La sonda MRO de la NASA ha recibido imágenes inusuales de las huellas dejadas por una reciente lluvia de meteoritos en la superficie de Marte, informa el sitio web del laboratorio lunar y planetario Hirise (High Resolution Imaging Science Experiment).
Los rastros se asemejan a disparos de una escopeta espacial gigante. En la Tierra, estamos protegidos por una gruesa atmósfera, que impide que los meteoritos, excepto los más grandes, causen estragos en la superficie. Sin embargo, Marte carece de ese privilegio.
De lejos, un pequeño cúmulo de manchas oscuras en el paisaje pálido parecía la única indicación de un impacto de meteoritos, pero, al examinarlo más de cerca, los científicos se dieron cuenta de que no se trataba de un único impacto. Eran en realidad decenas de huellas que se aglutinaban alrededor de la pequeña región de Tharsis.
Los expertos pudieron determinar que el impacto se había producido en algún momento entre el 2008 y el 2014. Dos grandes cráteres de impacto estaban acompañados por hasta 30 cráteres más pequeños, revelando que un meteorito se rompió en la atmósfera de Marte enviando una lluvia de pedazos de roca hacia la superficie polvorienta.
Es una noticia científica interesante, pero también una advertencia. Alrededor del 2030 planeamos mandar una misión humana a Marte, y después de esto podríamos establecer una presencia permanente allí. Pero el planeta rojo será un duro hogar extraterrestre que requerirá un esfuerzo constante para crear hábitats sostenibles.
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