Se llama EBLM J0555-57Ab y es la estrella más pequeña jamás encontrada. Con un tamaño algo más grande que Saturno, el cuerpo celeste se encuentra a unos 600 años luz de distancia de nuestro planeta.
La estrella es parte de un sistema binario (órbita con otra estrella mucho más grande) y los investigadores dicen que pese a su estado extremadamente diminuto sólo puede ser calificada como una estrella. Según el astrónomo Alexander Boetticher, de la Universidad de Cambridge:
Nuestro descubrimiento revela cómo de pequeñas pueden llegar a ser las estrellas. Si esta estrella se formara con una masa ligeramente inferior, la reacción de fusión del hidrógeno en su núcleo no podría sostenerse, y la estrella se habría transformado en una enana marrón.”
De hecho, por esta razón las enanas marrones son denominadas a menudo como estrellas fallidas. En este caso y a pesar de sus proporciones tan pequeñas, EBLM J0555-57Ab mantiene la masa suficiente como para permitir la fusión de hidrógeno en el helio en su núcleo.
Los investigadores dicen que pese a su estado extremadamente diminuto sólo puede ser calificada como una estrella.”
Cuentan los investigadores que, aún contando como estrella, EBLM J0555-57Ab es extremadamente débil. Para que nos hagamos una idea, entre 2.000 y 3.000 veces más débil que nuestro propio Sol. De hecho, su hallazgo supuso todo un desafío debido a la proximidad con su estrella madre, mucho más brillante y grande, «era como tratar de mirar una vela al lado de un faro», ha contado Boetticher.
Cuando los astrónomos percibieron que había una pequeña porción de luz que bloqueaba a la estrella grande, se centraron en la zona. El análisis mostró que la estrella diminuta tiene una masa comparable a la masa estimada de TRAPPIST-1, aunque con un radio alrededor del 30% más pequeño.
El equipo dice que las estrellas pequeñas y relativamente oscuras como esta pueden ser candidatas para albergar planetas con posibilidad de vida. Esto es debido a que la relativa suavidad de las estrellas podría aumentar la probabilidad de sistemas que retienen el agua líquida en su superficie.
El estudio ha sido publicado en Astronomy & Astrophysics.
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