El astrofísico Avi Loeb ha publicado un análisis que vuelve a poner en el centro del debate al misterioso objeto interestelar 3I/ATLAS. En su artículo titulado “No Clear Cometary Tail in Post-Perihelion Images of 3I/ATLAS”, el investigador de la Universidad de Harvard expone nuevas imágenes obtenidas tras el perihelio del 29 de octubre de 2025. En ellas no se observa una cola cometaria evidente, a pesar de que los datos orbitales indican una pérdida de masa significativa, lo que plantea una incógnita sobre la verdadera naturaleza del objeto.
Un visitante del espacio interestelar
3I/ATLAS es el tercer objeto confirmado procedente de fuera del sistema solar, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Su trayectoria hiperbólica indica que no está ligado al Sol y que proviene de un entorno interestelar. Desde mediados de 2025, el objeto fue seguido por telescopios en todo el mundo, incluido el Hubble Space Telescope, que detectó una tenue coma y una posible cola antes del perihelio. Los cálculos del equipo del Jet Propulsion Laboratory mostraron una aceleración no gravitacional inesperada, que sugería la expulsión de gas o material volátil.
Avi Loeb analizó esos datos y concluyó que la aceleración medida equivale a una pérdida de masa de más del 13 % del total del objeto. Según los modelos cometarios tradicionales, un nivel de pérdida de esa magnitud debería producir una nube de polvo y gas claramente visible. Sin embargo, las imágenes tomadas el 5 de noviembre de 2025 muestran solo una esfera difusa de luz, sin la estructura alargada que caracteriza a los cometas activos.

La imagen posterior al perihelio del objeto interestelar 3I/ATLAS, tomada el 5 de noviembre de 2025 por el Observatorio R. Naves, muestra una bola de luz difusa. La dirección hacia el Sol es hacia la esquina inferior izquierda (con la flecha de la izquierda apuntando en dirección opuesta al Sol). No se observa ninguna cola cometaria evidente. Crédito de imagen: Observatorio R. Naves, España
La ausencia de una cola
En su análisis, Loeb compara las nuevas imágenes de 3I/ATLAS con las del cometa Lemmon, fotografiado el 3 de noviembre en condiciones similares. Mientras Lemmon exhibe una cola extendida en dirección opuesta al Sol, 3I/ATLAS aparece como un núcleo borroso sin señales de eyección significativa. Para Loeb, esta diferencia resulta desconcertante: si el objeto realmente perdió parte de su masa, el material debería haberse desplazado bajo el efecto de la radiación solar y formar una cola perceptible.
El investigador plantea que podrían existir dos explicaciones generales:
- La primera es que los gases o partículas expulsadas se mueven a velocidades mucho mayores que las previstas, lo que reduciría la densidad visible del material.
- La segunda posibilidad es que 3I/ATLAS no se comporte como un cometa natural, sino que pertenezca a una categoría aún desconocida de objeto interestelar.

Imagen del cometa Lemmon del sistema solar, tomada el 3 de noviembre de 2025 por el Observatorio R. Naves, que muestra una clara cola cometaria alejada del Sol. Crédito de imagen: R. Naves Observatory, Spain
Rasgos que desafían las expectativas
El texto de Loeb repasa además una serie de anomalías que distinguen a 3I/ATLAS de los cometas comunes. Su órbita retrógrada está alineada con el plano de la eclíptica en apenas cinco grados, algo que estadísticamente tendría una probabilidad de 0.2 %. También resalta su masa estimada, mil veces superior a la de 2I/Borisov y un millón de veces mayor que 1I/’Oumuamua, con una velocidad incluso superior a la de ambos. Otro punto llamativo es su composición: análisis espectroscópicos indican una relación níquel/cianuro mucho más alta que en cualquier otro cometa conocido, además de un contenido de agua inferior al 4 %.
El objeto también presenta una polarización negativa extrema y una coloración azulada inusual, lo que sugiere propiedades de dispersión de la luz poco comunes. En julio y agosto de 2025 se observó un chorro dirigido hacia el Sol, una estructura conocida como “anticola“, que tampoco encaja con los patrones típicos. Finalmente, Loeb menciona que la dirección de llegada del objeto coincide a unos nueve grados con la del célebre “Wow! Signal” de 1977, una coincidencia estadística baja pero intrigante.
La prueba pendiente
A pesar de todas estas anomalías, Loeb mantiene un enfoque empírico. Propone una observación clave para las próximas semanas:
Si 3I/ATLAS es un cometa natural, debería aparecer una nube de gas y polvo correspondiente a la masa perdida. Esa nube, sostiene, sería el “rastro” físico del proceso de sublimación y confirmaría que el objeto se comporta como un cometa convencional. En cambio, si no se detecta tal estructura, la explicación cometaria quedaría debilitada y habría que reconsiderar el origen del fenómeno.
El investigador no afirma que el objeto tenga un origen artificial, pero recuerda que las leyes de la física deben aplicarse de forma coherente. La ausencia de una cola visible frente a una aceleración que implica pérdida de masa significativa podría indicar procesos físicos distintos a la desgasificación. Loeb sugiere que 3I/ATLAS podría ofrecer una oportunidad única para ampliar la comprensión de los cuerpos interestelares y de las fuerzas que actúan sobre ellos al pasar cerca del Sol.

Imagen posterior al perihelio de 3I/ATLAS, comunicada el 5 de noviembre de 2025 por The Virtual Telescope Project. Crédito de imagen: The Virtual Telescope Project
Un caso abierto en la astronomía moderna
La historia de 3I/ATLAS continúa desarrollándose. Si las futuras observaciones confirman que el objeto permanece sin cola o sin una nube visible de gas, será necesario revisar los modelos que explican su dinámica. Si por el contrario se detecta actividad posterior, la comunidad astronómica podrá ajustar los cálculos de aceleración y pérdida de masa con mayor precisión.
Avi Loeb concluye que la ciencia debe apoyarse en los datos observacionales, incluso cuando estos desafían los marcos teóricos establecidos. Para él, 3I/ATLAS representa una prueba natural de cómo la observación directa puede poner en cuestión las suposiciones sobre la materia interestelar. Más allá de su origen, el objeto sigue siendo un recordatorio de que el universo aún guarda fenómenos que requieren atención y una mente abierta.
Referencias: Avi Loeb, “No Clear Cometary Tail in Post-Perihelion Images of 3I/ATLAS”, Medium, 5 de noviembre de 2025 (Fuente)
¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. Síguenos en nuestra Página de Facebook, para recibir a diario nuestras noticias. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram. Y si crees que hacemos un buen trabajo, considera apoyarnos.
Por: CodigoOculto.com










0 comentarios