Dos potencias mundiales, China y Rusia se unirán para colaborar en el desarrollo de una futura base lunar, una estrategia que podría otorgarles la supremacía del espacio. Algo que sin duda preocupa a EE. UU. y a la Fuerza Espacial.
Los gobiernos de Rusia y China acordaron firmar un memorando de entendimiento que dice que los dos países colaborarán en una próxima base lunar.
Específicamente, informa SpaceNews, el memorando sugiere que Rusia se unirá para ayudar a China con sus planes con respecto al International Lunar Research Stations (ILRS). Es un giro sorprendente, pero no sorprendente, de la asociación de Rusia con las naciones que contribuyen a la Estación Espacial Internacional que podría tener un gran impacto en el panorama geopolítico de la exploración espacial.
Nueva sociedad
El objetivo del ILRS es establecer una presencia robótica a largo plazo en la Luna a principios de la década de 2030 y una presencia humana sostenida a finales de esa década. Rusia, que ha expresado anteriormente que la ISS se está volviendo inutilizable durante sus últimos años de operación, prestará su propia experiencia en viajes espaciales al proyecto, informa SpaceNews, aunque los detalles del acuerdo tentativo no se han finalizado.
Bleddyn Bowen, experto en relaciones internacionales de la University of Leicester, dijo en un comunicado:
“Este [memorando de entendimiento] se ajusta a la tendencia más amplia, que indica que Rusia está moviéndose hacia una órbita más cercana con China”.
Las relaciones entre la NASA y Roscosmos de Rusia se han vuelto muy tensas últimamente, y este nuevo acuerdo podría disminuir aún más el papel de la NASA como líder mundial entre los programas espaciales.
Eso se ve agravado por el hecho de que la Agencia Espacial Europea (ESA) también está vigilando al ILRS para ver si quiere unirse al programa, informa SpaceNews, una medida que aislaría aún más a la NASA, que tiene prohibido colaborar con China en el espacio, de la comunidad global.
0 comentarios