El infame asesino en serie tenía un lado extraño y paranormal. Él habló de una «entidad» que lo impulsaba al asesinato.

Ted Bundy es considerado un psicópata violento de los años 70. Asimismo, hay cierto misterio que rodea su caso. Él creía que estaba poseído por una fuerza oscura que él llamaba la «entidad» y que era lo que lo llevaba a cometer los asesinatos. Por supuesto, esta revelación podría verse como el intento de un psicópata para exonerarse de alguna forma moral, culpando a un «espíritu». Sin embargo, hay otras características extrañas relacionadas con Bundy, como unos testimonios escalofriantes de que él podía cambiar sus rasgos faciales.

Leer sobre los crímenes de Ted Bundy es sumamente perturbador. Sus violentos asesinatos incluían hasta decapitaciones. También tenían un marcado carácter sexual, incluyendo actos de violación y necrofilia. Él confesó 30 homicidios cometidos en siete estados de EE. UU. entre los años 1974 y 1978, a pesar de haber enfatizado siempre que era inocente.

Izquierda: Ted Bundy en custodia, 1978. Derecha: Ted Bundy en la corte de justicia, 1979. Imágenes de Wikimedia commons / Dominio público.

En la actualidad hay un repunte del interés público sobre Ted Bundy, debido al misterio violento de los asesinos en serie y a su carácter de psicópata «carismático». Esto lo podemos verificar a través de nuevas producciones audiovisuales como el documental Conversaciones con Ted Bundy (título en inglés: Conversations With a Killer: The Ted Bundy Tapes), de Netflix, y en igual forma con la película de 2019, Extremely Wicked, Shockingly Evil, and Vile.

Ted Bundy, sus problemas psicológicos y la «entidad»

Encontrar la razón que llevó a Ted Bundy a convertirse en asesino en serie es difícil… ¿por qué tomaba el asesinato como una «aventura»? En su época fue diagnosticado con un trastorno bipolar (entonces se llamaba trastorno maníaco-depresivo). Sin embargo, hay que aclarar que sufrir de trastorno bipolar no es sinónimo de ser violento, o mucho menos de disfrutar del asesinato en serie. También es muy probable que Bundy haya sido un psicópata, pero, de nuevo, el trastorno de psicopatía no es sinónimo de violencia.

Bundy habló de una misteriosa «entidad» que lo poseía para cometer los sanguinarios crímenes, una entidad que se habría encontrado en su mente. Bundy tenía que librarse de sus inhibiciones morales para cometer los actos de violación y asesinato. La entidad podía manifestarse solamente cuando Bundy se encontraba desinhibido (o tenso), él tomaba grandes cantidades de alcohol para «sedar» a su personalidad y dejar que la entidad interna actuase.

Imagen referencial. Crédito: prettysleepy1 / Pixabay.

Biógrafos señalaron que Bundy también tenía una insólita habilidad de cambiaforma (sí, cambiaforma). Extracto del libro sobre crimen, Programmed to Kill:

No sólo la personalidad de Bundy podía cambiar en un momento dado, sino también su apariencia física. Bundy tenía una capacidad de camaleón de alterar su apariencia: el cuerpo y tono muscular de Ted cambiaban notablemente, y de repente se volvía sudoroso y comenzaba emitir un olor notable”.

Joe Aloi, un investigador del caso de Bundy, dijo que observó a Bundy alterar su apariencia física de una forma radical, y que eso se manifestaría debido al estrés. Otro testimonio es el del juez que presidió el juicio de Bundy en Colorado (se refirió a él como un «cambiado», un doppelgänger o doble fantasmagórico).

Esta «habilidad» de cambiaforma podría relacionarse con las posesiones demoníacas, donde los poseídos experimentan cambios radicales en apariencia física y un olor fuerte y putrefacto.

La figura de Ted Bundy es psicológicamente compleja. Este lado extraño y paranormal sobre el asesino en serie es algo a tener muy en cuenta. También hay otras historias en la niñez de Bundy, como un tipo de alucinación donde observaba ogros y seres reptilianos (!).

Referencias: Whale / Infobae / PsychologyToday / Oxygen / Wikipedia.

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