Diversos estudios científicos concluyen que los cambios en la actividad solar influyen en la mente y cuerpo del ser humano.
Se han encontrado relación entre picos de actividad solar con incidencias de trastornos del estado de ánimo, como la depresión, el estrés y la ansiedad. La razón estaría en el desplazamiento del campo magnético de la Tierra, ocasionado por erupciones solares. El desplazamiento del campo magnético afectaría la glándula pineal y los ritmos circadianos de las personas.
La glándula pineal es una glándula del cerebro que produce melatonina, una hormona clave para la regulación de los patrones del sueño, principalmente, y también para la protección del sistema cardiovascular y del sistema inmune.
El ritmo circadiano es un ritmo de 24 horas que todo organismo viviente ha desarrollado en su cerebro para adaptarse al tiempo solar, regulando la hora de dormir y de despertar. La melatonina juega un papel importante en este ritmo circadiano ya que su secreción es inhibida con la luz del día y aumentada en la noche.
Cuando cualquier fenómeno fuera de lo normal afecta al medio ambiente, los seres vivos tienen que adaptarse, comenzando por su propio organismo.
Las erupciones solares afectan a la glándula pineal y al sistema nervioso
Una tormenta solar es una perturbación temporal del campo magnético terrestre, provocada por erupciones solares, que son liberaciones intensas de radiación electromagnética solar.
Según un estudio publicado en la revista Royal Society Publishing, las tormentas solares son capaces de alterar nuestro ritmo circadiano, aumentando la producción de melatonina en nuestro cerebro. Esto provocaría trastornos del sueño como el insomnio o un patrón del sueño interrumpido.
También se piensa que las tormentas solares afectan directamente nuestro sistema nervioso, ocasionando una alteración de la energía y un aumento de estados de estrés. Esto podría traducirse a estados de ánimo alterados: irritabilidad, inquietud, impaciencia o nerviosismo.
En Rusia, el instituto de investigación, Institute of North Industrial Ecology Problems, hizo un estudio interesante sobre la actividad en el campo magnético de la Tierra. Ellos reunieron datos desde el año 1948 hasta 1997, y descubrieron que hay 3 picos de actividad magnética en el año: una entre marzo y mayo, otra en julio, y una última en octubre. Sorprendentemente, estos meses también mostraron una mayor tasa de incidencia de trastornos como la ansiedad, depresión y suicidios en el norte de Rusia.
En 1994, la Revista Británica de Psiquiatría, publicó que hubo un aumento del 36.2% en el número de admisiones de personas por depresión, en la segunda semana después de una tormenta solar.
Todo indica que la actividad solar afecta nuestra mente y cuerpo, principalmente nuestra glándula pineal. Así que hay que fijarse cuando experimentamos un cambio de ánimo un poco extremo de forma inexplicable, tal vez se deba a una reciente erupción solar.
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