Un nuevo estudio sugiere que el 93 por ciento de los mamíferos murió junto con los dinosaurios hace 66 millones de años, cuando un colosal asteroide golpeó la Tierra.
Contrariamente a la creencia popular de que los mamíferos tuvieron mejor suerte que los dinosaurios durante este evento catastrófico, la nueva investigación demuestra que hay más historia de lo que pensamos
El asteroide que cayó en la Tierra hace aproximadamente 66 millones de años durante el Cretácico pudo no solo haber provocado la extinción de los dinosaurios sino también la de más del 93% de las especies de mamíferos que vivían en aquella época. Así lo concluye un estudio realizado por científicos del Centro Milner para la Evolución de la Universidad de Bath (Reino Unido).
Los investigadores realizaron un minucioso estudio de restos fósiles en América del Norte de animales que vivieron aproximadamente dos millones de años antes y 300.000 años después del impacto del asteroide contra el planeta Tierra. Comparando la diversidad de especies en ese periodo de tiempo, se logró determinar la tasa de extinción y la rapidez con la que los mamíferos repoblaron el territorio tras su desaparición. Así, se estima que solo cuatro de 59 especies sobrevivieron, lo que corresponde a un porcentaje de extinción de cerca del 93%.
Nick Longrich, quien lideró el estudio, señaló además que las especies «más raras son más vulnerables a la extinción» porque son poco frecuentes y sus fósiles son menos propensos a ser encontrados. Añadió que los mamíferos se recuperaron más rápido de lo que se pensaba, pues se duplicaron en número de especies y ampliaron su diversidad en apenas 300.000 años, un periodo que en términos evolutivos es significativamente corto.
Con este descubrimiento se determinó que desapareció una cantidad mucho más alta de mamíferos de lo que se había calculado hasta el momento y se presume que fueron las especies pequeñas las que mejor lograron adaptarse tras el impacto del esteroide. «No hubo bajas tasas de extinción, sino una gran capacidad para recuperarse y adaptarse a las secuelas, lo que llevó a los mamíferos a asumir el control», subrayó Longrich.
El nuevo estudio, publicado en Journal of Evolutionary Biology, llega en un buen momento, pues los investigadores de la Universidad de Curtin en Australia recientemente cavaron en el interior del cráter de impacto de Chicxulub en el Golfo de México – el sitio donde se cree que el mortal asteroide cayó hace 66 millones de años, liberando la misma cantidad de energía como la de 100 millones de bombas nucleares.
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