El objeto interestelar 3I/ATLAS, también identificado como C/2025 N1, se ha convertido en uno de los cuerpos más observados y debatidos desde su detección, debido a una serie de comportamientos que han generado un intenso análisis científico. Entre quienes han seguido de cerca su evolución se encuentra el astrofísico Avi Loeb, quien ha publicado varios textos examinando características que, según su análisis, no encajan de forma sencilla dentro de los modelos clásicos de cometas. Dos de estos trabajos se centran específicamente en la orientación del eje de rotación del objeto y en la persistencia de un chorro dirigido hacia el Sol antes y después de su paso por el perihelio.

Desde su entrada al Sistema Solar, 3I/ATLAS mostró una trayectoria hiperbólica que confirma su origen interestelar. A partir de observaciones telescópicas, se detectaron estructuras estrechas y alargadas en su coma, interpretadas como chorros de material expulsado. Estos chorros, visibles como una cola orientada hacia el Sol, sirvieron como base para inferir aspectos clave de la dinámica rotacional del objeto. Loeb señala que, en cometas típicos, la orientación de estos chorros suele variar de forma apreciable conforme el cuerpo rota y cambia su posición relativa respecto al Sol.

Alineación del eje de rotación con la dirección solar

En uno de sus artículos, Loeb describe lo que denomina la decimocuarta anomalía de 3I/ATLAS. Esta se refiere a la alineación del eje de rotación del objeto con la dirección hacia el Sol cuando se encontraba a grandes distancias heliocéntricas, superiores a cinco unidades astronómicas. A partir del análisis geométrico del chorro observado, Loeb concluye que el eje de rotación debía estar alineado con la dirección solar con una desviación menor a ocho grados.

Según explica, la probabilidad de que un cuerpo con orientación aleatoria presente una alineación tan precisa con el Sol es baja. Este cálculo se basa en consideraciones geométricas simples sobre la distribución aleatoria de ejes de rotación en el espacio. Además, Loeb argumenta que, de existir una desalineación mayor, el chorro debería mostrar oscilaciones significativas o interrupciones periódicas a medida que la fuente emisora rotara entre zonas iluminadas y en sombra, algo que no se observó en los datos disponibles.

El análisis se apoya en la persistencia y estabilidad del chorro dirigido hacia el Sol, interpretado como una anti-cola estrecha y bien definida. Para Loeb, esta estabilidad sugiere que la región activa responsable de la emisión se encuentra cerca de uno de los polos del objeto, lo que refuerza la hipótesis de una alineación rotacional poco común en cuerpos cometarios tradicionales.

Imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS. Las finas líneas moradas indican el ángulo de posición del chorro anticola detectado a una distancia proyectada de 6.000 kilómetros del pico de brillo (círculo rojo punteado). Para cada fotograma, la fecha de observación y las horas de inicio y fin en UTC se muestran encima de los paneles, junto con el número total de exposiciones de seguimiento sideral y el tiempo de integración acumulado. Se marcan el vector de velocidad proyectado (flecha roja) y la dirección antisolar (flecha amarilla), así como la escala y la orientación de la imagen. Las líneas naranjas degradadas indican la dirección del eje de rotación proyectado, derivada del valor medio de los ángulos de posición de la anticolas, mientras que las líneas amarillas trazan la dirección de la cola. Los contornos de brillo se superponen utilizando diez niveles espaciados logarítmicamente entre los percentiles 20 y 95 de la intensidad de los píxeles en cada fotograma. La anticolas se refiere a la característica negra, estrecha y lineal que se extiende aproximadamente hacia el noroeste en dirección al Sol. Crédito de imagen: Serra-Ricart, Licandro y Alarcón 2025

Persistencia del chorro tras el perihelio

En una segunda publicación, Loeb analiza el comportamiento de 3I/ATLAS durante y después de su paso por el perihelio, momento en el que la gravedad solar produjo una deflexión de aproximadamente 16 grados en su trayectoria. A pesar de este cambio significativo en la dirección de movimiento, el chorro orientado hacia el Sol se mantuvo visible y alineado de forma consistente.

Loeb destaca que el ángulo de deflexión es comparable al doble del ángulo de apertura estimado del chorro. Esto implica que, geométricamente, el borde opuesto del cono de emisión podría continuar apuntando hacia el Sol tras el perihelio, preservando la apariencia de un chorro persistentemente orientado hacia el Sol. Esta coincidencia geométrica es presentada como otro elemento poco frecuente dentro de un marco puramente natural.

El autor también subraya que la continuidad del chorro antes y después del perihelio requiere condiciones específicas en la orientación del eje de rotación y en la localización de las zonas activas. En modelos cometarios estándar, la actividad suele redistribuirse conforme cambia la iluminación solar, lo que suele traducirse en variaciones observables en la morfología de la coma.

Imagen del objeto interestelar 3I/ATLAS (panel superior izquierdo) tomada desde un telescopio de 0.25 metros en Calabria, Italia, el 15 de diciembre de 2025 a la 1:58 UTC con 1,38 segundos de arco por píxel, lo que corresponde a 3.850 kilómetros a la distancia de la fuente. Los otros tres paneles muestran un mapa de brillo en diferentes bandas de longitud de onda centradas en 0.658 [R], 0,53 (verde) y 0.445 (azul) micrómetros, utilizando un filtro gradiente Larson-Sekanina. Su campo de visión abarca 1.6 por 0.7 millones de kilómetros y muestra un prominente chorro antircola estrechamente colimado desde 3I/ATLAS en dirección al sol, hacia la esquina inferior izquierda. Crédito de imagen: Toni Scarmato

Interpretación y contexto científico

En ambos artículos, Loeb aclara que la identificación de anomalías no constituye una afirmación concluyente sobre el origen artificial o tecnológico de 3I/ATLAS. Su objetivo declarado es señalar que la combinación de alineaciones geométricas, estabilidad de chorros estrechos y coincidencias dinámicas presenta desafíos para las explicaciones más simples basadas en sublimación de hielos.

Loeb reconoce que podrían existir mecanismos naturales más complejos capaces de reproducir estos comportamientos, como distribuciones inusuales de materiales volátiles o configuraciones internas particulares. Sin embargo, sostiene que la acumulación de factores poco probables merece un análisis detallado y abierto, así como la consideración de modelos alternativos que amplíen la comprensión de los objetos interestelares.

El caso de 3I/ATLAS se inscribe así en un contexto más amplio de estudio de cuerpos provenientes de otros sistemas estelares, cuyo comportamiento puede diferir de manera significativa del observado en cometas formados en el Sistema Solar. Las observaciones continuas y los futuros descubrimientos permitirán evaluar si estas características son excepcionales o representan una clase más amplia de fenómenos aún poco comprendidos.

Referencias:

• A 14th Anomaly of 3I/ATLAS: Alignment of Its Rotation Axis with the Sunward Direction at Large Distances, Avi Loeb, Medium. (Fuente)
• 3I/ATLAS Maintained a Sunward Jet After Its Gravitational Deflection by 16 Degrees at Perihelion, Avi Loeb, Medium. (Fuente)

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Por: CodigoOculto.com