que le cambiaría la vida para siempre. Lo que menos imaginaba el viajero era que en Egipto encontraría pruebas fehacientes de la existencia de gigantes.
Inicialmente, Spörri recorrió la Gran Pirámide en busca de algún tipo de energía biocósmica en su interior. Haciendo uso de su dinero y personalidad, consiguió llegar a zonas inaccesibles para otras personas. Pasó horas y horas en sarcófagos esperando sentir cómo la energía cósmica fluía en el lugar. Después de hacer varios experimentos, no obtuvo resultados que lo satisficieran.
A punto estaba de terminar su viaje y abandonar el hotel donde estaba hospedado, cuando el camarero le dijo que tenía algo para él. Al darse cuenta del espíritu aventurero de Spörri, el camarero lo animó para que iniciara una excursión interesante. Le aseguró que encontraría un caso muy extraordinario que calmaría sus ansias de aventura.
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Comienza el recorrido hacia la reliquia de Bir Hooker
Al día siguiente, un taxi esperaba a Spörri fuera del hotel. El camarero le enseñó al conductor una nota arrugada en donde estaba una dirección, para que llevara allí a su pasajero. El viaje duró unas dos horas hasta que por fin llegaron al distrito Bir Hooker, un lugar cercano a la ciudad de Sadat, a 100 km al nordeste de El Cairo.
En ese lugar, Spörri conoció a un viejo granjero llamado Nagib, quien era descendiente de una antigua familia de ladrones de tumbas. Nagib había heredado de sus padres dos cajas de madera llenas de tesoros y joyas, con las que pudo comprar las tierras que ahora le pertenecían. Pero las cajas guardaban un secreto.
Un dedo de gigante
El granjero le dijo a Spörri que podía enseñarle algo verdaderamente sorprendente, y que le permitiría fotografiarlo si le daba 300 dólares. El joven aceptó, y esperó con paciencia a que el anciano sacara una de las cajas de madera y levantara su tapa. Luego retiró un paquete alargado envuelto en telas, de aspecto extraño, y sacó un objeto inusual: un dedo momificado gigantesco.
Dedo gigante.
A medida que lo examinaba con asombro, Spörri se daba cuenta de que era un dedo real, con unas dimensiones de 35 cm de largo y unos 6 cm de diámetro. Todo parecía indicar que ese dedo formó parte de algo mayor, un cuerpo humano gigante de unos 5 o 6 metros de altura. En la tela habían rastro de piel seca y la uña estaba suelta.
Pruebas que confirmaban el hallazgo
Spörri parecía escéptico ante lo que veía, así que el anciano le mostró algunas pruebas que confirmaban que el dedo era real, orgánico y humanoide. Extrajo de la caja una carpeta antigua llena de documentos, en donde había un certificado de autenticidad. Además, pudo ver una foto del dedo y una radiografía hecha al mismo en los años 60.
En busca de una explicación
La reliquia de Bir Hooker.
El granjero no dijo dónde había encontrado el dedo, pero hizo referencia a una habitación escondida bajo la Gran Pirámide en donde se encuentran grandes tumbas vacías. Como era de suponer, esta asombrosa reliquia no estaba a la venta, pero al menos Spörri pudo tomarle una foto como prueba de su existencia.
Luego de abandonar Egipto, el aventurero comenzó una búsqueda intensiva de respuestas a sus preguntas. Descubrió que en casi todas las culturas se habla de gigantes o seres de extraordinario tamaño que habitaron la Tierra en el pasado. Desde la Biblia hasta las mitologías egipcias y griegas, todos hablan de gigantes.
Un viaje de regreso
Spörri volvió a Egipto en 2009 para buscar la reliquia, pero muchas cosas habían cambiado, y el anciano granjero seguramente ya había fallecido. Hasta el momento, nadie ha encontrado a la reliquia y sus custodios, que parecen confirmar que los gigantes de verdad existieron.
Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.
Artículo escrito por Luisa Lugo, redactora de CodigoOculto.com
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