El año pasado, un extraño visitante interestelar sorprendió a la comunidad de astrónomos. Se trataba del paso del primer objeto venido desde otra estrella por primera vez en nuestro Sistema Solar.
Durante los meses anteriores, los astrónomos han observado a Oumuamua, tratando de establecer su origen. Se había especulado desde que era un asteroide hasta que se trataba de una nave extraterrestre, y todo por su extraño comportamiento, estructura y forma.
Lamentablemente, ahora Oumuamua está demasiado lejos para nuevas observaciones, pero los investigadores estarán ocupados por mucho tiempo procesando toda la información obtenida.
Ahora, nuevos informes han proporcionado datos importantes acerca de este visitante cósmico.
Recientemente, el profesor Gregory Laughlin de la Universidad de Yale ha estimado el número de objetos que pasan a través del Sistema Solar interior y, por lo tanto, su frecuencia en la galaxia.
Laughlin ha publicado su conclusión en Research Notes of the AAS, en donde indica que existen aproximadamente 2×10 26 objetos interestelares deambulando alrededor de la galaxia, con una masa combinada de aproximadamente 100 mil millones de veces la de la Tierra.
Para que un objeto tenga suficiente peso gravitacional como para ser arrojado de su sistema solar, necesita encontrar un planeta grande. Por otra parte, cuanto más cerca se da este encuentro a la estrella, más grande debe ser el planeta para hacer el lanzamiento. La mayoría de los planetas que hemos descubierto alrededor de otras estrellas son demasiado pequeños (súper-Tierras) o muy cerca de la estrella (Júpiter calientes) para ser responsables.
Laughlin piensa que la mayoría de los objetos similares a Oumuamua deben haber sido enviados por planetas de al menos 5 unidades astronómicas (AU) de estrellas con masas similares al Sol, o 1 AU por una enana roja. Si es así, y son tan comunes como él sospecha, debe haber muchos planetas de masa semejante a Neptuno merodeando en los límites exteriores de sus sistemas estelares, donde tenemos pocas posibilidades de detectarlos usando los métodos actuales.
Cabe resaltar que Laughlin es un defensor del planeta nueve, una posible equivalencia.
Otros informes han confirmado que Oumuamua no podría haber venido de nuestro Sistema Solar y es poco probable que se haya originado alrededor de una estrella cercana, a pesar de la especulación de posibles fuentes.
Una de las características distintivas de Oumuamua fue su relación de largo a ancho, estimada en alrededor de 10. No lo hemos visto con la precisión suficiente para obtener una proporción exacta, pero la confirmación de un mínimo de 5.3 demuestra que este es un objeto muy inusual.
El informe científico ha sido publicado en Research Notes of the AAS.
0 comentarios