Un bizarro caso en que un posible «alienígena» tuvo un encuentro cercano con dos policías a quienes incluso interrogó.
Existen diversos testimonios de encuentros de humanoides bajándose de un OVNI y es interesante que en algunas de estas situaciones se produzca algún tipo de comunicación entre los testigos y esos seres que en ocasiones son de las más extrañas formas y en otras son extrañamente similares a nosotros.
Uno de estos intrigantes casos tuvo como protagonistas a dos agentes del cuerpo de policía llamados A.G. Huskey y C. Hutchins y aconteció en el año 1966 a las afueras de la localidad de Gaffney, en Carolina del Sur.
Todo sucedió mientras los dos agentes patrullaban de madrugada por una pequeña carretera a las afueras de la localidad, cuando se encontraron con lo imposible: en la zona más deshabitada apareció un enorme objeto esférico y metálico que flotaba descendiendo lentamente hasta acabar bloqueando el camino.
El encuentro con el alienígena
Tras posarse sobre el suelo se abrió una portezuela y del interior partió una potente luz que enmarcaba la figura del tripulante, que, sin dudarlo y lenta pero firmemente comenzó a andar en dirección a los policías que habían salido de su coche patrulla para observar la escena mejor.
Era un ser que parecía enteramente humano aunque con la estatura de un niño que vestía un mono metálico y cuando ya se encontraba a una distancia prudencial de los agentes estos no pudieron evitar dirigirse a él.
Entonces comenzaron una conversación en la que curiosamente, le lanzaron varias preguntas al extraño humanoide pero este no contestaba ninguna y en su lugar, era él quien formulaba los interrogantes.
Los agentes se sorprendieron y respondieron sin reparos a las cuestiones pues les parecía que se trataba de temas sin importancia. Los policías insistieron en intentar extraer más información del pequeño ser pero este simplemente se reía y su respuesta era el silencio que quedaba tras las carcajadas.
Cuando se hubo dado por satisfecho este ser les dijo a los agentes que volvería en dos días y simplemente se dio la vuelta y se volvió a internar en su nave que ascendió hasta perderse en el oscuro cielo.
La investigación
Cuando los policías volvieron a comisaría no pudieron hacer otra cosa que emitir un informe sobre el acontecimiento e implicar al resto de autoridades quienes atestiguaron encontrar pequeñas huellas en la zona en la que se había producido el evento.
Y estos dos agentes volvieron durante varios días, todas las noches a la misma zona para comprobar si aquel visitante cumpliría su promesa de volver pero parece que no fue así.
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Este caso pudo ser estudiado por el reputado investigador John Keel quien además pudo entrevistarse con uno de los agentes quien le refirió, transcurrido un año desde que el sucedo tuviera lugar, que no recordaba exactamente los detalles de la conversación que él y su compañero mantuvieron con el inusitado ser.
En concreto, no era capaz de recordar las preguntas que les estuvo realizando a los policías, aunque sí que se les antojaron como asuntos banales. Un hecho al que el investigador dio cierta relevancia pues no parecía que el testigo estuviera queriendo embellecer la historia.
¿Cuáles eran las intenciones de este humanoide? ¿Por qué aterrizar su nave para realizar preguntas sin importancia a los agentes? ¿Era para darse a conocer o tal vez borró los recuerdos más comprometedores? ¿Por qué él no quiso contestar a ninguna pregunta?
Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma, presenta este caso con mayor detalle en el siguiente vídeo:
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