Un reciente estudio muestra que el permafrost que se halla debajo de los lagos árticos poco profundos se está derritiendo como resultado del cambio climático invernal.
El nuevo estudio lo ha hecho el equipo de Christopher Arp, del Centro de Investigación del Agua y del Medio Ambiente de la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF) en Estados Unidos.
El permafrost (denominado también permahielo) es, a grandes rasgos una capa subterránea de tierra o roca con hielo y materia orgánica atrapada, que, estando lo bastante resguardada de los rayos del Sol puede en su mayor parte permanecer congelado de manera ininterrumpida durante miles o incluso millones de años.
Unos inviernos más cálidos, combinados con otros factores durante los últimos 30 años, han limitado el crecimiento del hielo estacional en los lagos. En respuesta a ello, las temperaturas de los lagos árticos de menos de 1 metro (3 pies) de profundidad se han calentado en unos 2,4 grados centígrados (4,3 grados Fahrenheit) durante las últimas tres décadas, y durante cinco de los últimos siete años, la temperatura promedio anual del lecho lacustre ha estado por encima de la temperatura de congelación.
Estas tasas de calentamiento son similares a las observadas en el permafrost terrestre. El cambio de régimen en el hielo de los lagos está llevando al permafrost del fondo a derretirse.
Dado que el permafrost bajo los lagos está en general más caliente que el permafrost terrestre del entorno, las temperaturas en aumento en los lechos de los lagos hacen que el primero se derrita antes que el del subsuelo seco de dicho entorno. Se estima que estos lagos cubren entre el 20 y el 40 por ciento del paraje en amplias áreas de las tierras bajas árticas.
Tal como destaca Arp, durante la década de 1970, las mediciones del grosor del hielo de los lagos en invierno sobrepasaban habitualmente los 2 metros (6,6 pies) en el norte de Alaska. Tal crecimiento de hielo grueso ayudaba a limitar el derretimiento del permafrost bajo los lagos, congelando los sedimentos cada invierno. Sin embargo, durante los exámenes de campo realizados en los inviernos de la última década, el hielo de los lagos ha crecido habitualmente solo hasta los 1,5 metros (5 pies) de grosor, y ha alcanzado mínimos de 1,2 metros (4 pies).
El estudio ha sido publicado en Geophysical Research Letters.
Estas reducciones drásticas en el hielo de los lagos, causadas por cambios en el clima invernal, son la razón principal por la cual están aumentando las temperaturas de los lechos de los lagos poco profundos, y por la cual se está derritiendo el permafrost situado bajo ellos.
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