Aunque nuestros smartphones parecen a la vista simples dispositivos para mantenernos informados de lo que pasa en el mundo o para visitar redes sociales, en Perú un caso parece alterar ese inocente concepto. Una joven mujer descargó en su celular una aplicación de la Tabla Ouija, luego de utilizarla, al parecer, fue poseída por un espíritu maligno. Este no es el primer informe de posesión o ataque paranormal a través de teléfonos celulares.
Según informes de testigos, Patricia Quispe (18 años) de la localidad de Chosica, Lima (Perú), descargó una aplicación de tabla Ouija a su smartphone debido a la insistencia de sus amigas. Al parecer Patricia y sus compañeras utilizaron la aplicación durante unos momentos, y finalmente ella se fue para su casa.
Cuando ya se encontraba en su hogar los padres notaron un extraño comportamiento en Patricia. Pero no solo fue su extraño comportamiento lo que causó sobresalto en los padres, momentos después la joven empezó a tener convulsiones, a arrojar espuma por la boca y a lanzar alaridos. Pensando en quizá Patricia se encontraba bajo el efecto de alguna droga, ellos contactaron a sus amigas, quienes les confesaron que se podía tratar de los efectos “secundarios” de jugar con la Ouija.
Los padres de inmediato llamaron a los paramédicos y la llevaron al hospital. Hay un vídeo muy extraño en donde se escucha que la joven grita algunas frases como: “Dame mi teléfono” y “666” (lo cual si es completamente fuera de lo normal).
Otros testigos creen que Patricia estaba poseída por un demonio debido a que su personalidad cambió completamente, presentaba una fuerza física inusual y habló con una voz diferente y muy potente.
Tras ser examinada en la sala de emergencias, la joven fue colocada en observación en el pabellón psiquiátrico del hospital para una evaluación adicional. No se han tenido noticias sobre si algún sacedorte o algún exorcista fue llamado.
Hasta el momento se desconoce si Patricia sufrió en algún momento de problema psicológicos, y esa es una de las interrogantes que se hacen las personas que han visto el caso: ¿Problema psicológico o, algo más profundo y siniestro?
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