¿Podrían los primeros agujeros negros que se formaron en el universo estar conformados de universos que colapsaron incluso antes que el nuestro?
Una extraña nueva teoría sugiere que los diminutos agujeros negros primordiales, los que se formaron al comienzo de nuestro universo, podrían formar materia oscura y, extrañamente, contener diminutos universos colapsados propios.
Es una idea extraña, pero como informa Motherboard, aborda varios de los misterios más importantes del cosmos a la vez, aunque de manera especulativa. Pero lo más controvertido sobre la investigación, que se publicó en la revista Physical Review Letters en octubre, es que sugiere que todo nuestro universo podría verse como cualquier otra pequeña burbuja de agujero negro para un observador externo.
Los científicos han luchado durante mucho tiempo para identificar la materia oscura, la materia invisible que se teoriza para formar la mayor parte de la masa del universo y que agrupa las galaxias. Varios físicos han propuesto que está hecho de partículas aún no detectadas, que se formó hirviendo plasma e incluso que podría no existir en absoluto. Pero estos extraños agujeros negros primordiales podrían explicar toda la materia oscura que los científicos sospechan que se encuentra en algún lugar del universo, según el estudio.
Alexander Kusenko, astrofísico de la Universidad de California, Los Ángeles y autor principal del estudio, dijo en un comunicado:
“Todavía no sabemos de qué está hecha la materia oscura, pero, dado que se sabe que existen los agujeros negros, es natural preguntarse si la materia oscura podría estar compuesta de agujeros negros que podrían formarse antes de que se formaran las estrellas y las galaxias”.
Esos agujeros negros primordiales, informa Motherboard, habrían surgido a la existencia durante los primeros días de nuestro universo, cuando era extremadamente denso y en un estado de flujo constante.
Y dentro de ellos, dice Kusenko, podría haber pequeños universos, desprovistos de materia, que comenzaron y no se formaron a medida que nuestro propio universo se expandía rápidamente.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Physical Review Letters.
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