El reconocido psicólogo evolutivo, Gordon Gallup, ha dicho recientemente, que hace 100 años un híbrido chimpacé-humano nació en un laboratorio estadounidense.

Según informa, los médicos sacrificaron al bebé híbrido poco después de haber realizado el experimento, debido a las preocupaciones éticas y el miedo a que las autoridades se enteren de lo ocurrido; dijo Gallup a The Sun.

Para evidenciar lo dicho, Gallup utilizó los informes de su ex profesor universitario que trabajó en el primer centro de investigación de primates de EE. UU. En Orange Park, Florida. , durante la década de 1920.

Gallup narró los hechos:

Inseminaron a una hembra de chimpancé con semen humano de un donante no revelado y afirmaron que no solo ocurrió el embarazo, sino que el embarazo ocurrió en el tiempo correcto y resultó en un nacimiento vivo.

Me dijo que el rumor era cierto. Y que era un científico creíble por derecho propio”.

Gallup es el creador de la famosa prueba de espejo que demostró que los primates son capaces de auto-reconocimiento.

Oliver era un simio que fue presentado como un eslabón perdido o «humanzee» debido a su apariencia inusualmente similar a la humana y su tendencia a caminar erguido. A pesar de ello, los científicos determinaron que Oliver no era un híbrido humano-chimpancé. Crédito: Wikipedia

Durante los años ha existido un cierto debate sobre si un humanzee sería científicamente posible. Algunos investigadores creen que un híbrido viable sería posible, debido a que compartimos la gran mayoría de nuestro ADN con chimpancés.

Cabe resaltar que nunca se han confirmado la existencia de híbridos de humano-chimpacé, sí se han realizado varios intentos fallidos.

Uno de estos intentos fue realizado por el biólogo soviético Ilya Ivanov, quien trató de crear un híbrido humano-chimpancé en la década de 1920. También han surgido otros informes correspondientes a la década de 1980 que sugieren que científicos de la China maoísta habían impregnado a una primate con esperma humano en 1967, consecuencias fatales para la primate, porque los investigadores fueran enviados a campos de trabajo en medio de la Revolución Cultural.