Investigación ha determinado que las colmenas de las abejas presentan una simetría inteligente para combatir el calor, lo que demuestra la “genialidad” de estos polinizadores y su adaptación a entornos cambiantes.
Ya se trate de miel, polen o celdas de cría, cada elemento aparece en lugares reflejados a ambos lados del panal, formando un sistema organizado y equilibrado a lo largo del ciclo vital de la colonia.
Un estudio dirigido por investigadores del Smith Bee Lab de la Auburn University ha descubierto un ejemplo único de simetría interna en la naturaleza: las abejas melíferas presentan una simetría especular en el contenido de sus nidos.
Esta notable organización interna, observada en múltiples especies de abejas melíferas, significa que lo que las abejas almacenan en un lado del panal se repite en el lado opuesto.
Sus hallazgos sugieren que las abejas melíferas organizan universalmente sus nidos de esta manera, probablemente debido a ventajas evolutivas relacionadas tanto con la eficiencia del almacenamiento como con la regulación de la temperatura.
Un sistema organizado y simétrico
Los humanos llevan mucho tiempo observando la clásica estructura de doble cara del panal, conocida por sus celdas hexagonales que conservan la cera. Se supone que este diseño de doble cara ayuda a las abejas a minimizar el uso de cera, ya que su producción requiere muchos recursos.
Pero este nuevo estudio revela que el contenido de cada lado del panal también se refleja mutuamente. Ya se trate de miel, polen o celdas de cría, cada elemento aparece en lugares reflejados a ambos lados del panal, formando un sistema organizado y equilibrado a lo largo del ciclo vital de la colonia.
Para explorar este fenómeno en detalle, los investigadores colocaron colonias de abejas melíferas en colmenas de observación transparentes, lo que les permitió estudiar la construcción de los nidos sin molestar a las abejas. Con el tiempo, obtuvieron 148 mapas detallados de los nidos de seis colonias, confirmando que cada celda del nido tenía su contrapartida en el lado opuesto del panal.
Para determinar si las abejas necesitaban acceso directo a ambos lados del panal para lograr esta simetría, el equipo diseñó una colmena especial con una base impermeable, que permitía a colonias independientes construir nidos sin interactuar. Sorprendentemente, incluso sin contacto, las dos colonias reflejaban la disposición de sus nidos. Esto llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que señales indirectas, como el calor, podrían guiar esta coordinación.
Dado que las abejas son muy sensibles a la temperatura del nido -un factor crítico para el desarrollo de la cría-, los investigadores lo comprobaron colocando almohadillas térmicas en puntos aleatorios de un lado de la colmena, ajustadas a la temperatura del nido de cría. Cuando volvieron al cabo de diez días, comprobaron que cada colonia había alineado perfectamente sus celdas de cría con la ubicación de la almohadilla térmica, lo que refuerza la idea de que las señales de temperatura desempeñan un papel importante en la organización de los nidos de las abejas melíferas.
Un rasgo común a todas las especies de abejas
Claire Bailey, coautora del estudio y antigua estudiante de Auburn, explicó que la coherencia del patrón de cría era sorprendente, ya que básicamente trazaba un plano alineado con el calor en todo el panal.
El equipo estudió además si esta simetría aportaba beneficios cuantificables a la colonia. Comparando nidos de un lado y de dos lados, observaron que las colonias con nidos simétricos producían casi un 60% más de cría al cabo de diez días que sus homólogas de un solo lado. Además, los nidos simétricos mostraban temperaturas más estables, una ventaja para mantener el entorno óptimo necesario para el desarrollo de la cría.
Para validar sus hallazgos, los investigadores investigaron también si esta simetría organizativa era exclusiva de las abejas domesticadas o si aparecía en especies silvestres de abejas melíferas. En colaboración con el Dr. Ben Koger, de la University of Wyoming, emplearon técnicas avanzadas de análisis de imágenes para clasificar el contenido de los panales en nidos tridimensionales construidos de forma natural. Constataron que en los nidos naturales existía el mismo patrón de simetría interna.
En busca de una mayor confirmación, el equipo recurrió a las especies de abejas melíferas de Tailandia, donde la Dra. Bajaree Chuttong proporcionó imágenes de nidos de otras tres especies de abejas melíferas: Apis andreniformis, Apis dorsata y Apis florea. Todas mostraban una simetría especular similar en la organización de sus nidos, lo que confirma que este rasgo es un aspecto fundamental de la arquitectura de los nidos de las abejas melíferas.
Este estudio arroja luz sobre cómo la simetría va más allá de las apariencias externas, revelando una nueva función en la termorregulación de los nidos y la organización del almacenamiento entre las abejas melíferas.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Current Biology.
[FT: eurekalert]
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