Su nombre científico es Coccoloba gigantifolia, es un árbol amazónico con hojas que llegan a alcanzar un tamaño superior al de un humano. Finalmente ha sido identificado como nueva especie.

No hay dudas que el Amazonas guarda para nosotros un tesoro de biodiversidad, tesoro que obviamente debe ser resguardado por todos los países que tienen el privilegio de tener este paraíso verde entre sus límites.

Hace 35 años, este peculiar árbol fue visto por primera vez. Su majestuosidad hizo que los investigadores lo describieran como un gigante, y no solo queda en palabras: sus hojas llegan a sobrepasar los 2.5 metros de longitud.

A pesar que este árbol ya era conocido por los locales y hasta por científicos desde hace mucho tiempo, no se había formalizado una descripción ni un nombre oficial.

Ahora, finalmente este coloso ha sido clasificado como una nueva especie. Sin embargo, al mismo tiempo ha sido registrado en la Lista Roja de la UICN, por encontrarse en peligro de extinción.

Árbol amazónico de hojas gigantescas

La exposición de una hoja seca gigante realizada por el Instituto Nacional de Investigación del Amazonas (INPA) en Manaus, Brasil, ha sido una gran atracción por varios años, sin embargo la identidad del árbol era un misterio, hasta ahora.

Se trata de un árbol correspondiente a la especie Coccoloba, un género de plantas con flores que crecen en los bosques tropicales de América.

Un equipo de botánicos se encontró por primera vez con uno de estos árboles en el año 1982, en las cercanías del río Madeira en la Amazonía de Brasil.

El árbol Coccoloba gigantifolia posee hojas que alcanzan los 2.5 metros de longitud. Crédito: Rogério Gribel

Se han hallado más individuos de esta especie luego de la década de 1980; sin embargo la especie no logró ser identificada en aquellos años.

Los árboles hallados en ese momento no poseían flores y tampoco frutos, algo que es esencial para describir la especie de una planta. Otro factor en contra fueron sus grandes hojas, por lo que fue imposible para los investigadores llevarlas consigo y analizarlas. Solo se tomaron fotografías y algunas notas.

Rogério Gribel, investigador del INPA, dijo en un correo electrónico a Mongabay:

La especie se hizo famosa a nivel local, pero debido a la falta de material reproductivo no podía describirse como una nueva especie para la ciencia”.

Pero en 1993, un equipo de botánicos encontraron nuevos individuos en el estado de Rondônia y llevaron consigo hojas que luego enmarcaron para su exposición en el INPA.

Y el árbol de hojas gigantes floreció

Ya en el año 2005, Gribel y Carlos Alberto Cid Ferreira, obtuvieron semillas y flores moribundas de un árbol en el Bosque Nacional Jamari.

A pesar de que las flores marchitas no ayudaron a describir la especie en aquel momento, se usaron para sembrarlas en el mismo campus del INPA. Tiempo después, luego de 13 años, el trabajo «dio sus frutos» y los árboles florecieron.

El año pasado (2018) se pudieron obtener flores del espécimen sembrado en el INPA, que permitió describir la nueva especie.

Coccoloba gigantifolia. Crédito: Rogério Gribel

Gribel dijo en un comunicado:

Estamos muy contentos y orgullosos de que después del largo período de ‘seguimiento’ de una especie tan peculiar y relativamente rara finalmente hayamos logrado obtener las flores y los frutos que son las estructuras esenciales para describir una nueva especie para la ciencia”.

Recientemente los investigadores publicaron sus hallazgos en un artículo de la revista Acta Amazonica, denominando al árbol como Coccoloba gigantifolia, debido a las hojas gigantes que posee.

Coccoloba gigantifolia: un coloso en la Amazonía

C. gigantifolia puede alcanzar hasta 15 metros de altura y sus hojas pueden medir 2.5 metros de longitud. Es posiblemente la planta con hojas más grandes entre las plantas dicotiledóneas: un gran grupo de floración plantas que incluyen girasoles, hibiscos, tomates y rosas.

Sus semillas se pueden separar en dos partes iguales, y cada una de ellas llega a formar las dos primeras hojas embrionarias de la plántula. Al crecer, sus hojas desarrollan venas ramificadas.

Luego de 40 años de ser conocido por los lugareños y por algunos botánicos, C. gigantifolia finalmente ha ocupado un lugar entre los registros botánicos, y ha ganado su puesto como el árbol con hojas más grandes que existen.

Coccoloba gigantifolia. Crédito: Silvestre Silva

Identificar a una especie permitirá aplicar mejores métodos de conservación y así prevenir su extinción.

De por si, C. gigantifolia es una especie rara y solo se han registrado algunos individuos en la cuenca del río Madeira en los estados brasileños de Amazonas y Rondônia, lugares golpeados por diversos proyectos como represas hidroeléctricas, carreteras y agricultura en expansión.

Es posible que existan algunos individuos de C. gigantifolia en otras regiones de la Amazonía, especialmente poblaciones desarticuladas. Es primordial conservar la especie y protegerla del latente riesgo de extinción.

Esta es una muestra más de que la Amazonía es un tesoro de vida, vida de la que dependemos todos, absolutamente todos en este planeta. La naturaleza es sabia y se encarga de proteger a sus hijos (plantas, animales y humanos), pero también necesita de nuestra ayuda, ahora más que nunca.

Los hallazgos de las investigaciones han sido publicados en la revista Acta Amazonica.

Fuente: INPA / Mongabay

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