Botswana ha levantado su prohibición de cazar elefantes, después de un período de prueba de cinco años.

Los funcionarios del país dijeron que la reversión de la prohibición se produjo tras «consultas extensas con todas las partes interesadas», en un comunicado publicado recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de Recursos Naturales y Turismo de Botswana.

La medida fue profundamente criticada por los conservacionistas, que están preocupados de que aumentará la caza furtiva de marfil.

Se cree que Botswana alberga a unos 130.000 elefantes, aproximadamente un tercio de todos los elefantes en África. El país ha sido durante mucho tiempo un refugio seguro para los animales y no ha sido afectado en gran medida por la caza furtiva de marfil que ha destruido a un tercio de los elefantes del continente en la última década.

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Pero ha habido excepciones. En septiembre de 2018, Elephants Without Borders, una organización de conservación de elefantes, realizó un estudio aéreo y afirmó haber encontrado una de las matanzas de elefantes más grandes hasta la fecha, con aproximadamente 87 de las majestuosas bestias matadas en Botswana. Más tarde, sin embargo, los científicos y los funcionarios del gobierno en Botswana disputaron estas afirmaciones, diciendo que los conservacionistas exageraban los números, según informó The New York Times.

Anulan prohibición de caza

La prohibición de caza se implementó originalmente en 2014 por el ex presidente y ávido conservacionista Ian Khama. Pero el presidente actual, Mokgweetsi EK Masisi, formó un comité el año pasado para discutir los impactos económicos y otros de la prohibición.

Las razones del gobierno de Botswana para levantar la prohibición incluyen un aumento en el número de elefantes en el país, un impacto negativo en los medios de vida de los cazadores de elefantes y un aumento en los conflictos entre humanos y elefantes.

Las recientes sequías han llevado a los elefantes a buscar agua en regiones en las que no habían estado antes, según National Geographic. Esto ha llevado a un mayor contacto con los humanos, de una manera que amenaza la vida humana, los cultivos y la propiedad, según Nat Geo.

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El comité, que incluía a las autoridades locales, las comunidades afectadas por los elefantes, los conservacionistas y los investigadores, llegó al «consenso general … de que la prohibición de la caza debería levantarse», según el comunicado. De acuerdo con la declaración, el restablecimiento de la caza se realizará «de manera ordenada y ética». Pero los funcionarios no dijeron cómo.

Críticos, como Paula Kahumbu, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Wildlife Direct, tuitearon que «cazar elefantes en Botswana no reducirá el conflicto entre los elefantes humanos». Eso se debe a que «ningún cazador quiere perseguir a los elefantes en una aldea, solo quieren a los grandes Tusker», dijo. Pero también, «la caza causa un estrés grave que hace que los elefantes sean mucho más peligrosos».