Recientemente se ha descubierto que otro de los miembros de la administración Trump tiene algunas visiones bastante desatinadas. Se trata de Robert Phalen, un investigador de contaminación del aire que se espera sea elegido como asesor científico de la Agencia de Protección Ambiental (para nuestra desgracia).

Este científico, que pasó su carrera académica estudiando los impactos de la contaminación en la salud, se encuentra actualmente asesorando a la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) mientras intenta destripar las restricciones a la industria.

«Los riesgos relativos asociados con la [materia en partículas] moderna son muy pequeños y están confundidos por muchos factores», escribió Robert Phalen en un estudio de 2004. «Ni los estudios de toxicología ni las investigaciones clínicas en humanos han identificado los componentes y / o las características de que podrían estar causando las asociaciones de efectos sobre la salud».

A pesar de las declaraciones de Phaken, existen muchos estudios de este tipo que dan fe del hecho de que los riesgos de la contaminación del aire no son «muy pequeños». Solo el mes pasado, un importante informe reveló que hasta 9 millones de personas mueren cada año debido a problemas de salud relacionados con el aire contaminado. Y no solo afecta la salud física, ya que otros estudios sugieren que también podría estar afectando nuestra salud mental.

Para ser justos, Phalen hizo esas afirmaciones en 2004, cuando tal vez no estaba al tanto de los millones de personas que mueren a causa de la contaminación del aire cada año. Esa excusa, sin embargo, es más difícil de tragar cuando en 2012 se dice que dijo que «el aire moderno es demasiado limpio para una salud óptima» y que los niños necesitan inhalar irritantes para preparar su sistema inmunológico (sí, es cierto).

Phalen piensa que el «aire moderno» es «demasiado limpio» para los niños y que necesitan respirar la contaminación del aire. Solo piensa en eso por un momento.

Si bien es cierto que hay algunas pruebas que sugieren que exponer a los niños a ciertos irritantes a una edad temprana puede reducir sus probabilidades de desarrollar ciertas alergias, existe evidencia mínima que sugiere que esto sea cierto. De hecho, constantemente se ha demostrado que los niños que inhalan la contaminación del aire tienen tasas más altas de asma.

Otro estudio sobre niños pequeños que crecieron en Londres descubrió que sus pulmones tenían un volumen 10 por ciento más pequeño en comparación con los niños que crecían en el campo. Esto no parece mostrar que el aire esté «demasiado limpio».

Lamentablemente tenemos en el poder a gente con altos intereses en la industria, lo cual los lleva a lanzar frases absurdas, con el claro objetivo de favorecerse económicamente con los «favores» de las industrias que contaminan nuestro mundo. Y más lamentable es que existen personas que siguen ciegamente las declaraciones de estos personajes «vendidos» a la industria, quienes repiten los discursos de sus «ídolos». ¡Es hora de despertar!