Se han encontrado 15 representaciones de bisontes y caballos en un estado de conservación excepcional. La técnica utilizada es muy inusual e inédita en el Cantábrico, uno de los bisontes está realizado con gran maestría, según informa el sitio Gipuskoa Digital.
«Cuando me mandaron las imágenes por el móvil eran tan espectaculares que pensaba que me estaban engañando», explicó a la prensa española la arqueóloga Olivia Rivero. Se refiere a una serie de pinturas rupestres halladas en la cueva Aitzbitarte IV de la localidad de Errenteria, en el País Vasco, en la zona norte de España. Se calcula que tienen 14.000 años de antigüedad.
El pasado día 6 de abril, Javier Busselo y Sergio Laburu del grupo espeleológico Felix Ugarte Elkartea se desplazaron a la cueva de Aitzbitarte IV con el fin de explorar una serie de chimeneas verticales que se observan en el tramo medio de la cavidad. Tras ascender un tramo de unos 10 metros y continuar por dos tubos semiverticales de unos 8 metros, accedieron a un espacio en forma de «Y» en cuyos ramales laterales observaron grabados de factura paleolítica certificada por la pátina que presentan los surcos y el estado intacto de los suelos y paredes del sector.
El conjunto de pinturas consta de al menos 15 representaciones de animales (bisontes y caballos) y dos vulvas, una de ellas de un metro de altura. Los dibujos destacan por la técnica utilizada, ya que están realizadas directamente sobre arcilla. Uno de los bisontes fue modelado en el barro mediante buril de sílex y posteriormente se utilizaron los dedos para crear volumen y planos de relieve diferenciados, resaltando la perspectiva de las extremidades. “La ejecución de este bisonte es de una maestría muy poco común”, ha destacado el diputado local de Cultura, Denis Itxaso, en una comparecencia ante los medios de comunicación junto a los espeleólogos y arqueólogos que han participado en el descubrimiento.
Una mano humana sobre una de las paredes
Los especialistas, que también han encontrado la impronta de una mano humana sobre una de las paredes, estudian ahora cómo realizar el análisis de esta galería, para lo que manejan la posibilidad de utilizar perchas con cámaras o incluso un dron.
Tras notificar el descubrimiento al Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa ha clausurado la cueva para preservar las figuras, que al estar realizadas sobre arcilla, son de una extrema fragilidad ya que cualquier roce podría deteriorarlas.
El yacimiento de Aitzbitarte se encuentra situado en una colina atravesada por una treintena de oquedades cársticas cuyo extraordinario valor arqueológico es conocido desde el siglo XIX, ya que fueron un hábitat de nuestros antepasados durante el Paleolítico y períodos posteriores, aunque las cuevas con mayor potencial son las denominadas Aitzbitarte III, IV y V, en las que en 2015 ya se encontraron otros grabados de unos 25.000 años de antigüedad.
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