Científicos han confirmado la existencia de un enorme cráter de impacto en la provincia de Guangdong, en el sur de China, una estructura cuya presencia sugiere que la Tierra experimentó impactos mucho más grandes y frecuentes durante el Holoceno de lo que se creía. El hallazgo, realizado por un equipo de instituciones chinas y publicado en la revista Matter and Radiation at Extremes, aporta nuevas evidencias sobre la magnitud de los cuerpos que golpearon el planeta en tiempos relativamente recientes y revela detalles geológicos que hasta ahora permanecían ocultos.
El origen del cráter y su localización en China
El cráter, conocido como Jinlin Crater, fue identificado en una zona montañosa cercana a la aldea de Jinlin Waterside, dentro del condado de Deqing. Esta región se caracteriza por afloramientos de granito del Cretácico que han sido sometidos a un clima húmedo y cálido, capaz de erosionar con rapidez estructuras geológicas. A pesar de estas condiciones, la forma del cráter se conserva sorprendentemente bien, lo que llevó a los investigadores a sospechar que la estructura era mucho más joven que otros cráteres erosionados en contextos similares.
Las mediciones de campo muestran que el cráter tiene aproximadamente 900 metros de largo y 820 metros de ancho, con una profundidad cercana a los 90 metros desde el borde superior hasta el fondo visible. Su forma es similar a un cuenco elíptico inclinado hacia el suroeste, y el interior está compuesto por sedimentos derivados del granito alterado, mezclados con fragmentos de roca arrancados por el impacto. La conservación de estos materiales fue una de las primeras pistas que señaló un origen reciente.

Imagen aérea panorámica del cráter Jinlin tomada con un drone el 12 de mayo de 2025. Crédito de la imagen: Chen et al. / Matter and Radiation at Extremes
Pruebas científicas que confirman el impacto
La evidencia decisiva vino del análisis microscópico de granos de cuarzo extraídos del área del cráter. Dentro de estos cristales, el equipo encontró estructuras conocidas como deformaciones planas o PDFs, alineaciones extremadamente finas que solo se forman bajo presiones inmensas generadas por impactos cósmicos. Las láminas halladas presentaban orientaciones y espaciados consistentes con este proceso, descartando por completo causas volcánicas o tectónicas.
A partir de la geometría del cráter y de modelos de impacto conocidos, los investigadores estiman que el objeto que chocó contra la región habría tenido unos 30 metros de diámetro, liberando una energía equivalente a decenas de bombas nucleares. Este nivel de destrucción explicaría la remoción violenta de materiales graníticos y la formación de la cuenca actual.
Un impacto del Holoceno: más reciente de lo pensado
La región donde se encuentra Jinlin Crater sufre tasas de meteorización elevadas debido a la humedad y a las abundantes lluvias. Aun así, los fragmentos de granito presentes en el cráter no muestran la degradación total que correspondería a miles de años adicionales de erosión. Por ello, los autores concluyen que el impacto ocurrió durante el Holoceno, posiblemente en los últimos diez o doce mil años.
Este dato es significativo porque duplica el tamaño del mayor cráter conocido en el Holoceno, que hasta ahora era el conjunto de cráteres Macha en Rusia, de aproximadamente 300 metros de diámetro. El descubrimiento sugiere que eventos de gran magnitud pudieron haber sido más frecuentes de lo que indicaban los registros geológicos.
Importancia y proyecciones del hallazgo
El reconocimiento de Jinlin Crater ayuda a completar el registro terrestre de impactos recientes, un tema crucial para comprender la frecuencia con la que la Tierra ha sido golpeada por objetos de tamaño moderado. También ofrece información valiosa sobre cómo se conservan los cráteres en zonas donde la erosión suele borrar estas huellas con rapidez, lo que permitirá refinar modelos de preservación geológica.
Los autores señalan que todavía falta determinar la fecha exacta del impacto y la composición precisa del objeto que lo originó. Sin embargo, destacan que el descubrimiento refuerza la idea de que muchos impactos del Holoceno pudieron pasar inadvertidos debido a la vegetación, la meteorización y el relieve cambiante.
Este trabajo recuerda que el registro geológico aún guarda estructuras capaces de modificar nuestra comprensión de la historia planetaria. Jinlin Crater, oculto durante milenios en las montañas de Guangdong, representa ahora una clave fundamental para reconstruir los impactos recientes y para dimensionar los riesgos naturales asociados a objetos cercanos a la Tierra.
Los hallazgos de la investigación titulada “Jinlin Crater, Guangdong Province, China: Impact Origin Confirmed” han sido publicados en Matter and Radiation at Extremes.
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Por: CodigoOculto.com











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