Un equipo de científicos han descubierto evidencias de que el agua, o su hidroxilo relativo, podría encontrarse ampliamente distribuida en la superficie de la Luna, y no confinada en una región, contradiciendo las anteriores investigaciones que ubicaban el agua en los polos. Además, el agua parece estar presente día y noche, aunque eso no significa que sea necesariamente de fácil acceso.
Debido a esto, los investigadores han concluido que si el agua lunar está muy extendida y es fácilmente accesible, los exploradores podrían usarla para beber agua, oxígeno o incluso combustible para cohetes.
Michael Poston, científico del Southwest Research Institute y coautor de la investigación, dijo en un comunicado:
Cuando se separan las moléculas de agua, obtenemos oxígeno e hidrógeno, componentes críticos para el aire respirable y el combustible para cohetes”.
Anteriores investigaciones han determinado que el agua se encontraba principalmente en los polos de la Luna, y que las señales del agua variaban de acuerdo con el día lunar (29.5 días terrestres).
En ese momento los investigadores supusieron que las moléculas de agua se transportaban a través de la superficie del satélite hasta llegar a regiones tan frías que el vapor de agua podía quedar atrapado durante miles de millones de años. Justamente, los cráteres cerca de los polos de la Luna podrían albergar estas «trampas frías».
Los científicos pueden explorar la luna en busca de agua mediante el análisis de la luz solar reflejada en su superficie. Los instrumentos de detección remota pueden detectar una huella digital de agua con esta luz.
Sin embargo, la superficie de la Luna también podría calentarse lo suficiente como para emitir su propia luz. Los instrumentos de detección remota pueden detectar una huella digital de agua con esta luz; es decir el agua estaría presente en toda la Luna.
Los investigadores a cargo de este estudio han creado un modelo de temperatura lunar que simule esto. Construyeron un modelo utilizando datos del NASA’s Lunar Reconnaissance Orbiter, y lo aplicaron a los resultados de espectrometría recopilados por Moon Mineralogy Mapper del orbitador Chandrayaan-1.
Joshua Bandfield, investigador principal del Space Science Institute en Boulder, Colorado, y autor principal del estudio, dijo en un comunicado:
Encontramos que no importa a qué hora del día ni a qué latitud nos fijemos, la señal indica que el agua siempre parece estar presente. La presencia de agua no parece depender de la composición de la superficie, y el agua se queda allí”.
En vez de transportarse a «trampas frías» de los polos, como se pensaba antes, el agua parece persistir a través de la Luna. Esta inmovilidad sugiere que puede existir principalmente en forma de hidroxilo (OH).
Desafortunadamente para los exploradores lunares, el hidroxilo es menos ideal que el H2O más familiar.
Ahora, los investigadores necesitan recopilar más datos que los ayuden a determinar si han encontrado agua, hidroxilo o ambos; y además necesitan responder como llegaron allí estas sustancias.
Poston agregó:
El siguiente paso es determinar si se trata de agua, hidroxilo o una mezcla de los dos, y de dónde viene. ¿Es de fuentes externas, llevado por un cometa o por impactos de asteroides? ¿Se generaron a partir de procesos internos en la Luna misma, como el vulcanismo antiguo? ¿O podría ser un proceso continuo del viento solar que reacciona con materiales lunares para crear OH o H2O?”
El estudio científico ha sido publicado en la revista Nature Geoscience.
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