En el año 2003, un equipo científico descubrió unos restos óseos diminutos en una cueva de la Isla de Flores, en Indonesia. Apodaron a esta nueva especie «el hobbit» debido, precisamente, a su tamaño. Ahora, un nuevo estudio afirma que el pequeño «Hombre de Flores» convivió con los humanos modernos quienes, además, podrían haber jugado un papel destacado en su total extinción.
La investigación, llevada a cabo por arqueólogos de la Universidad de Wollongong (UOW) de Australia y por expertos del Centro Nacional de Investigación de Indonesia para la Arqueología, ha sido publicada en el Journal of Archaeological Science. En ella se explica el hallazgo de una prueba crucial que reveló que fueron Homo sapiens los responsables de los restos de hogueras que datan de hace 41.000 años encontrados en la cueva de Liang Bua. Siendo ésta, además, la evidencia más temprana obtenida sobre la presencia de humanos modernos en el sudeste asiático.
Tal y como informa desde sus páginas el diario español ABC, tras la última revisión del esqueleto original del «hobbit», que permitió datar la antigüedad de los huesos entre 190.000 y 60.000 años, y el descubrimiento posterior de herramientas de piedra de hace 50.000 años, permanecía aún abierta una brecha cronológica en la que se desconocía lo sucedido en el lugar hace entre 46.000 y 20.000 años.
Sin embargo, el Doctor Mike Morley, autor principal del estudio, y el resto de su equipo, han logrado llenar gran parte de este vacío detallando los cambios ambientales acontecidos en el lugar hace entre 190.000 y 20.000 años y revelando algo bastante inesperado: la evidencia física de hogueras que fueron encendidas hace entre 41.000 y 24.000 años por el hombre moderno para calentarse y cocinar, dado que no se ha encontrado evidencia alguna del uso del fuego por parte del Homo floresiensis.
Los investigadores utilizaron una técnica llamada «micromorfología» mediante la cual se examinan los sedimentos extraídos a nivel microscópico. De este modo, tras extraer bloques de sedimentos del fondo de la cueva, las muestras se analizaron al microscopio en láminas muy finas de sólo 30 milésimas de milímetro. También se realizaron análisis espectroscópicos de los sedimentos y se llevaron a cabo nuevas dataciones de radiocarbono para determinar la antigüedad de cada una de dichas capas.
«Ahora sabemos que los hobbits solamente sobrevivieron hasta hace unos 50.000 años en Liang Bua. También sabemos que los humanos modernos llegaron al sudeste de Asia y Australia hace al menos 50.000 años, y muy probablemente un poco antes. Este nuevo hallazgo se une a la evidencia de actividad temprana del Homo sapiens en el sudeste asiático y acorta la brecha entre las dos especies de homínidos en este lugar», ha explicado Mike Morley en declaraciones recogidas por ABC.»
En la actualidad, el equipo científico continúa buscando nuevas evidencias que vengan a confirmar lo que ya se atreven a sospechar: que los humanos modernos compartieron espacio y tiempo con los «hobbit» y que la posible interacción entre ambas especies pudo ser la causa principal de la extinción de los pequeños hombres de la Isla de Flores.
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