La historia añorada por muchas personas, víctimas de la «fiebre del oro», se hace realidad en tan solo una de millones de posibilidades.

Mientras Barry Clay se dedicaba a la minería y disfrutaba lo que hacía, algo en su mente le decía que tarde o temprano se toparía con un gran hallazgo.

Y esa esperanza en el valioso metal se hizo realidad un día de 1998, cerca de la localidad de Ruby en Alaska, cuando Clay encontró una pepita de oro de 9.14 kilogramos o 294.10 onzas

Pepita de oro gigante

Luego de extraer tierra con su excavadora y limpiarla en el sector de Swift Creek, algo llamó su atención y fue de inmediato a investigarlo. Se trataba nada más y nada menos de una gran pepita de oro.

Pieza de oro de 9.14 kg. hallada en Alaska.

Quizá bastante nervioso o sin saber qué hacer ante el inesperado descubrimiento, enterró el valioso fragmento de oro bajo un árbol cercano hasta decidir cómo proceder.

Cuando finalmente hizo público su hallazgo, se determinó que era la pepita de oro más grande descubierta en la historia de Alaska, y la segunda más grande encontrada en el hemisferio occidental, sólo comparable con la «Bota de Cortéz», descubierta en México.

En la imagen, la hija de Clay sosteniendo la gran pepita de oro.

Pepita de oro del centenario de Alaska

El valioso pedazo de oro encontrado en Alaska fue llamado «Alaska Centennial Nugget» o «Pepita de oro del centenario de Alaska», por haberse hallado durante el centenario de la fiebre del oro de Klondike, que condujo a miles de personas a Alaska, ávidos de toparse con algo del preciado mineral.

Haber desenterrado una pepita tan grande demuestra que el oro aún puede ser hallado en lugares como este y en grandes cantidades.

Esta es la pepita más grande hallada. Se le denominó la «Bota de Cortés», fue hallada en México a baja profundidad y en uno de los primeros intentos de búsqueda. Tenía un peso de 12 kilogramos y fue valorizada en 700.000,00 dolares americanos.

Este no ha sido el único caso, se sabe que el distrito minero de Ruby esconde abundante oro. Otros afortunados han descubierto pepitas que incluso superan una libra de peso.

Otros lugares de EE.UU. como California y Nevada producen mayores cantidades de oro y son destino predilecto para quienes buscan obtener fortuna, pero sin duda, Alaska es un lugar ideal para buscar una pieza del codiciado oro.

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