Nuestra galaxia, la Vía Láctea, luce como podemos verla hoy en el nocturno cielo despejado, debido a un choque cataclísmico con algo denominado «Gaia Sausage» (o, Salchicha Gaia).
Como evidencia de ese brutal encuentro, los astrónomos han encontrado indicios de que una galaxia pequeña colisionó contra la nuestra hace miles de millones de años, causando un caos total, con estrellas en desorden y con órbitas muy inusuales.
¿Pero cómo ocurrió esto? ¿Por qué la forma de «salchicha»? Según Wyn Evans, astrónomo de la Cambridge University, todo se podría explicar debido a los caminos que siguieron las estrellas luego del impacto.
Evans dijo:
Tramamos las velocidades de las estrellas, y la forma de la salchicha simplemente saltó hacia nosotros. Estas estrellas que dieron la forma característica son lo que queda de la última gran fusión de la Vía Láctea”.
Si mira con calma y usa su imaginación, de hecho, podrá ver algo con la forma de una salchicha en el siguiente gráfico:
Se sabe que las colisiones entre galaxias son comunes en el Universo, y la Vía Láctea la ha experimentado muchas veces.
Hace 100 millones de años, ocurrió una pequeña fusión que dejó a la galaxia «sonando como campana», debido a las enormes ondas que podían ser observadas en los rincones de la galaxia.
Sin embargo, no solo se trata de nubes de polvo, de acuerdo a las observaciones al menos ocho cúmulos de estrellas participaron.
Sergey Koposov, de la Carnegie Mellon University, dijo en un comunicado:
Si bien ha habido muchos satélites enanos cayendo en la Vía Láctea a lo largo de su vida, este fue el más grande de todos”.
Para realizar este hallazgo, los astrónomos analizaron una muestra de 200.000 estrellas en nuestro vecindario cósmico, obtenidas mediante los datos de la nave espacial Gaia de la European Space Agency y la Sloan Digital Sky Survey.
Mediante modelos matemáticos, que permitieron rastrear los diversos caminos de las estrellas, los astrónomos determinaron que una colisión colosal dio forma a nuestra galaxia hace aproximadamente 8 o 10 mil millones de años.
El impacto fue tan intenso, que la Vía Láctea podría haberse fracturado. En el proceso de recuperarse, luego del violento choque, la galaxia obtuvo una nueva forma, antes de nuevamente establecerse como un disco abultado.
Este nuevo enfoque cambia lo que se creía anteriormente, que planteaba que una Vía Láctea más joven fue golpeada por una bola entrante de estrellas y polvo, generando la formación de su denso núcleo, que luego fue rodeado por un halo.
¿Y qué paso con la otra galaxia? Bueno, la galaxia «salchicha» quedó devastada por mucho tiempo, sin embargo sus restos aún pueden ofrecer algunas pistas acerca de su origen.
Pero la colisión con Gaia Sausage no será la última. Dentro de 4 mil millones de años, nuestra Vía Láctea volverá a impactar con la galaxia Andrómeda. Será un proceso en que ambas se arremolinarán y mezclarán sus estrellas en una lenta danza, que finalmente volverá a cambiar la forma de nuestra galaxia.
Aunque no estaremos allí para verlo, estudiar las pasadas colisiones de la Vía Láctea podría ayudarnos a predecir algunos datos de la fusión entre la Vía Láctea y Andrómeda; sin duda el resultado final será una galaxia gigantesca.
La investigación ha sido publicada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Una publicación de CodigoOculto.com – Autor: Fernando T. – Todos los derechos reservados.
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