La Gran Barrera de Coral ha tenido algunos años difíciles. El sitio del patrimonio mundial, que se extiende por miles de kilómetros a lo largo de la costa este de Australia, ha sido golpeado por dos eventos de blanqueamiento sin precedentes en los últimos dos años. Ahora hay temores de que un tercer evento de blanqueamiento, aunque más pequeño, pueda ocurrir en los próximos meses.
Las últimas previsiones del programa Coral Watch de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) de los EE.UU. advierten que la ocurrencia de un blanqueamiento de partes del arrecife es muy probable en los próximos meses, y comenzaría en febrero. Sin embargo, existen algunas limitaciones significativas, ya que a medida que avanzan las predicciones en el futuro, se vuelven más nebulosas e inciertas. De todos modos, los investigadores todavía creen que hay motivos para estar preocupados.
Las previsiones apuntan a ciertas porciones del arrecife sureño, que a la fecha escaparon a la mayor parte del blanqueamiento reciente, en el «Nivel de alerta 1» a fines de febrero, lo que significa que aunque es probable que ocurra blanqueo, no necesariamente se espera que sea tan duro o prolongado como para causar la muerte del coral.
«Probablemente habrá algo de blanqueamiento en algunas partes de la Gran Barrera de Coral, pero hasta ahora no se parece en nada a los últimos dos años», dijo a The Guardian, Mark Eakin, director del programa Coral Watch de la NOAA. «Sin embargo, todavía es temprano y sabremos más en un mes aproximadamente».
Los científicos, sin embargo, todavía piensan que hay razones para estar preocupados. Los últimos dos años han golpeado duro al arrecife, con algunas partes en el norte que han sido diezmadas y hasta el 90 por ciento del coral en algunos arrecifes ya está muerto. Los que estudian el arrecife esperaban que esta temporada la temperatura del agua se mantuviera más fresca, lo que daría al coral que sobrevivió la oportunidad de recuperarse.
Cuando se produjo el primer evento en 2016, murió hasta el 30 por ciento del coral, y cuando esto fue seguido en 2017 por un segundo evento impulsado por El Niño, otro 20 por ciento del coral murió. La mayoría de esto ocurrió en el norte y el centro del arrecife, pero si las predicciones actuales son ciertas, pronto podría extenderse más al sur.
Sin embargo, lo que es cierto en este momento es que aquellas personas que dependen del arrecife para trabajo y turismo, así como aquellos que estudian el coral, sufrirán las consecuencias en los próximos meses.
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