“Me resulta mucho más fácil imaginar cómo entendemos el Big Bang que imaginar cómo podemos entender la consciencia”, dice Edward Witten, físico teórico del Institute for Advanced Study en Princeton, Nueva Jersey, comparado con Isaac Newton y Einstein.

¿Son los humanos solo una entre mil millones de especies que evolucionaron durante miles de millones de años en un planeta rocoso entre billones de planetas que rodean cientos de miles de millones de estrellas en una galaxia que es solo una entre cientos de miles de millones de galaxias que, por lo que sabemos, contienen miles de millones de formas de vida inimaginables, todas ubicadas en una burbuja cósmica en expansión que es solo una entre la enorme cantidad de universos de burbujas? ¿Es posible que todo este multiverso sea el resultado de una especie de criaturas conscientes que conocemos íntimamente como Homo sapiens?

No parece probable. Pero…

Es posible que la consciencia pueda existir por sí misma, incluso en ausencia de materia, al igual que las ondas gravitacionales, -excitaciones del espacio- que pueden existir en ausencia de protones y electrones, sugiere Andrei Linde, físico teórico ruso-estadounidense de la Universidad de Stanford en Life, Universe, Consciousness, sobre el misterio central de nuestro tiempo.

¿No resultará, con el mayor desarrollo de la ciencia, que el estudio del universo y el estudio de la consciencia estarán inseparablemente vinculados, y que el progreso final en uno será imposible sin progreso en el otro?”

«El universo y el observador existen como un par. No puedo imaginar una teoría consistente del universo que ignore la consciencia», concluyó Linde.

«¿Con qué propósito evolucionó el cerebro humano?» Es una pregunta que ha intrigado a los científicos durante décadas, y fue respondida en 2010 por Colin Blakemore, un neurobiólogo de la Universidad de Oxford que argumentó que una mutación en el cerebro de un solo ser humano 200.000 años atrás, convirtió a los primates en una especie súper inteligente que conquistaría el mundo. El homo sapiens parece ser un accidente genético. O somos

Tú eres el Universo

Sin consciencia, el universo se desvanecería en una nube de humo, según Deepak Chopra y el físico de la Universidad Chapman Menas Kafatos en «You Are the Universe», como un sueño, sin dejar nada atrás y nadie para saber que alguna vez existió. Incluso decir que el universo es consciente no llega lo suficientemente lejos. El universo es la consciencia misma “.

You Are the Universe, una colaboración entre Chopra y Kafatos, ofrece un argumento científico para lo que ellos llaman el «universo participativo», la proposición de que el universo y la consciencia humana están inextricablemente vinculados.

La vida sería robótica, dieron Chopra y Kafatos.

Si no tuviéramos destellos de emoción por sí mismos, junto con ideas brillantes de todo tipo. ¿Qué pasa si este hecho cotidiano de la vida resulta ser la clave del cosmos? Los seres humanos podrían ser una idea brillante que tuvo el universo, y una vez que se le ocurrió la idea, la mente cósmica decidió correr con ella. ¿Por qué? ¿Qué es tan atractivo en los seres humanos, tan problemáticos como nosotros? Sólo una cosa. Permitimos que el universo sea consciente de sí mismo en la dimensión del tiempo y el espacio.

El cosmos está pensando en ti. Lo que sea que estés haciendo es una actividad cósmica. Elimina cualquier etapa de la evolución del universo, y este mismo momento se desvanece en el aire.

La física cuántica hace que sea innegable que vivimos en un universo participativo. Por lo tanto, es solo un pequeño paso decir que la participación es total

Hay una pregunta que intrigó al gran físico cuántico estadounidense, John Archibald Wheeler en las últimas décadas de su vida:

¿La vida y la mente son irrelevantes para la estructura del universo, o son centrales para ella?”.

Wheeler originó la noción de un universo consciente «participativo», un cosmos en el que todos estamos integrados como cocreadores, reemplazando el universo aceptado «allá afuera», que está separado de nosotros.

Wheeler tuvo una gran influencia en Chopra y Kafatos para explorar algunas de las preguntas más importantes y desconcertantes sobre la existencia humana. ¿Qué sucede cuando la ciencia moderna alcanza un punto de inflexión crucial que desafía todo lo que sabemos sobre la realidad? Sugieren que en la próxima era, el universo se redefinirá por completo como un «universo humano» radicalmente diferente del vacío frío y vacío donde la vida humana y nuestro planeta son una mota de polvo en el cosmos.

Chopra y Kafatos concluyen que para permitir que la mente humana se fusione con la mente cósmica, deben abordar el misterio de cómo se relaciona el cerebro con la mente.

Si el cerebro es un objeto físico único que funciona como una supercomputadora, entonces los fisicalistas han ganado. Pero no hay razón para elevar los átomos y las moléculas dentro de nuestros cerebros a un estado especial. Si cada partícula en el cosmos es gobernada, creada y controlada por la mente, el cerebro también funciona como lo dicta la mente. Esa es la clave para resolver esto, nuestro último misterio.

Fuente: The Daily Galaxy