Cuando hace muchos años México se reveló a mundo la tumba del enigmático Pacal, oculto en un templo de Chiapas, un suspiro recorrió el planeta. Para muchos significó la prueba de una antigua conexión estelar, tal el mensaje sugerido, sin embargo, con el tiempo, aquel sorprendente grabado emergió como evidencia de un mundo desaparecido llamado Xibalbá, mejor conocido como el inframundo maya. Adentrémonos en sus dominios. ¡Atienda el lector!

Xibalbá – La elegía de la muerte

“Para los mayas, el inframundo, o el mundo subterráneo, tenía, y aún tiene, una importancia trascendental. Dentro de su cosmovisión, el cielo ocupa los trece niveles superiores y el inframundo nueve niveles. Muchas pirámides se construyeron sobre cuevas, reflejando esa concepción religiosa (cielo-inframundo). Los nueve niveles inferiores -lugar de oscuridad y tinieblas – constituyen el Xibalbá, el reino de los muertos tan bien descrito en el libro sagrado de los mayas, el Popol Vuh”. Un Viaje Mágico por los Misterios de América. Pablo Villarrubia Mauso.

Pakal Votán en su viaje hacia el inframundo Maya. Imagen de archivo

Para entender esta historia vamos a remontarnos al siglo XVI, cuando un extraño libro se presenta como testimonio del desconocido pasado maya, nada menos que el Popol Vuh. Su traducción alude a Popol como reflejo de comunidad, y Vuh, libro. Un nombre más específico diría: «Libro del Consejo, o Libro de la Comunidad». Se cree el manuscrito es obra del pueblo Quichés.

En un ejemplar que ésta autora conserva, y conocida como una de las mejores versiones publicadas acerca del Popol Vuh, su prólogo enuncia:

Originalmente, el Popol Vuh fue pintura, memoria, palabra, y esta forma de tradición oral se conserva hasta mediados del siglo XVI, época en que vuelve a ser escrito, por un indígena, antiguo sacerdote, quizá en lengua quiché, con caracteres latinos.

Este manuscrito, que constituye el verdadero original del Popol Vuh, Fr. Francisco Ximénez, cura párroco de Santo Tomás Chuilá, población guatemalteca llamada actualmente Chichicastenango, a principios del siglo XVIII. Por eso se conoce el Popol Vuh con el nombre de “Manuscrito de Chichicastenango”.

El Popol Vuh legado de antiguos sacerdotes quiché, dónde primera vez se revelaron secretos de Xibalbá. Cortesía: pendulo.com

En este especie de génesis bíblico se relata la creación del hombre, así como la existencia de antiguas humanidades, una de las cuáles alude al reino subterráneo de Xibalbá, que representa según los cronistas, “lugar del Desvanecimiento o Desaparición de los Muertos”.

Estamos no sólo ante un reino espiritual, el del inframundo, siendo uno de sus ejemplos el Amenti egipcio (ambos comparten muchas similitudes), pero también como veremos más adelante, tras Xibalbá se oculta la pista de un mundo subterráneo, siendo uno de sus accesos menos conocidos. Pero continuemos explorando Xibalbá.

En la obra de Stanislav Grof El Libro de los Muertos, la concepción maya acerca de la muerte adquiere un nuevo significado, potenciado tras los estragos de la Conquista.

“La vida de los mayas incluía una clara consciencia de la muerte. La breve esperanza de vida, la elevada tasa de mortalidad infantil y la combinación entre la guerra y los rituales de sacrificio, convirtieron la muerte en una realidad omnipresente. Gran parte de los ritos y artes mayas estaban consagrados al proceso de morir, desde el ingreso del alma en el mundo de los muertos  -denominado Xibalbá- hasta el renacimiento y la apoteosis. La mitología y el arte funerario de los mayas describían la muerte como un viaje cuyos desafíos se conocían, y las etapas más importantes eran representadas en sepulcros, paredes, alfarería, y otros objetos que acompañaban al difunto durante la gran transición”.

Desde el plano iniciático espiritual Xibalbá, es un lugar oscuro e inaccesible, cuyos aspirantes deberán atravesar difíciles pruebas que para superarse, van a  requerir la ayuda guía de un perro (y aquí una primera remanencia del inframundo egipcio).

Una de las miradas del inframundo Maya, según una representación artística. Cortesía: topmitologias.com

Continuando la senda de ese camino mortuorio, quién se aventure en sus moradas, será tentando con cuatro peligrosos ríos. El de corriente rápida, el de podredumbre, el de sangre, y un último, «ubicado entre dos barrancos». Después de algunas penurias los visitantes de este mundo subterráneo, arriban a un sito donde se cruzan varios caminos, «negro, rojo, blanco y amarillo». El primero de ellos es Xibalbá.

En el universo esotérico, el inframundo representa un llamado a doblegar los estados inferiores humanos, que una vez purificados, o renacidos, pueden reclamar su ascensión celeste. Estamos ante el retorno de un antiguo estado edénico (perfección y equilibrio), ya desaparecido y antiguamente vibrando en paralelo, a la esencia divina.

Xibalbá dentro de éste contexto significa, no solo pasaje de muerte, sino también renacimiento, y posterior regeneración.

Pero retomando el Popol Vuh, y su visión sobre Xibalbá, la narrativa describe que una vez arribado al reino del camino oscuro, o sea Xibalbá, surge, «una sala de consejo donde se encuentran los asientos de los doce dioses del inframundo, y otro más de piedra ardiente que quema, al que se sienta en él. Hay, además, un jardín con flores, y aves propias del inframundo».

Según sigue relatando el Popol Vuh, allí habría tenido lugar una batalla bastante particular protagonizada por el sagrado Hunab Ku (el señor de la creación), y los regentes de Xibalbá. Nuevamente la lucha del alma por elevarse hacia el mundo divino, una vez atravesada las pruebas subterráneas.

Pero Xibalbá más allá de su cosmogonía espiritual, esconde otros secretos, que quizás haga de éste reino, un sitio vivo, cuyo acceso tiene a los enigmáticos cenotes, como su principal pista. Veamos.

Cenotes  ¿Portales hacia otros mundos?

La primera vez que me interesé por el misterio de los cenotes, fue tras la lectura del atrapante El Triángulo de las Bermudas, polémico trabajo de Charles Berlitz.

Allí en uno de sus pasajes Berlitz presentó un fabuloso hallazgo, realizado por el zoólogo  Manson Valentine en las entrañas marinas (cenotes) de las grutas de Loltún, Yucatán, México, donde junto a otros estudiosos se topara con extrañas estatuas. Valentine un reconocido atlantólogo, pensaba aquellas efigies podrían vincular con el fabuloso continente desaparecido. Aquella primera información me intrigó.

En su maravilloso libro Un viaje por los misterios de América, mi colega amigo el estudioso e investigador brasilero, Pablo Villarrubia Mauso, escribe acerca de éste misterio:

“En ciudades mayas como Chichén Itzá y Dzibilchaltún, existen grandes pozos formados por cuevas cuyas bóvedas cedieron, y dejaron al descubierto esos depósitos de agua. Son conocidos en Yucatán como cenotes. Algunos son tan profundos, que pueden alcanzar más de 40 metros de profundidad, e igual diámetro”.

El Poseidón de Loltún efigie descubierta por el zoólogo norteamericano J. Manson Valentine, en las Grutas de Loltún, México, década del sesenta. Cortesía: atlantisforschung.de

La palabra cenote (o también zenote), deriva del término maya Dz’onot, que significa «hoyo o abismo con agua». Se cree los cenotes se desarrollaron durante la última Era de Hielo. Sus aguas destacan por una coloración azul verdosa, de hermosa e hipnótica vista.

Sin dudas los cenotes jugaron un papel de importancia en el culto de Xibalbá, donde los mayas llevaron adelante muchos de sus rituales secretos, entre ellos sacrificios humanos. La mayoría de estos accesos se asientan en la Península de Yucatán.

Allí como dijimos no solo vive Xibalbá, sino que otro misterio cruza pistas, y uno muy conocido por el lector, la existencia de un mundo subterráneo. Loltún (en maya flor de piedra), parece proporcionar más pistas. Las inmensas grutas se localizan al sur de Yucatán, y su extensión se calcula de 8 a 10 km, aunque como se nos informa, tan solo dos km permiten su acceso al público.

Aunque los primeros reportes e investigaciones datan de los sesenta, en 1931 una extraña historia apreció en los medios estadounidenses bautizada como El Ermitaño de Loltún. Según narró su protagonista el arquitecto británico Robert-Staycy Judd residente en California, durante una vista a la zona vivió una alucinante experiencia. Narró que mientras exploraba una de las entradas a Loltún junto a seis acompañantes, de pronto se encontraron perdidos.

Para sus sorpresa al rescate acudió un anciano ciego, que desde las profundidades subterráneas emergió con una antorcha, y los condujo hacia la salida de la cueva. Cuando luego se lo interrogó el anciano mencionó estar en contacto con los antiguos, seres que según admitió, vivían en las profundidades de una hermosa ciudad subterránea.

Las misteriosas ruinas de Dzibilchaltún, Yucatán, en cuyo cenote de descubriera durante los sesenta, un túnel secreto, que se cree comunicaba según rumores con la perdida Atlántida. Cortesía: topadventure.com

Staycy Judd otro convencido atlantólogo, creyó el anciano pudo pertenecer a una alta casta de guardianes mayas, custodios de esas moradas. Incluso logró tomarle una foto, y documentar todo su encuentro. Más allá de esta historia fantástica, Loltún parece ocultar quizás una puerta hacia otras realidades. El trabajo de George Hunt Williamnson se enmarca dentro de esta corriente, investigador que no me voy a cansar de mencionar. Durante el periodo de 1961-62 Williamnson realizó un dedicado trabajo dentro de Loltún, y otras zonas de Yucatán.

Aunque todo esta información daría para varios artículos, solo diremos Williamnson descubrió dentro de Loltún una extraña cámara subterránea, donde se dice logró filmar, “un campo de energía aún presente que se cree fuera instalado por los antiguos sacerdotes mayas”, como una forma de preservar la importancia de la cámara.

Otro sitio dentro de este puzzle, cenotes, inframundo, mundo subterráneo lo tenemos en Dzibilchaltún, que muchos suponen una de las ciudades más antiguas del continente americano, con una edad datada en 9000 años. Erigida al oeste de Yucatán, Dzibilchaltún, aparece también vinculada al misterio atlante.

Según revelara Pablo Villarrubia Mauso en su alucinante trabajo ya citado, en 1961 dentro de uno de los cenotes de Dzibilchaltún, se logró localizar un túnel, que según pobladores locales se dirige hacia el mar, quizás, ¿antiguos túneles marinos comunicando con la perdida Atlántida? Tesis sugerida por muchos estudiosos. Hasta Aquí.

Conclusión

Esta es una primera aproximación, acerca del misterio de Xibalbá. Tras la interpretación de su cosmogonía espiritual, surge uno de los senderos que conducen al buscador hacia el mundo subterráneo. Continuará.

Bibliografía

Artículos:

• Galarza, Eliana. Conexión Maya. En: Diario Clarín, p.39-42.

Libros:

• Asturias, Miguel Ángel (Traductor); González Mendoza, J.M. (Traductor). Popol-Vuh. O el Libro del Consejo de los Indios Quichés. Buenos Aires: Losada, 1985.
• Balboa, Justino. Enigmas y Misterios de la Arqueología. Madrid: Alba, 2013.
• Berlitz, Charles. El Triángulo de las Bermudas. Buenos Aires: Pomaire, 1973.
• Bottéro, Jean (Editor). La Epopeya de Gilgamesh. El Gran Hombre que no quería morir. Madrid: Akal, 1998.
• Daniken, Erich Von. El Día que llegaron los Dioses. México: Diana, 1986.
• González, Federico. El Simbolismo Precolombino. Cosmovisión de las Culturas Arcaicas. Buenos Aires: Kier, 2003.
• Grof, Stanislav. El Libro de los Muertos. Madrid: Debate, 1994.
• Homet, Marcel H. El Ombligo del mundo, cuna de la Humanidad. ¿Influencias extraterrestres en el mosaico de las culturas terrestres?. México: Diana, 1979.
• Siffre, Miche. El Oro de los Abismos. Descubrimientos en la Selva Maya. México: Diana, 1979.
• Umland, Eric; Umland, Craig. Misterios de los Antiguos. México: Diana, 1978.
• Waisman, Edmundo; Gómez, Zulema. Conde de Saint Germain. La Santísima Trinosofía. Buenos Aires: Peregrino, 1983.
• Villarrubia Mauso, Pablo. Un viaje mágico por los misterios de América. México: Edaf, 2000.

Sitios web:

• Ancient History Enciclopedia
  Cartwright, Mark. Xibalbá.
  https://www.ancient.eu/Xibalba/
• Aventuras Extraordinarias
  Lugar Misterioso: Las Cavernas de Xibalbá.
  http://aventurasextraordinarias.blogspot.com/2012/08/lugar-misterioso-las-cavernas-de-xibalba.html?m=1
• El Quinto Hombre
  Teleguin, Sergei. El Misterio del Mito Ártico en el Popol Vuh.
  http://www.fabiozerpa.com.ar/ElQuintoHombre/art_2012/julio_thule.html
• Helena Blavatasky
  Garrigues, John. El Popol Vuh de la Tradición Maya. El Origen del Cosmos, y el hombre de la sabiduría centroamericana.
  https://www.helenablavatsky.org/2017/02/the-popol-vuh-of-maya-tradition.html?m=1

Artículo escrito por: Débora Goldstern, escritora y colaboradora de CodigoOculto.com